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¿Tienes párkinson? Bailar es la mejor receta para superar la depresión

Patricia Matey

Foto: Bigstock

Jueves 26 de diciembre de 2024

8 minutos

Las imágenes cerebrales de personas afectadas permiten ver que olvidan la tristeza con la danza

¿Tienes párkinson? Bailar es la mejor receta para superar la depresión
Patricia Matey

Foto: Bigstock

Jueves 26 de diciembre de 2024

8 minutos

Esta es la terapia del habla más eficaz para personas con párkinson

 

"Bailando, me paso el día bailando". ¿A quién no le suena la canción de 'Alaska y los Pegamoides'? Todo un clásico. Pero, ¿conoces los beneficios comprobados por la ciencia de la danza en la salud física y mental?. Te contamos varios:

  • Mejor salud cerebral. Un estudio recogido por 'The New England Journal of Medicine' descubrió que bailar puede fortalecer la memoria e incluso prevenir la aparición de demencia. Otros también han descubierto que los ejercicios aeróbicos de baile pueden revertir la pérdida de volumen en la parte del cerebro que controla la memoria (el hipocampo), que tiende a encogerse durante la adultez tardía.
  • Reduce el estrés. Un ensayo recogido en 'Journal of Applied Gerontology' descubrió que moverse al ritmo de la música en pareja puede aliviar la tensión.
  • Pérdida de peso. El aumento del movimiento también suele significar una mayor pérdida de kilos. Un trabajo, publicado en 'PLOs One' lo receta para bajar los números de la báscula. 

La lista es extensa porque, además, proporciona mayor energía, reduce el riesgo cardiovascular, mejora la condición física y el equilibrio, así como la salud social y emocional. Pero ahora vamos a centrarnos en lo último que apunta la ciencia.

Baile y párkinson
 

La depresión afecta a 280 millones de personas en todo el mundo y se considera una característica prodrómica de enfermedades neurodegenerativas cada vez más prevalentes, incluida la enfermedad de Parkinson (EP). Más de 10 millones de personas viven con la patología, que es el trastorno neurológico de más rápido crecimiento en todo el mundo, como documenta una investigación de la revista 'The Lancet'.

Los síntomas de los que se 'quejan' o comenta los pacientes con mayor frecuencia se relacionan con los del movimiento y no motores (NMS), como ansiedad, depresión, fatiga, alteraciones cognitivas y demencia, que afectan significativamente a su salud y a su calidad de vida. Se ha demostrado que los trastornos de ansiedad, que con frecuencia se presentan antes o junto con la depresión mayor, como documenta una investigación de 'Comprehensive Psychiatric', son indicativos de etapas prodrómicas de la EP y también están asociados con la progresión de la enfermedad 

A pesar de la alta incidencia e impacto de la depresión en la calidad de vida de estos pacientes, los tratamientos más prevalentes para la EP, la terapia de reemplazo de dopamina y la estimulación cerebral profunda (DBS), se dirigen a los síntomas motores. Las intervenciones farmacológicas tradicionales para la enfermedad, como la levodopa y los medicamentos relacionados, también pueden ir acompañadas de efectos secundarios desagradables, con una eficacia sujeta a decaimiento del ánimo.con el tiempo. 

Además, la intervención quirúrgica con DBS solo está disponible para candidatos adecuados, no siempre es exitosa y puede exacerbar algunos síntomas. Durante las últimas dos décadas, la literatura científíca se ha nutrido de estudios que respaldan que  existen amplios beneficios asociadas con la participación de estos pacientes en la danza, una actividad de bajo costo y fácilmente disponible con precedentes históricos y culturales en muchas culturas y comunidades.

Se ha demostrado que los programas basados ​​​​en la danza diseñados específicamente para esta población reducen los deterioros motores al mejorar el equilibrio y disminuir la gravedad de los síntomas motores, al mismo tiempo que se vinculan con cambios positivos en el estado de ánimo  y mejoras en la calidad de vida. 

Las nuevas evidencias 

Pues bien, ahora llega una nueva investigación que apunta a que bailar reduce la depresión asociada con la enfermedad de Párkinson y los beneficios se pueden ver de múltiples maneras, según muestra la misma. publicada  en el 'Journal of Medical Internet Research' y en la que ha participado investigadores de la Universidad de York (EEUU).

