Para ellos es la 'hormona del sexo', pero para la ciencia es mucho más que eso. Hablamos de la testosterona. Sabemos que es la hormona masculina más importante. Es un esteroide que se produce en los testículos y promueve la síntesis proteica, influyendo en el estado de ánimo al estar relacionada con la producción de dopamina, un importante antidepresivo natural. También determina la densidad ósea y la musculatura. Interviene en la producción de espermatozoides y glóbulos blancos y en la libido. Asimismo, influye en el desarrollo del vello corporal, en la distribución de la grasa, el colesterol 'bueno' (HDL) y en las funciones cognitivas (mejora la memoria y la capacidad de concentración, así como el procesamiento espacial), tal y como documenta AFEMEFA.
Y ahora sabemos más, gracias a un nuevo estudio publicado en 'Annals of Internal Medicine', que unas cifras bajas de ella se asocian a un mayor riesgo de muerte por cualquier causa., pero si lasson aún menoresse incrementa de forma significativa el riesgo de morir por culpa del corazón.
Recordemos que los varones mayores tienen concentraciones de testosterona más bajas en promedio que los más jóvenes o de mediana edad, particularmente después de los 70 años
En declaraciones a 65yMÁS, el autor principal de esta nuevo ensayo de la Universidad de Australia Occidental, el Dr. Bu Yeap, aclara cómo se ha llevado a cabo la investigación. "Se trata de un análisis exhaustivo de las relaciones entre las concentraciones de testosterona y resultados importantes de salud varonil. Los datos se ven reforzados por la participación de 11 estudios de cohortes con 24.000 hombres de todas las edades de Australia, Europa y EEUU. En ellos se midió la testosterona con precisión utilizando la masa, espectrometría y luego se hizo un seguimiento longitudinal de los resultados".
Y documenta: "Los que tenían concentraciones de testosterona inferiores a 7,4 nmol/L (213 ng/dL) poseían un mayor riesgo de mortalidad por todas las causas, después de ajustar este factor de riesgo por edad, índice de masa corporal, estilos de vida y factores de riesgo cardiovascular. La asociación de concentraciones más bajas de la misma con una mayor mortalidad por todas las causas estuvo presente independientemente de las concentraciones de hormona luteinizante, lo que indica que los niveles bajos de testosterona fueron el factor principal", insiste el investigador. Apunta, además, que los varones con concentraciones inferiores a 5,3 nmol/L (153 ng/dL) tenían un mayor riesgo de muerte cardiovascular
Recordemos que la American Urology Association (AUA, por sus siglas en inglés) considera que tener baja testosterona en sangre (baja-T) es equivalente a tener menos de 300 nanogramos por decilitro (ng/dL).
Sí a medirse la testosterona
Viene a la mente, a raíz de estos datos, si la población masculina y sus médicos son conscientes de tomar mediciones rutinarias de la hormona. Y nos cuenta el experto. "Quizás sería mejor reformular esto: Los hombres con síntomas que sugieran una deficiencia de andrógenos deberían consultar para una evaluación clínica completa. En algunos casos en los que se sospecha una deficiencia de los mismos, su medición puede ser útil para confirmarlo. Este estudio proporciona nueva información sobre los umbrales de testosterona en los hombres por debajo de los cuales aumenta el riesgo de peores resultados para la salud".
Respecto al tema 'polémico', que incluso se recuerda en el editorial que acompaña al trabajo, sobre si las terapias hormonales de reemplazo hormonal tanto en hombres como en mujeres continúa, el investigador australiano se pronuncia: "El tratamiento hormonal en ellos y ellas sólo debe ofrecerse cuando exista una indicación médica comprobada y bajo una cuidadosa supervisión médica. En estas condiciones, la terapia debe ser segura, aunque como ocurre con cualquier tratamiento médico, existen posibles efectos secundarios".
Adelanta, también, que el tratamiento con testosterona podría considerarse en hombres con enfermedades del hipotálamo, la glándula pituitaria o los testículos, cuando presenten síntomas y signos de deficiencia de andrógenos. Y afirma:"El test se debe alentar a todos los hombres que se interesen por su salud y adopten hábitos de vida saludables".
Sobre el autor:
Patricia Matey
Licenciada en Ciencias de la Información (Universidad Complutense de Madrid. 1986-1991), es periodista especializada en información de salud, medicina y biociencia desde hace 33 años. Durante todo este tiempo ha desarrollado su profesión primero en el suplemento SALUD de EL MUNDO (22 años), luego como coordinadora de los portales digitales Psiquiatría Infantil y Sexualidad en el mismo diario. Ha colaborado en distintos medios como El País, La Joya. la revista LVR, Muy Interesante, Cambio 16, Indagando TV o El Confidencial. En este último ejerció de jefa de sección de Alimente durante cuatro años. Su trayectoria ha sido reconocida con los premios de periodismo de la Sociedad Española de Oncología Médica, premio Boehringer-Ingelheim, premio de la Asociación Española de Derecho Farmacéutico, premio Salud de la Mujer, premio de Comunicación del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid o Premio de Periodismo de Pfizer. Actualmente es la responsable de la sección Cuídate+ sobre longevidad saludable de 65YMÁS.