Longevidad saludable

¿Pueden la dieta y el índice cintura-cadera predecir la salud cerebral al hacernos mayores?

Patricia Matey

Foto: Bigstock

Lunes 31 de marzo de 2025

6 minutos

La alimentación sana y el ICC en la mediana edad influyen en una buena cognición futura

¿Pueden la dieta y el índice cintura-cadera predecir la salud cerebral al hacernos mayores?
Patricia Matey

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Lunes 31 de marzo de 2025

6 minutos

La población general camina hacia hábitos alimentarios poco saludables lo que se asocia con fuerza a un aumento de enfermedades como la diabetes, las cardiovasculares o la obesidad. Y todas estas enfermedades son conocidos factores de riesgo para la demencia, como constata un estudio publicado en ‘Lancet’. 

La Organización Mundial de la Salud recomienda una dieta equilibrada con un alto consumo de alimentos vegetales, como la dieta mediterránea, y el control del peso para reducir el riesgo de demencia. Es fundamental, por tanto, considerar las implicaciones de la dieta general y la obesidad central para la memoria y las regiones cerebrales asociadas, como el hipocampo.

El Índice de Masa Corporal se ha utilizado para medir la salud de una persona desde principios de la década de 1970, como describe un artículo de 'Cureus'. Investigaciones anteriores muestran que el IMC presenta algunas limitaciones, como recoge la Librería Nacional de Medicina de EE.UU. 

Por esta razón, los científicos también han estado examinando el uso del índice cintura-cadera (ICC) como sustituto del IMC.

Estudios previos han descubierto que el ICC puede ser una mejor herramienta para el control del peso que el IMC y han vinculado un ICC más alto con un mayor riesgo de deterioro cognitivo.

Nuevos datos 

Ahora un nuevo estudio, publicado en 'JAMA Network Open', ha encontrado evidencia que sugiere que las personas que siguen una dieta más saludable y tienen un ICC más bajo durante la mediana edad podrían tener una mejor salud cerebral y cognitivas, según cumplen años 

Para llevarlo a cabo, los investigadores analizaron datos de salud de los participantes del Estudio Whitehall II, donde se midió la dieta y el ICC en tres ocasiones diferentes a lo largo de 30 años, y del Subestudio de Imagenología Whitehall II, donde algunos participantes también se sometieron a resonancias magnéticas cerebrales y pruebas cognitivas.

La edad promedio de los participantes fue de 48 años desde el inicio del Estudio Whitehall II hasta los 70 años, lo que permitió a los investigadores centrarse en la mediana edad.

La dieta mediterránea protege frente a la depresión mientras que la occidental aumenta el riesgo

 

Según los científicos, dirigidos por Daria E. A. Jensen, doctora en Filosofía (DPhil), investigadora postdoctoral en la Clínica de Neurología Cognitiva del Centro Médico Universitario de Leipzig y en el Departamento de Neurología del Instituto Max Planck de Ciencias Cognitivas y Cerebrales Humanas (Alemania), el ensayo buscó abordar las deficiencias en la investigación existente examinando los efectos a largo plazo de la calidad general de la dieta y el ICC (como medida de la grasa abdominal) en la conectividad cerebral y la función cognitiva. Al aprovechar los datos del estudio Whitehall II, buscaron comprender cómo estos factores influyen en la salud cerebral a lo largo del tiempo.

Mejor función cognitiva

Al concluir el estudio, Jensen y su equipo descubrieron que una dieta de mayor calidad y un ICC más bajo en la mediana edad se asociaban con la conectividad estructural y funcional del hipocampo en la vejez.

“Este importante hallazgo destaca el papel crucial de factores modificables del estilo de vida, como la calidad de la dieta y el manejo del ICC, en la mejora de la conectividad cerebral, especialmente en el hipocampo, una región vital para la memoria y el aprendizaje. Estos datos sugieren que las intervenciones centradas en mejorar la dieta y controlar la obesidad central podrían ser más beneficiosas si se implementan durante este período crítico, reduciendo potencialmente el riesgo de deterioro cognitivo y demencia en la edad adulta”, han explicado. 

Además, los investigadores observaron que un ICC más bajo en la mediana edad se correlacionaba con una mejor memoria de trabajo y función ejecutiva en la vejez. Esta asociación subraya la importancia de controlar la obesidad central para la salud cognitiva.

Además, la relación entre el ICC en la mediana edad y el rendimiento cognitivo estuvo mediada por la conectividad de la sustancia blanca, lo que indica que la salud metabólica en la mediana edad puede afectar la estructura cerebral, lo que a su vez afecta los resultados cognitivos.

“Estos resultados concuerdan con las teorías que sugieren que los factores de riesgo del estilo de vida influyen en la salud cognitiva a través de cambios en la microestructura cerebral, lo que resalta la necesidad de intervenciones específicas durante la mediana edad para promover el bienestar cognitivo a largo plazo”, han determinado los investigadores. 

Sobre el autor:

Patricia Matey

Patricia Matey

Licenciada en Ciencias de la Información (Universidad Complutense de Madrid. 1986-1991), es periodista especializada en información de salud, medicina y biociencia desde hace 33 años. Durante todo este tiempo ha desarrollado su profesión primero en el suplemento SALUD de EL MUNDO (22 años), luego como coordinadora de los portales digitales Psiquiatría Infantil y Sexualidad en el mismo diario. Ha colaborado en distintos medios como El País, La Joya. la revista LVR, Muy Interesante, Cambio 16, Indagando TV o El Confidencial. En este último ejerció de jefa de sección de Alimente durante cuatro años. Su trayectoria ha sido reconocida con los premios de periodismo de la Sociedad Española de Oncología Médica, premio Boehringer-Ingelheim, premio de la Asociación Española de Derecho Farmacéutico, premio Salud de la Mujer, premio de Comunicación del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid o Premio de Periodismo de Pfizer. Actualmente es la responsable de la sección Cuídate+ sobre longevidad saludable de 65YMÁS.

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