Dr. Joaquín Alacio: "La pérdida auditiva lleva a un aislamiento social y se asocia con depresión"

Los Institutos Nacionales de la Salud de EEUU aseguran que "la pérdida de la audición relacionada con la edad (también llamada presbiacusia) es una disminución auditiva que ocurre gradualmente para muchos de nosotros a medida que envejecemos". Pero puede ir a más sino lo percibes. 'Todo suena' y cuando no percibes que has perdido este sentido te dejas encerrar en una burbuja en la que el aislamineto es tu enemigo. 

Hablamos de todo ello con  el Dr. Joaquín Alacio Casero, Jefe de Servicio de ORL del Hospital Universitario Ruber Juan Bravo.

PREGUNTA.- ¿Cuál es la incidencia de la pérdida auditiva en España?

RESPUESTA.- Ee estima que en torno al 11-12% de la población española en general, llegando al 25% en los mayores de 65 años y al 80% en los mayores de 80.

P.- ¿Es común la pérdida de audición con la edad?

R.- Sí. Aunque el proceso degenerativo del oído es progresivo desde edades tempranas, es a partir de los 50 años cuando empezamos a ver alteraciones audiométricas que se hacen progresivas llegando a interferir en la calidad de vida.

P.- ¿Existen diferentes tipos de sordera?

R.- Sí. Fundamentalmente diferenciamos dos tipos. Las de conducción o transmisivas, donde el problema es que el sonido no llega correctamente al oído interno, por ejemplo, una infección de oído, una perforación del tímpano o un simple tapón de cerumen. Y las de percepción o neurosensoriales donde el sonido llega en condiciones normales pero nuestro oído interno no es capaz de procesarlo correctamente como ocurre con la presbiacusia o pérdida auditiva asociada a la edad como causa más frecuente.

P.- ¿Las personas se dan cuenta cuando pierden audición?

R.- Cuando la pérdida es brusca sí, pero lo habitual es que el proceso sea progresivo de forma lenta, con lo que habitualmente son los que nos rodean los que nos dicen que no entendemos bien, que pedimos que nos repitan las cosas o que ponemos el volumen del televisor excesivamente alto. Esto lleva a que el diagnóstico sea bastante tardío.

P.- ¿Qué síntomas indican que tengo pérdida auditiva?

R.- Fundamentalmente no entender correctamente lo que nos están diciendo, sobre todo en los primeros momentos en reuniones donde hay un cierto nivel de ruido, pedir que nos repitan, tener dificultades para entender películas o series de televisión.

P.- ¿Los tinnitus tienen que ver con la pérdida auditiva?

R.- Sí. Por regla general el ruido en el oído es la otra cara de la moneda que indica el mal funcionamiento de nuestro oído interno.

P.- ¿El uso de cascos perjudica la audición?

R.- Sí y no. El uso de cascos a intensidades moderadas no debe suponer ningún problema, pero si la intensidad de sonido es elevada supone un traumatismo acústico crónico que acelera la pérdida auditiva, sumándole al deterioro de la edad el provocado por ruido continuado.

P.- ¿Cómo debo proteger mis oidos?

R.- Mantener una correcta higiene del mismo, evitando manipulaciones excesivas como uso de bastoncillos etc. Usar intensidades de sonido correctas en nuestros dispositivos, y protegernos ante posibles ruidos intensos que, por causa laboral o recreativa, por ejemplo, la caza, nos puedan provocar lesiones por medio de tapones adecuados.

P.- ¿Cómo puedo saber si un medicamento es nocivo para mi oído?

R.- Lo primero pidiendo información a nuestro médico y leyendo los prospectos de los medicamentos. Además, existen múltiples páginas en internet con información y listas detalladas sobre medicamentos potencialmente ototóxicos.

P.- ¿Cómo se determina la pérdida de audición? 

R.- La prueba fundamental es la audiometría, que es la respuesta ante estímulos sonoros de intensidad y frecuencia regulada en cabinas insonorizadas. Pero la prueba más útil para determinar la importancia de la pérdida auditiva y su repercusión en nuestra vida es la logoaudiometría, o audiometría verbal, que es la capacidad de repetir palabras que el examinador nos va diciendo en intensidades crecientes. Hay que tener en cuenta lo que contábamos al principio, el problema en muchas ocasiones no es que no oigamos, sino que no entendemos el mensaje sonoro que nos dicen.

P.- ¿Cómo se trata?  

R.- Dependerá de la causa y el tipo de pérdida auditiva. En general, las causas transmisivas pueden tener una solución tan simple, como extraer un tapón, o una solución quirúrgica como sustituir uno de los huesecillos del oído o cerrar una perforación del tímpano. Las pérdidas auditivas neurosensoriales o de percepción del sonido (las producidas por lesión del oído interno) tiene una primera solución con el uso de audífonos y en casos extremos con implante coclear.

 

 

P.- ¿Existe una conexión entre la pérdida de audición y el deterioro cognitivo?

R.- La demencia es un problema de salud global, con el incremento en la longevidad el deterioro cognitivo ya es considerado un problema de salud pública significativo. En el año 2017, la revista de gran prestigio 'Lancet' consideró que la hipoacusia es el principal factor de riesgo modificable de la demencia. La pérdida auditiva acelera el deterioro cognitivo por ser una deprivación sensorial y desencadenar aislamiento social. La hipoacusia en el adulto mayor se correlaciona con una pérdida de volumen cerebral en la corteza auditiva, en el lóbulo temporal y de la masaencefálica global. 

La hipoacusia también lleva a un aislamiento social y se asocia con depresión, ambos factores contribuyen a un deterioro cognitivo acelerado. Diversos estudios comparan la relación entre perdida auditiva y deterioro cognitivo utilizando la correlación entre audiometria y el 'Mini-mental examen' (MMSE), prueba básica para determinar el deterioro cognitivo, encontrándose datos tan significativos como que que por cada 10 dB perdidos en la audición hay una reducción de cinco puntos en el MMSE. También concluyeron que el deterioro cognitivo asociado a una pérdida de 25 dB equivale a 7 años de deterioro mental.

P.- ¿Cómo se pueden disminuir los efectos de la sordera?

R.- En primer lugar, con un diagnóstico precoz, con controles auditivos periódicos y con el uso de los dispositivos más adecuados parea evitar la limitación auditiva. Generalmente, con uso de audífonos ante pérdidas pequeñas y en casos extremos con la posibilidad de implantes cocleares. Debemos quitar el estigma negativo que supone el uso de audífonos y dejarnos aconsejar por profesionales acreditados que nos indiquen cuál es la mejor opción para prevenir el aislamiento y el deterioro mental que acompaña a la hipoacusia.