La siesta diurna, definida como breves períodos de sueño durante el día, es universal y un comportamiento común. La Fundación Española del Corazón reconoce: "Seis de cada 10 españoles no duermen nunca la siesta, una actividad que hasta hace poco era nuestro deporte nacional. Y cometen un grave error, porque ese descanso tras la comida proporciona grandes beneficios a la salud. El ser humano es de los pocos animales que duerme una sola vez al día. El resto son durmientes polifásicos; es decir, alternan fases de sueño y vigilia durante todo el día".
La institución reconoce que "algunas investigaciones indican que el hombre primitivo también lo era, pero abandonó esa costumbre para adaptarse a ritmos de vida cada vez más rápidos. En los últimos 100 años, además, hemos perdido, al menos, dos horas diarias de sueño. Por eso, la costumbre de la siesta, que solo practica en España un 16,2% de la población, según la Fundación de Educación para la Salud del Hospital Clínico San Carlos y la Asociación Española de la Cama (Asocama), podría ayudarnos a recuperar el sueño perdido y asegurarnos un ritmo de vida más sano. Porque la siesta, como ha demostrado la ciencia, proporciona beneficios físicos y mentales:
Pero también tiene otros beneficios. Un estudio de 'Journal of Sleep Research' documenta que después de una siesta prolongada (>30 minutos), surge un deterioro temporal del rendimiento, seguido de mejoras que pueden durar hasta un día.
Si bien recientemente se ha prestado más atención a la siesta, sigue sin estar claro si ésta podría ser beneficiosa o perjudicial para la cognición. Recordemos que solo en España 800.000 personas sufren demencia. Pues bien, el año pasado una investigación, publicada en ‘Sleep Health’ mostró que el hábito sencillo y económico de la siesta reduce el riesgo de demencia. El estudio con 35.000 participantes también ha constatado que esta costumbre puede servir para evitar el encogimiento cerebral.
El crecimiento cerebral es importante puesto que un encogimiento del hipocampo, una parte del cerebro que se asocia con la memoria, puede dar lugar a un deterioro cognitivo leve. De hecho, el encogimiento cerebral es más rápido en las personas con enfermedades neurodegenerativas. Y no sólo eso, pues también es un proceso que suele darse con la edad. Pues bien, la siesta de no más de 20 minutos lo evita.
El nuevo libro
Pues bien, ahora llega un nuevo libro que corrobora esta teoría. Las personas pueden reducir el riesgo de padecer demencia relacionada con la edad ejercitando adecuadamente su cerebro y durmiendo siestas en lugar de buscar en Google, según el académico canadiense Mohamed I. Elmasry, profesor emérito de Ingeniería Informática en la Universidad de Waterloo.
En su nuevo libro, ‘iMind: Artificial and Real Intelligence’ (con prólogo de la bióloga celular canadiense Aileen Burford-Mason), Elmasry afirma que hábitos diarios simples como las siestas por la tarde, los ejercicios de memoria y no usar el teléfono pueden aumentar las probabilidades de un envejecimiento saludable. En el libro también se afirma que el foco se ha desplazado demasiado de la Inteligencia Artificial. IA (natural o real) a favor de la inteligencia artificial (máquina o artificial).
Elmasry nos llama a nutrir nuestra mente humana que, como los teléfonos inteligentes, tiene 'hardware', 'software' y 'aplicaciones', pero es mucho más poderosa y durará mucho más con el cuidado adecuado.
El profesor Elmasry, un experto internacionalmente reconocido en diseño de microchips e IA, se inspiró para escribir el libro después de la muerte de su cuñado por alzhéimer y de otras personas muy cercanas a él, incluida su madre, por otras formas de demencia.
Aunque dice que los dispositivos inteligentes "son cada vez más inteligentes", sostiene en iMind que ninguno se acerca a "duplicar la capacidad, el almacenamiento, la longevidad, la eficiencia energética o las capacidades de autocuración del cerebro-mente humano original".
Un cerebro-mente sano en un cuerpo puede vivir 100 años
Escribe que: "La esperanza de vida útil de los teléfonos inteligentes actuales es de alrededor de 10 años, mientras que un cerebro-mente sano dentro de un cuerpo humano sano puede vivir 100 años o más".
