Los sentimientos de gratitud pueden aumentar la longevidad

Promover un envejecimiento saludable es una prioridad de salud pública en la mayoría de los países occidentales. No obstante, y hasta ahora, los esfuerzos biomédicos y de salud pública para aumentar la longevidad se han centrado en reducir los factores de riesgo de enfermedad, aunque existe un creciente interés en los factores psicológicos positivos que mejoran la salud y el bienestar, documenta un estudio de 'Epidemiology'. 

Los conocimientos que abarcan desde la sabiduría antigua hasta la investigación moderna en ciencias sociales sugieren que la gratitud es un factor psicológico potencialmente modificable que contribuye a mejorar los estados de salud. Esta puede ser conceptualizada como un rasgo y un estado. La gratitud rasgo o disposición se define a menudo como una tendencia generalizada a notar y responder con emoción agradecida a las experiencias positivas de la vida”, como apunta un ensayo de 'Clinical Psychology Review'.

Aumento de recursos de las personas agradecidas

Las personas con una mayor disposición agradecida tienen más probabilidades de experimentar estados emocionales de gratitud en un momento dado. Esta implica un proceso de dos pasos: primero, las personas reconocen la obtención de una experiencia o resultado positivo; segundo, atribuyen este resultado positivo a una fuente externa (es decir, la gratitud puede dirigirse hacia otras personas, las circunstancias o entidades intangibles). 

Estas actividades fomentan el crecimiento de recursos psicológicos, físicos y sociales, lo que inicia una espiral positiva que conduce a una mejor salud, como defiende la Asociación Americana de Psicología. Si bien la tendencia de una persona a experimentar gratitud es relativamente estable, la evidencia de ensayos clínicos aleatorizados sugiere que es potencialmente modificable. Se han desarrollado técnicas simples y de bajo costo para mejorar la gratitud. Sin embargo, su eficacia para mejorar la salud, especialmente la salud física, sigue sin estar clara, al menos hasta ahora. 

Nuevos hallazgos 

Ahora un nuevo estudio, destinado a abordar estas lagunas de conocimiento, examinó la asociación entre la gratitud y la mortalidad en una gran cohorte de mujeres mayores, con un amplio control de posibles factores de confusión. Los autores plantearon la hipótesis de que la experiencia del afecto de gratitud está inversamente asociada con la mortalidad por todas las causas y por causas específicas.

La investigación ha constatado que las mujeres mayores que obtuvieron la puntuación más alta en un cuestionario que medía la gratitud tenían un riesgo 9% menor de muerte prematura por cualquier causa, en comparación con aquellas con menor sentimiento como este, Los hallazgos se ha publicado en la revista 'JAMA Psychiatry'. 

"Los resultados sugieren que los sentimientos de gratitud "pueden aumentar la longevidad entre los adultos mayores", ha declarado en un comunicado de prensa el autor principal Ying Chen, científica investigadora de la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard.

49.000 enfermeras

Para el estudio, los investigadores analizaron datos recopilados del 'Estudio de Salud de Enfermeras a largo plazo'.En 2016, más de 49.000 mujeres del ensayo, con una edad media de 79 años, completaron un test de gratitud de seis preguntas. Tenían que estar de acuerdo o en desacuerdo con afirmaciones como: "Tengo tantas cosas por las que estar agradecida en la vida" y "Si tuviera que enumerar todo aquello por lo que me siento agradecida, sería una lista muy larga", entre otras. 

Tres años después, los investigadores hicieron un seguimiento para identificar muertes entre esas mujeres y descubrieron que más de 4.600 participantes habían muerto, la mayoría de ellas por enfermedades cardíacas.Aquellos con los niveles más altos de gratitud tenían un menor riesgo de muerte por cualquier causa, en comparación con aquellos con los niveles más bajos, según muestran los resultados.

Según los investigadores, la gratitud pareció proteger contra todas las causas específicas de muerte incluidas en el estudio, y más significativamente contra la muerte por enfermedad cardíaca. Otras causas incluyeron cáncer, enfermedades respiratorias , enfermedades neurodegenerativas  infecciones y lesiones. Basándose en esto, las personas podrían mejorar su salud concentrándose en cosas por las que están agradecidos.

"Investigaciones anteriores indican que existen formas de fomentar intencionalmente la gratitud, como escribir o hablar sobre aquello por lo que uno está agradecido unas cuantas veces a la semana. Promover el envejecimiento saludable es una prioridad de salud pública y esperamos que estudios futuros mejoren nuestra comprensión de la gratitud como recurso psicológico para mejorar la longevidad", ha insistido la  investigadora.