Victoria Herrero
Deporte para mayores
¿Quieres agudizar tu puntería y pensamiento estratégico? Juega a los dardos
Este juego facilita relacionarte con los demás, te relaja y mejora tu concentración
Puede que para ti y tus amigos sea una forma divertida de pasar una tarde en un bar o el jardín de tu casa en verano. Jugar a una partida de dardos a ver quién es el que mejor puntería tiene. Pero lo creas o no, este juego tiene una modalidad profesional con auténticos maestros de la precisión, la habilidad y con una excelente mano firme.
La parte positiva de jugar a los dardos
Pero no hace falta que seas un profesional de los dardos, sino que lo importante es que conozcas los saludables beneficiosos de este entretenimiento.
- Una de las más evidentes es que mejora la coordinación para hacer un lanzamiento certero. Además, agudiza tu puntería y precisión ya que tienes que ser muy exacto para que el dardo se quede clavado en el lugar de la diana con mayor puntuación. Y, por si fuera poco, nuestro cerebro interviene buscando la mejor estrategia para cada jugada.
- Para lograr lo anterior, es importante respirar pausadamente y estar concentrado para no fallar. Por eso, resulta más que recomendable como método para aliviar nuestro estrés o dejar aparcadas por unas horas el resto de preocupaciones diarias.
- Es un juego que se hace en equipo, por eso fomenta las relaciones sociales y nos ayuda a compenetrarnos, comunicarnos y ser tolerantes tanto con nuestros compañeros como con los contrincantes. Al fin y al cabo, se trata de divertirse.
Trucos de profesional (que no desvelarás a tus contrincantes)
Para los que nunca hayan lanzado un dardo, es importante que sepan que se trata de un estupendo juego. Pero, ojo, no es tan sencillo como pueda parecer a simple vista. Tal vez tengas suerte y le des a la diana en el primer lanzamiento; pero será cosa de la suerte del principiante.
Si quieres desenvolverte en el juego e ir acumulando puntos, es importante que vayas puliendo la técnica poco a poco. La clave está en el tiro: cuando sueltes el dardo debes hacerlo de tal manera que sea un movimiento con decisión y firmeza en el que se combinan brazo y muñeca. No lo hagas demasiado brusco.
Para ello, el cuerpo y el hombro deben estar en reposo, sin moverse ni en tensión. Así, la postura estándar para empezar a jugar es un cuerpo equilibrado con uno de los pies ligeramente avanzado, suele ser el derecho, y con el cuerpo echado un poco hacia adelante en el momento del tiro del dardo. En definitiva, buscar una postura cómoda... y practicar sin parar.