El envejecimiento es un proceso complejo caracterizado por múltiples cambios fisiopatológicos que impactan significativamente en la función cognitiva. La hipomagnesemia (concentración sérica de magnesio baja) y la hipocalcemia (concentración baja de calcio en la sangre). Ambas condiciones exacerban el deterioro cognitivo, como documenta un estudio de 'Journal of American Society Geriatrics' .
Asimismo, investigaciones anteriores han hallado que la edad, el índice de masa corporal (IMC) y la insuficiencia cardíaca crónica están asociados con cambios en las habilidades de pensamiento. También se ha demostrado que unos niveles más bajos de calcio (Ca) y magnesio (Mg) en sangre están relacionados con un peor rendimiento en pruebas cognitivas. Así, por ejemplo, un estudio de cohorte prospectivo de 17 años que involucró a 1. 081 adultos mayores de 60 años y más, encontró que el aumento de la ingesta dietética utoreportada de ambos se asoció con un riesgo reducido de demencia por todas las causas.
Otro ensayo reciente de 'Alzheimrs Assocaiton' examinó los efectos de la ingesta dietética de ambos nutrientes y la relación entre ellos en una población mayor durante un período de seguimiento de 5 años. Los hallazgos revelaron que los participantes con los niveles más bajos de ambos en la dieta tuvieron la mayor incidencia de demencia. Sin embargo, la mayoría de los trabajos se han centrado en la ingesta alimentaria en lugar de en los niveles séricos reales de estos nutrientes. Y, al parecer, no hay constatación de que hayan evaluado simultáneamente la relación entre las concentraciones séricas de Mg y Ca y la función cognitiva en pacientes de edad avanzada.
Nuevas evidencias
Ahora llega una investigación, publicada en 'Nutrients' y llevada a cabo por La Universidad de Lodz (Polonia), que determina qué niveles séricos bajos de calcio y magnesio se asocian con un peor rendimiento cognitivo. Antes es importante recordar que a medida que envejecemos, los sistemas y órganos de nuestro cuerpo cambian lentamente, incluido el cerebro.
El deterioro cognitivo (un lento deterioro de las capacidades de pensamiento) es común. Sin embargo, no es inevitable y algunas personas mantienen un buen rendimiento mental hasta bien entrados los años. Es importante distinguir entre el deterioro cognitivo, que se considera una parte normal del envejecimiento,y la demencia, que no lo es. Aunque esta última generalmente comienza con el deterioro cognitivo, no todas las personas que lo padecen desarrollarán esta última. Aun así, el deterioro puede hacer que la vida cotidiana sea más desafiante. Por lo tanto, a medida que la edad promedio en Occidente aumenta de manera constante, es vital comprender los factores que contribuyen al mismo.
Un total de 1.220 adultos hospitalizados de 60 años o más capaces de comunicarse verbalmente con otras personas formaron parte del nuevo estudio. Se analizaron muestras de suero sanguíneo para determinar los niveles de calcio y magnesio. Con base en estas evaluaciones, los participantes del estudio fueron clasificados como aquellos con niveles séricos normales de calcio y magnesio, hipomagnesemia, hipocalcemia o ambas (tanto hipomagnesemia como hipocalcemia).
El rendimiento cognitivo se evaluó mediante dos puebas: Mini-Mental State Examination (MMSE) y el Clock-Drawing Test (CDT). Se analizó la asociación entre los niveles séricos de calcio y magnesio y el rendimiento cognitivo después de ajustar los posibles factores de confusión, como la edad, el sexo, el índice de masa corporal (IMC) y las comorbilidades.
Los hallazgos
Los puntuaciones más altas en las pruebas cognitivas se observaron en los participantes con niveles séricos normales de calcio y magnesio, seguidos por los que tenían hipomagnesemia, hipocalcemia o ambas. Los participantes con hipocalcemia o tanto hipocalcemia como hipomagnesemia mostraron puntajes significativamente más bajos en ambas pruebas cognitivas que los individuos con niveles normales de calcio y magnesio o hipomagnesemia.
Tras ajustar los posibles los posibles factores de confusión, el análisis reveló asociaciones inversas entre las deficiencias de calcio y magnesio y las puntuaciones en las pruebas cognitivas. En general, la presencia de accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca, fibrilación auricular y enfermedad renal crónica se relacionó con un menor rendimiento cognitivo, mientras que la hipertensión y trastornos lipídicos se asoció con un mejor rendimiento cognitivo. La edad tuvo un impacto negativo significativo en el rendimiento cognitivo. Comparativamente, el IMC tuvo una asociación positiva con este. Tanto la hipomagnesemia como la hipocalcemia se asocian con un rendimiento cognitivo reducido en los adultos mayores.
Los participantes del estudio con demencia, definida por puntuaciones en el MMSE inferiores a 24, mostraron niveles séricos significativamente más bajos de calcio y magnesio. De manera similar, los que tenían un rendimiento cognitivo deficiente, determinado por puntuaciones en el CDT inferiores a cinco, mostraron niveles de calcio sustancialmente más bajos.
Relación única en forma de U entre el magnesio: Algunos estudios han observado una relación en forma de U entre los niveles de magnesio y el deterioro cognitivo, donde tanto la deficiencia como el exceso de magnesio se relacionaron con malos resultados cognitivos, lo que subraya la necesidad de niveles equilibrados del mineral.
Observaciones
Trabajos previos que investigaron las deficiencias de magnesio en poblaciones mayores han arrojado resultados contradictorios. Aunque algunos vinculan una ingesta elevada del mineral en la dieta con un mejor rendimiento cognitivo, otros subrayan que tanto los niveles bajos como los altos están asociados con un mayor riesgo de demencia y deterioro cognitivo leve. Por lo tanto, la asociación entre los niveles de magnesio y el rendimiento cognitivo podría ser bidireccional. La hipomagnesemia puede provocar un menor rendimiento cognitivo; sin embargo, el deterioro de la función cognitiva debido a deficiencias nutricionales también podría contribuir a niveles más bajos de magnesio.
Asimismo, trabajos anteriores han establecido una relación entre la hipercalcemia (calcio demasiado alto) y un mayor riesgo de padecer alzhéimer. Sin embargo, numerosos ensayos también han identificado una asociación entre la hipocalcemia y un rendimiento cognitivo deficiente. Los participantes del estudio con hipertensión y trastornos lipídicos mostraron un mayor rendimiento cognitivo. Los científicos justifican estos hallazgos afirmando que los niveles elevados de colesterol total y colesterol de lipoproteínas de baja densidad (el LDL, el malo) en adultos mayores pueden estar relacionados con un ritmo más lento de deterioro cognitivo, ya que estos lípidos son vitales para mantener la integridad celular en el cerebro.
Dos pruebas cognitivas utilizadas en el presente estudio tienen rangos de puntuación estrechos y pueden carecer de sensibilidad para detectar cambios cognitivos sutiles. Por lo tanto, los estudios futuros deberían incorporar evaluaciones neuropsicológicas más completas para explorar mejor la relación entre las deficiencias de magnesio y calcio y la función cognitiva.