María Liébana
Deporte para mayores
Cuatro ejercicios básicos para deshacerte del dolor cervical
María Liébana
Lunes 7 de junio de 2021
ACTUALIZADO : Lunes 7 de junio de 2021 a las 8:53 H
4 minutos
El 70% de la población sufrirá dolor cervical alguna vez en su vida
Pocos problemas de salud habrán tan extendidos como el dolor de cuello. Tal es así, que un estudio revela que el 70% de la población sufrirá dolor cervical alguna vez en su vida. Este dolor afecta a prácticamente todos los sectores de la población aunque somos más propensos a sufrir dolores y molestias de cuello a medida que envejecemos.
Tradicionalmente ha sido relacionado con la carga y los esfuerzos físicos, pero el dolor de cuello tiene muchas causas, desde lesiones hasta enfermedades, como la osteoartritis, o es la consecuencia del estrés, la tensión o una mala postura. Además, se sabe que el sedentarismo, los trabajos estáticos durante tiempo prolongado o las tareas en un entorno inadecuadamente adaptado aumentan la probabilidad de que el dolor aparezca o se intensifique. Y el estrés, cómo no, también influye.
El dolor de cuello se puede contrarrestar sin necesidad de someterse a tratamientos quirúrgicos. Existes pautas y ejercicios, compuestos de movimientos suaves y leves, que pueden ayudar a relajar la zona afectada.
Ahora bien, aunque estos ejercicios sean bastante efectivos para calmar el dolor de cuello, se debe tener cuidado al llevarlos a cabo y adaptarlos a las posibilidades de cada persona.
Ejercicio de descanso
Acostados sobre una superficie firme, como una colchoneta de yoga, con la cabeza en una posición de descanso, con los hombros queden bien alineados. Inhalamos y exhalamos de forma continuada y con ritmo constante, manteniendo la cabeza estática.
En este ejercicio es importante hacer énfasis en la respiración, ya que es la que va ayudar a relajar y oxigenar el lugar donde se tiene el dolor.
Desbloquea los omoplatos
Colocados de pie con las piernas ligeramente abiertas a la anchura de las caderas. Entrelazamos los dedos y giramos las palmas de las manos hacia delante con los brazos extendidos. Los estiramos hacia delante hasta sentir que se mueven las escápulas y se curva la zona de las vértebras dorsales.
Con esta postura se evitará llegar al extremo de que se concentre la tensión en los músculos del cuello.
Flexión hacia atrás y adelante
Sentados en una silla tratamos de llevar la cabeza hacia atrás, con la mirada hacia el techo. Mientras, abrir un poco la boca para liberar la tensión de la mandíbula y asegurarse de tener la espalda recta. Tras regresar a la posición inicial, flexionamos hacia delante, de tal modo que la barbilla quede casi tocando el pecho.
Los ejercicios de flexión ayudan a mejorar la circulación en el cuello.