Olga Selma
Olga Selma es redactora especializada en temas de salud, alimentación y consumo.
… saber más sobre el autorFoto: Bigstock
Sábado 28 de mayo de 2022
ACTUALIZADO : Sábado 28 de mayo de 2022 a las 10:13 H
3 minutos
Este verano, antes de dejar que la transpiración te impida hacer ejercicio, recuerda: no tienes que sudar para que su entrenamiento cuente. Sudar no es indicativo alguno de que estemos perdiendo grasa: además de algunas sales minerales, el sudor está compuesto de agua casi en su totalidad.
Sudar puede hacer que perdamos hasta 10 litros de agua, en condiciones extremas, provocando un serio problema de deshidratación, pero no modifica nuestra cantidad degrasa grasa corporal. Por ello, nuestro objetivo al entrenar no debe ser sudar y deshidratarnos sino trabajar bien el ejercicio. Algunos ejercicios de baja intensidad pueden no producir casi sudor y eso no quiere decir que no sean efectivos. Al final, lo que importa es el esfuerzo y la gestión metabólica que hace el cuerpo durante el entrenamiento.
Realiza estas modificaciones que recomiendan los especialistas y tu entrenamiento será efectivo sin necesidad de empaparte de sudor.
-Mantén por más tiempo una sola posición aumentando la resistencia. Si bien las sentadillas con salto pueden dejarte sin aliento, una posición en cuclillas o una sentadilla sostenida durante un minuto sin moverte harán que sus músculos ardan sin sudar. Es preferible hacer ejercicios que involucren movimientos lentos y controlados.
-Olvídate de los accesorios de fitness. Realizar ejercicios que requieren herramientas como una pelota hacen que los músculos menores trabajen más, pero también requieren de más esfuerzo. En cambio, si trabajamos con el peso de nuestro cuerpo podremos entrenar sin sudar tanto: las planchas son una opción perfecta para trabajar todos los grupos musculares sin sudar.
-Baja el peso. Si bien levantar pesos pesados puede ayudarlo a desarrollar fuerza, cuanto más peso intentes levantar, mayor será el desafío y más sudarás. Cíñete a coger un peso con el que puedas realizar al menos ocho repeticiones de un ejercicio determinado sin tener que esforzarte demasiado y, sobretodo, hazlo bien.
-Tómate tu tiempo con movimientos de una sola articulación, como flexiones de bíceps, puede ayudarnos a minimizar la sudoración. De este modo, trabajamos músculo a músculo sin deshidratarnos.
-Descansa entre ejericio y ejericio. Saltar de un movimiento a otro sin descanso quita al cuerpo el tiempo que necesita para volver a su frecuencia cardíaca en reposo. Por ello debemos saber cuándo descansar. Tu nivel de condición física dictará cuántas repeticiones puedes hacer antes de empezar a sudar. Descansa entre series.