Olga Selma
Olga Selma es redactora especializada en temas de salud, alimentación y consumo.
… saber más sobre el autorEl dolor de cabeza no le es desconocido a nadie. Ya sea a causa de tener que pasar horas delante de una pantalla o el cansancio y las preocupaciones acumuladas, padecemos este malestar de manera frecuente, incluso a veces de forma tan intensa que nos incapacita para realizar tareas diarias, tanto física como emocionalmente.
Existen muchos remedios farmacéuticos para paliar el dolor de cabeza, aunque antes de recurrir a ellos podemos probar una técnica natural: realizar posturas de yoga, respiraciones y meditación.
Las tres que te presentamos a continuación resultan eficaces tanto para disminuir como para prevenir el dolor, además de ayudar a relajarte y reducir el estrés.
Balasana (postura del embrión)
También denominada postura del niño, el nombre le viene del hecho de que recuerda a la que adopta un bebé cuando está dentro del útero. Consiste en ponerse de rodillas en el suelo de manera que nuestros talones queden bajo los glúteos. Luego nos inclinaremos hacia adelante todo lo que podamos, procurando que los glúteos no se separen de los talones. Los brazos podemos dejarlos relajados a ambos lados de nuestro cuerpo, hacia atrás y con las palmas de las manos boca arriba, o bien estirados hacia adelante, con la cabeza apoyada entre ellos. Podemos elegir la forma que nos sea más fácil de llevar a cabo. Aguantaremos un par de minutos en esta posición antes de incorporarnos. Esta postura es muy útil para ayudar a relajarnos y combatir la fatiga; además, reduce la presión de las cervicales.
Adho Mukha Svanasana (postura del perro boca abajo)
Esta postura es algo más complicada, pero el objetivo es que, si se practica continuamente, se convierta en un ejercicio no de tensión, sino de relajación. Consiste en apoyarnos con nuestras manos y pies en el suelo de forma que nuestro cuerpo quede en un ángulo agudo. La pelvis debe estar elevada y el peso concentrado en la parte de atrás. Nuestra cabeza queda entre nuestros brazos extendidos, mirando en dirección a las rodillas. Permaneceremos así todo el tiempo que podamos. La versión que se recomienda para principiantes, al no tener un alto nivel de flexibilidad, es tener las piernas flexionadas, que permite igualmente una mejor circulación sanguínea y liberar tensiones.
Supta Baddha Konasana (postura de la mariposa reclinada)
Para esta postura necesitaremos algunos cojines, ya que tendremos que tumbarnos sobre ellos. Coloca uno en la parte superior y siéntate en la otra punta, de espaldas, con las plantas de los pies juntas. Las rodillas deben estar separadas. Túmbate de manera que el cojín quede debajo de tu cabeza. Si te hace falta, también puedes poner unos cojines debajo de cada rodilla. Los brazos los dejaremos extendidos a ambos lados del cuerpo. Con esta postura, el cuerpo queda suspendido y las articulaciones se destensan. Nos quedaremos así de 5 a 10 minutos, descansando y centrándonos solamente en nuestra respiración.
Los dolores de cabeza a menudo se deben a la tensión en la zona del cuello y los hombros. Al crear un ambiente más relajado, invitaremos a todo el cuerpo y mente a relajarse, quemar un poco de aceite esencial de lavanda y escuchar música relajante pueden crear el ambiente adecuado para este ejercicio de respiración. La respiración está conectada con nuestro sistema nervioso y a través de una respiración profunda nos sentimos más calmados.
La respiración sitali ayda a aliviar los dolores de cabeza, especialmente si nos sentimos enojados y frustrado. Para practicarla siéntate cómodamente, relaja los hombros y respira profundamente unas cuantas veces. En esta respiración se cuentan las inhalaciones y exhalaciones y se establecen intervalos de tiempo al respirar, aumentando la cantidad de segundos en cada ciclo respiratorio. La relación entre inhalación, retención y exhalación puede ser 6-3-6. Debes inhalar contando hasta seis, luego retienes el aire contando hasta tres, sin hacer tensión en el cuerpo. Finalmente, exhala lentamente contando hasta seis y relaja los músculos. Lo que estamos buscando es vaciar los pulmones de aire y tener consciencia al respirar. De forma que se trata de una relajación activa y no pasiva.
Tal y como indica la Fundación Amerciana para la Migraña, la meditación puede ser un relajante de la tensión que causa la migraña. Por ello vale la pena incorporar esta técnica a nuestro día a día, aunque solo sea 3 minutos.
Si nunca has meditado antes, puede que la idea de permanecer sentado quieto durante un período prolongado de tiempo le resulte abrumadora, y al principio puede ser difícil. Pero existen muchas técnicas de meditación diferentes, por lo que es posible que descubra que hay al menos una que puede dominar e incluso disfrutar.
Encuentra un lugar tranquilo y siéntate con las piernas cruzadas sobre un cojín o apoyado ligeramente contra una pared. También está bien sentarse erguido en una silla con ambos pies apoyados en el suelo. Lo importante es estar cómodo, pero no tan relajado como para quedarse dormido. Apoya las manos en los muslos y cierre los ojos. Enfoca tu atención en la respiración, pero no intentes respirar de una manera particular. Solo observa cómo entra y sale el aire. No te preocupes de si tu respiración cambia. Simplemente concéntrate en el aire y deja que surjan pensamientos aleatorios, se consciente de ellos sin involucrarte y vuelve a concentrarte en la respiración. Practica unos minutos cada día y poco a poco será más fácil para ti.