 

Un paciente con Párkinson. Bigstoxk

 

"Fue muy interesante ver que la danza tuvo un efecto positivo en los circuitos del estado de ánimo en el cerebro, lo que pudimos ver en las imágenes", ha dicho en un comunicado el profesor asociado de la Facultad de Salud  Joseph DeSouza, uno de los autores del estudio. Y ha insistido: "Estas mejoras que pudimos ver en las imágenes de resonancia magnética cerebral también fueron reportadas por los participantes a través de una encuesta. Nuestro ensayo es el primero en demostrar estas ventajas  a través de estos dos métodos de detección" .

Número de pacientes

El estudio publicado siguió a 23 participantes del programa Sharing Dance Parkinson's de la Escuela Nacional de Ballet de Canadá que tenían un diagnóstico de la enfermedad, así como a 11 controles sanos, que en su mayoría eran familiares o cuidadores de personas con la patología. 

Los participantes tomaron clases de baile semanales durante 8 meses, que progresaron desde simples ejercicios de piernas y pies y pliés hasta movimientos interpretativos, valses y bailes coreografiados más complicados. 

Los científicos se centraron en un nodo del cerebro, el giro cingulado subcalloso (SCG), que se ha demostrado en investigaciones anteriores que está implicado en la depresión. Midieron las puntuaciones de estado de ánimo y depresión en todos los participantes utilizando la Escala de Depresión Geriátrica antes y después de cada clase y realizaron exploraciones de resonancia magnética regulares en York. 

Descubrieron, también, que después de cada clase de baile, los índices de depresión informados disminuyeron y el efecto fue acumulativo de una clase a otra, con mejoras significativas después de 8 meses. También hallaron que las imágenes por resonancia magnética mostraron señales reducidas en una región cerebral de la corteza frontal asociada con la regulación emocional y que en un subconjunto más pequeño de los participantes, una disminución significativa en los índices de depresión se correlacionó con cambios en el nodo SCG. 

"Básicamente, demostramos que la señal BOLD [dependiente del nivel de oxígeno en sangre] del SCG disminuye con el tiempo mientras se baila. Lo que significa que el SCG no funcionaba tan rápido como lo haría si se tuviera depresión", ha sentenciado el investigador Bearss. 

"Las personas con párkinson tienden a tener múltiples síntomas que no están solo relacionados con lo motor; hay muchos signos ue incluyen alteraciones del bienestar mental y social, uno de ellos es la depresión", ha agregado. 

Esta investigación se basa en el estudio de tres años de duración de Bearss y DeSouza, que descubrió que el entrenamiento de danza ayuda a las personas con la enfermedad con el control motor, el estado de ánimo y otras funciones de la vida diaria. 

14 años médicos y pacientes bailando

Se cree que la danza tiene un doble beneficio: la música activa los centros de recompensa del cerebro y el movimiento actúa sobre los circuitos sensoriales y motores. DeSouza, que lleva 14 años bailando con los participantes del programa, afirma que, si bien la danza no es un tratamiento para la enfermedad en sí, los beneficios son claros. 

"No estamos tratando de curarla con la danza. También, el Centro de Investigación de la Visión  y  Mentes Conectadas  de York, lo que estamos tratando de hacer es que las personas vivan una mejor calidad de vida. Esto se aplica tanto a quienes padecen la enfermedad como a sus familias que los cuidan, quienes también se benefician de sentirse mejor".

Sobre el autor:

Patricia Matey

Patricia Matey

Licenciada en Ciencias de la Información (Universidad Complutense de Madrid. 1986-1991), es periodista especializada en información de salud, medicina y biociencia desde hace 33 años. Durante todo este tiempo ha desarrollado su profesión primero en el suplemento SALUD de EL MUNDO (22 años), luego como coordinadora de los portales digitales Psiquiatría Infantil y Sexualidad en el mismo diario. Ha colaborado en distintos medios como El País, La Joya. la revista LVR, Muy Interesante, Cambio 16, Indagando TV o El Confidencial. En este último ejerció de jefa de sección de Alimente durante cuatro años. Su trayectoria ha sido reconocida con los premios de periodismo de la Sociedad Española de Oncología Médica, premio Boehringer-Ingelheim, premio de la Asociación Española de Derecho Farmacéutico, premio Salud de la Mujer, premio de Comunicación del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid o Premio de Periodismo de Pfizer. Actualmente es la responsable de la sección Cuídate+ sobre longevidad saludable de 65YMÁS.

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