E insiste: "Tu cerebro-mente es el activo más valioso que tienes o que tendrás jamás. Aumenta su potencial y longevidad cuidándolo desde temprano en la vida, manteniéndolo a él y a tu cuerpo sanos para que puedan seguir desarrollándose".
Para él "los humanos pueden desarrollar y poner a prueba su memoria de forma intencionada jugando a ‘juegos mentales’ o realizando ejercicios cerebrales a diario. No se puede ejercitar la memoria del teléfono inteligente para que dure más o para que funcione a un nivel superior".
En 'iMind: Inteligencia Artificial y Real', el profesor Elmasry comparte una anécdota sobre cuando sus nietos tuvieron que usar el motor de búsqueda de sus teléfonos inteligentes para nombrar la capital de Cuba; acababan de pasar una semana en el país con sus padres.
La historia ilustra cómo los jóvenes han llegado a depender de las aplicaciones de inteligencia artificial para teléfonos inteligentes en lugar de utilizar su inteligencia real (IR), afirma, y añade: "Una memoria sana va de la mano con la inteligencia real. Nuestra memoria simplemente no puede alcanzar su máximo potencial sin la IR".
Publicado por Routledge, incluye una amplia información sobre la historia del diseño de microchips, el aprendizaje automático y la IA y su papel en los teléfonos inteligentes y otras tecnologías. El libro también explica cómo funcionan realmente la IA y la inteligencia humana, y cómo la función cerebral vincula la mente y la memoria. Compara la mente y el cerebro humanos con los de los teléfonos inteligentes, ChatGPT y otros sistemas basados en IA.
Basándose en investigaciones exhaustivas existentes,'iMind' tiene como objetivo reducir la brecha de conocimiento entre la inteligencia real y la artificial, abordar la controversia actual en torno a la IA e inspirar a los investigadores a encontrar nuevos tratamientos para el alzhéimer, otras enfermedades neurodegenerativas y el cáncer.
El profesor Elmasry sostiene que la inteligencia artificial actual o incluso la que se planea desarrollar no puede igualar las capacidades del cerebro-mente humano en cuanto a velocidad, precisión, capacidad de almacenamiento y otras funciones. El envejecimiento saludable, señala, es tan importante como el cambio climático, pero no atrae ni una fracción de la publicidad.
Reformas para un envejecimiento saludable
Pide a los responsables políticos que adopten una serie de reformas clave para promover el envejecimiento saludable. Entre esos cambios, sugiere que las salas de bingo podrían dejar de ser un entretenimiento sedentario para convertirse en centros de aprendizaje activos y estimulantes.
Además de tomar siestas para refrescar nuestra memoria y otras funciones cerebrales y corporales, también describe una serie de consejos prácticos para aumentar el poder cerebral y mejorar nuestra inteligencia real.
Entre ellas se encuentra la creación de una memoria "asociativa", el "diccionario de significados" del cerebro, donde este agrega nueva información a lo que ya sabe. Intente leer un libro en voz alta, utilizando todos sus sentidos en lugar de actuar en piloto automático y convirtiendo los encuentros diarios en experiencias vividas en su totalidad.
Otras técnicas incluyen integrar un día de verdadero descanso en la semana, revisar el estilo de vida a partir de los 20 o 30 años, adoptar una dieta saludable y eliminar o moderar radicalmente el consumo de alcohol para reducir el riesgo de demencia.
Sobre el autor:
Patricia Matey
Licenciada en Ciencias de la Información (Universidad Complutense de Madrid. 1986-1991), es periodista especializada en información de salud, medicina y biociencia desde hace 33 años. Durante todo este tiempo ha desarrollado su profesión primero en el suplemento SALUD de EL MUNDO (22 años), luego como coordinadora de los portales digitales Psiquiatría Infantil y Sexualidad en el mismo diario. Ha colaborado en distintos medios como El País, La Joya. la revista LVR, Muy Interesante, Cambio 16, Indagando TV o El Confidencial. En este último ejerció de jefa de sección de Alimente durante cuatro años. Su trayectoria ha sido reconocida con los premios de periodismo de la Sociedad Española de Oncología Médica, premio Boehringer-Ingelheim, premio de la Asociación Española de Derecho Farmacéutico, premio Salud de la Mujer, premio de Comunicación del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid o Premio de Periodismo de Pfizer. Actualmente es la responsable de la sección Cuídate+ sobre longevidad saludable de 65YMÁS.