Victoria Herrero
Deporte para mayores
Gracias a los deportes acuáticos, los mayores pueden combatir el estrés y la ansiedad
El poder terapéutico del agua ayuda a mejorar la respuesta de nuestro cuerpo ante esas situaciones
Cuando hablamos de deportes acuáticos que tienen el agua como su hábitat natural y que pueden realizar las personas mayores no solo nos referimos a nadar. Claro que la natación es una actividad física acuática, pero también lo es el practicar surf, aquagym, paddle surf, piragüismo, kayak, esquí sobre el agua...
Toda una lista no solo larga sino de lo más saludable, ya que a los beneficios físicos que aporta la práctica deportiva se suma la mental. Y es que realizar este tipo de actividades en el agua hace que nos encontremos más relajados, por el poder terapéutico del agua, con lo que resulta esencial para combatir la ansiedad y las situaciones de estrés.
Así, cuando nos encontramos inmersos en un momento de ansiedad, nuestra frecuencia cardíaca y respiratoria se aceleran. Síntomas que se van aminorando poco a poco con la práctica de ejercicio como recuerdan desde la Clínica Mayo (@ClinicaMayo). De esta manera, ese pulso se va controlando y comienza un estado de relajación gracias a la estimulación y producción de serotonina; sustancia que mejora la respuesta orgánica de nuestro cuerpo ante el estrés.
Lánzate al agua
No hace falta que sea verano para seguir con esta rutina deportiva en el agua y mejorar nuestra condición mental y física. Además, lo bueno de este tipo de deportes, sobre todo para las personas mayores, es que sus articulaciones no reciben tanto impacto por lo que resulta menos agresivo en este sentido. Por lo tanto, no dejes de practicarlos durante todo el año. Estos son algunos de ellos y sus saludables efectos:
- Natación. Uno de los deportes más completos ya que, entre otros beneficios, nos ayuda a mantenernos en un peso saludable, aumentamos la flexibilidad y elasticidad de nuestros músculos o nos otorga una sensación de alivio en las extremidades inferiores si sufrimos de varices o piernas cansadas. A nivel mental, cuando nadamos se liberan una serie de factores neuronales que hacen que mejore nuestro estado de ánimo.
- Surf. Uno de los grandes beneficios de sortear olas sobre una tabla es mejorar nuestra coordinación y equilibrio. Y para ello es importante hacer un buen trabajo del tren superior, a base de mucha práctica, indispensable para poder remar sobre la tabla o impulsarnos para ponernos de pie. Si lo logramos, estaremos, además, favoreciendo nuestra capacidad cardiorrespiratoria, nuestra resistencia y podremos desconectar de la rutina y preocupaciones al estar centrados en ese medio cambiante que tenemos delante.
- Kayak. Estás concentrado remando e intentando mantener el equilibrio de la embarcación para no caerte al agua. Unos minutos cruciales para ayudarte a controlar tu respiración y tu concentración. Por si fuera poco, este deporte acuático no solo mejora la resistencia y trabaja los músculos del tronco y los brazos, sino que hace que gastemos energía y estemos más relajados.