A medida que los riñones sufren cambios anatómicos y funcionales asociados con el envejecimiento, se produce una disminución gradual de la tasa de filtración glomerular (TFG), lo que indica una pérdida de la función renal. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Atlanta (Los famosos CDC) estiman en un tercio (38 %) de las personas de más 65 años tienen un deterioro crónico y persistente, que tiene un impacto significativo en la salud general y la calidad de vida de un individuo.
Este deterioro lento y progresivo puede atribuirse a una variedad de factores; algunos son parte del proceso natural de envejecimiento, mientras que otros son consecuencia de comorbilidades subyacentes, como constata un estudio de 'Hypertension Research'
Más de una enfermedad
Otras enfermedades crónicas desempeñan un papel crucial en las vías fisiopatológicas responsables del deterioro de la TFG en las personas mayores. Las asociaciones entre las enfermedades crónicas individuales y el deterioro de la función renal se han estudiado ampliamente y se ha establecido que varias enfermedades crónicas son causa y consecuencia de patologías como diabetes e hipertensión, anemia y aterosclerosis, del deterioro de la función renal.
Sin embargo, centrarse en las comorbilidades individuales puede no lograr captar el panorama completo, especialmente en poblaciones de mayor edad, donde las enfermedades crónicas rara vez ‘van solas de la mano’.
En cambio, hasta nueve de cada diez adultos mayores pueden tener multimorbilidad, es decir, la presencia de dos o más enfermedades crónicas. Estas tienden a agruparse más allá de la casualidad, lo que lleva a patrones de multimorbilidad que comprenden enfermedades con factores de riesgo, procesos fisiopatológicos o incluso vínculos genéticos compartidos.
Ahora llega una nueva investigación que corrobora lo anteriormente anotada en este artículo. Al parecer, los adultos mayores con múltiples enfermedades crónicas pueden enfrentar un alto riesgo de deterioro de la función renal, según una nueva investigación publicada en el Journal of the American Geriatrics Society .
En el estudio se hizo un seguimiento de 3.094 personas mayores del 'Estudio Nacional Sueco sobre Envejecimiento y Cuidados en Kungsholmen durante 15 años'.
Relación dosis-respuesta
Hubo una relación dosis-respuesta independiente entre el número de enfermedades crónicas y el deterioro de la función renal, de modo que a medida que aumentaba el número de enfermedades crónicas, el deterioro de la función renal se hacía más probable y más pronunciado.
Si se considera la composición de las enfermedades en lugar de solo la cantidad, el riesgo de deterioro de la función renal fue especialmente alto para las personas con enfermedades cardiometabólicas. Por otro lado, las personas con comorbilidades psiquiátricas y respiratorias no parecieron tener riesgos elevados de deterioro de la función renal, a pesar de tener un número promedio más alto de enfermedades.
"Nuestros hallazgos enfatizan la importancia de una evaluación integral que tenga en cuenta no solo la carga general de enfermedades crónicas, sino también la compleja interacción entre enfermedades al evaluar el riesgo de deterioro de la función renal en adultos mayores", ha dicho en un comunicado dijo autor correspondiente Giorgi Beridze, del Instituto Karolinska y la Universidad de Estocolmo (ambos en Suecia)
Y ha insistido: "Las personas que presentan enfermedades que son características de patrones de multimorbilidad de alto riesgo pueden beneficiarse particularmente de un mayor control de la función renal, la promoción de un estilo de vida saludable e intervenciones farmacológicas oportunas".
Sobre el autor:
Patricia Matey
Licenciada en Ciencias de la Información (Universidad Complutense de Madrid. 1986-1991), es periodista especializada en información de salud, medicina y biociencia desde hace 33 años. Durante todo este tiempo ha desarrollado su profesión primero en el suplemento SALUD de EL MUNDO (22 años), luego como coordinadora de los portales digitales Psiquiatría Infantil y Sexualidad en el mismo diario. Ha colaborado en distintos medios como El País, La Joya. la revista LVR, Muy Interesante, Cambio 16, Indagando TV o El Confidencial. En este último ejerció de jefa de sección de Alimente durante cuatro años. Su trayectoria ha sido reconocida con los premios de periodismo de la Sociedad Española de Oncología Médica, premio Boehringer-Ingelheim, premio de la Asociación Española de Derecho Farmacéutico, premio Salud de la Mujer, premio de Comunicación del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid o Premio de Periodismo de Pfizer. Actualmente es la responsable de la sección Cuídate+ sobre longevidad saludable de 65YMÁS.