Longevidad saludable

Cómo evaluar el dolor o la ansiedad en pacientes de residencias que no pueden hablar por sí mismos

Úrsula Segoviano

Foto: bigstock

Viernes 21 de marzo de 2025

5 minutos

Una herramienta detecta la angustia física y emocional, el bienestar y síntomas al final de la vida

Cómo evaluar el dolor o la ansiedad en pacientes de residencias que no pueden hablar por sí mismos
Úrsula Segoviano

Foto: bigstock

Viernes 21 de marzo de 2025

5 minutos

Es bien conocido que hasta la mitad de los residentes de residencias para mayores presentan deterioro cognitivo y podrían no poder comunicar síntomas como dolor o ansiedad al personal y a los profesionales clínicos que los atienden. Por lo tanto, la información necesaria para la evaluación de los síntomas y las decisiones de tratamiento posteriores no suele estar disponible de forma fiable en los historiales clínicos electrónicos de las residencias.

Un nuevo artículo de 'Geriatric Psychiatry' documenta la novedosa adaptación de un instrumento de evaluación de síntomas de uso común para adquirir de manera más completa estos datos difíciles de obtener con el objetivo final de permitir la expansión basada en el conocimiento de los servicios de cuidados paliativos en hogares de mayores para abordar los síntomas de los residentes.

En el artículo, que forma parte del amplio estudio UPLIFT-AD (abreviatura de 'Utilizando líderes en cuidados paliativos en centros para transformar la atención a las personas con enfermedad de Alzheimer') y que se ha publiado en 'BMC Paliative Cae', cuenta que abarca varios estados y centros, investigadores, entre ellos profesores del Instituto Regenstrief, la Facultad de Medicina de la Universidad de Indiana y la Facultad de Trabajo Social de la Universidad de Maryland. Y describen cómo modernizaron y posteriormente validaron una herramienta de evaluación de síntomas utilizada en todo el mundo.

 

Una enfermera acompañando a un residente. Bigstock.

 

Los investigadores de UPLIFT-AD modificaron el instrumento, originalmente diseñado para que los familiares de personas con demencia informaran tras su fallecimiento, para permitir que tanto el personal de las residencias de ancianos como sus familiares informaran sobre los síntomas de los residentes actuales que viven con demencia moderada a grave.

Dirigido por la Dra. Kathleen T. Unroe, MHA, MS, y el Dr. John G. Cagle, el equipo de UPLIFT-AD ha documentado que la herramienta que mejoraron abordó de forma fiable el malestar físico y emocional, así como el bienestar y los síntomas precursores del final de la vida. Esta validación fue crucial para que los investigadores desarrollen una guía para ampliar el reconocimiento y el manejo de los síntomas en cualquier residencia de ancianos. El uso de instrumentos utilizados en otros estudios facilita la comparación directa de los hallazgos. 

Claves 

Los investigadores se encuentran en las últimas etapas del ensayo clínico UPLIFT-AD para mejorar la calidad de la atención a las personas con demencia mediante la creación de capacidad para cuidados paliativos en hogares de ancianos.

“Las personas reciben atención en residencias porque tienen necesidades significativas (apoyo para las actividades de la vida diaria), así como por afecciones crónicas complejas, graves y múltiples. Sin embargo, medir los síntomas de los residentes, especialmente de aquellos con deterioro cognitivo, para abordar estas necesidades es un desafío”, han afirmado los autores en un comunicado.

Y han insistido: "En mis dos décadas de trabajo como médicos clínicos en residencias de ancianos, así como investigadores, hemos observado que, a menudo, la información sobre los síntomas que buscamos no está disponible de forma consistente en los datos ya recopilados o no se recoge con la frecuencia necesaria para medir el impacto de los programas y enfoques. Y la clave para saber si alguien tiene un síntoma, por ejemplo, si tiene dolor o ansiedad, es pedirle directamente que evalúe el síntoma, no siempre es posible para los residentes con deterioro cognitivo. Por eso, tomamos medidas para validar un instrumento de uso común en una población más amplia (personas que actualmente viven con deterioro cognitivo) y añadimos los datos adicionales necesarios.

Si bien los cuidados paliativos suelen estar disponibles, existe un amplio reconocimiento de la necesidad de que éstos sean más amplios en las residencias. Sin embargo, no existe una hoja de ruta para brindarlos adecuadamente. Esperamos que, cuando tengamos los resultados finales en 2026, UPLIFT-AD, demuestre ser un modelo replicable para implementar este tipo de atención tan necesaria.

Sobre el autor:

Úrsula Segoviano

Redactora especializada en temas de salud y dependencia. 

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