6 ejercicios de estiramientos para mayores de 60 años

Los estiramientos son recomendados en la edad adulta ya que previenen problemas posturales y mejoran la condición física.

Un ejercicio de estiramiento consiste básicamente en conseguir alargar el músculo de la zona de nuestro cuerpo que estemos estirando al máximo posible.

Aunque parezca algo muy sencillo, debemos hacerlo con cuidado para no excedernos en el estiramiento y acabar dañando el músculo o provocando cualquier otro daño. No se trata de notar dolor sino de cierta tensión en el músculo.

Estiramientos estáticos y dinámicos

Se trata de los dos tipos de estiramientos más recomendados para los mayores. Estos se pueden realizar sin ningún tipo de problema y dependerá del estado físico de cada persona.

Los estiramientos dinámicos son los que se realizan generalmente antes de la práctica de cualquier otra actividad física. Sin embargo, podemos realizarlo en cualquier momento del día. En este tipo de estiramiento no debemos mantener el músculo mantenido durante segundos, sino que lo estiraremos e inmediatamente volveremos a la posición inicial. Por ejemplo, si giramos nuestro torso de un lado a otro repetidamente, estiramos la zona dorsal.

En el caso de los estiramientos estáticos, sí que permaneceremos en una posición durante unos segundos. Igualmente, aunque son los estiramientos que practicamos habitualmente después de una actividad física, podemos llevarlos a cabo en casa en cualquier momento, aunque es cierto que tras otro ejercicio nuestros músculos, al estar calientes, ganan en flexibilidad y movimiento. Un ejemplo de este tipo de estiramiento sería: sentados en el suelo, intentar tocar nuestros pies con las piernas estiradas. Además de estirar nuestras piernas, estiramos la espalda.

Propuestas de estiramientos

• Brazos atrás: entrelaza tus manos por detrás de la espalda. Poco a poco levanta los brazos sin realizar movimientos bruscos tan lejos como puedas de la zona baja de la espalda. Con este ejercicio estiras los brazos, el pecho y los hombros.
• Barbilla al pecho: empuja tu cabeza suavemente hacia abajo con ayuda de las manos con la intención de que la barbilla llegue al pecho. El objetivo es sentir un ligero estiramiento del cuello, de los hombros y de la zona superior de la espalda.
• Estiramiento de cadera: de pie, con los pies juntos, poco a poco inclina tu cuerpo hacia delante y pasa tus manos por detrás de las piernas hasta donde te encuentres cómodo. Con este estiramiento se libera la zona baja de la espalda y los tendones de las piernas, así como equilibrar las caderas.
• Círculos con la cadera: de pie, con los pies juntos y las manos en la cintura, mueve tu cadera realizando círculos grandes siguiendo las agujas del reloj. Evita mover otras partes del cuerpo. Este ejercicio aumenta la movilidad y libera las caderas.
• Estiramiento de tríceps: con el brazo estirado hacia arriba, baja la mano derecha hacia tu espalda sin forzar.
• Estiramiento de cuádriceps: de pie, dobla una de las piernas hacia atrás hasta que consigas agarrar el pie. Con este estiramiento se consigue mejorar la flexibilidad y estirar los músculos de las piernas.

Beneficios de los estiramientos

Los estiramientos son ejercicios en sí mismo que aportan multitud de beneficios para nuestro cuerpo.

Se trata de una actividad que nos ayuda a aumentar nuestra flexibilidad y capacidad de movimiento. Esto es positivo para poder realizar acciones diarias como asearnos o vestirnos, así como para ganar agilidad y evitar posibles caídas.

Además, al estirar evitamos la aparición de ciertos dolores, así como a reducirlos.

También está muy recomendado para aliviar el estrés y ciertos problemas posturales.

Los estiramientos mejoran nuestra circulación al favorecer el flujo sanguíneo. Al llegar más sangre a los músculos, obtenemos más fuerza en ellos, evitando dolores relacionados con el sedentarismo y algunas otras enfermedades como la prevención de trombos, ictus, pie diabético, etc.