María Liébana
Deporte para mayores
Deportes que debes evitar si sufres de dolor de espalda
María Liébana
Miércoles 28 de abril de 2021
ACTUALIZADO : Miércoles 28 de abril de 2021 a las 12:29 H
3 minutos
El deporte ayuda a mantener la espalda en forma, pero algunos no son nada recomendables
El dolor de espalda es una de las razones más comunes por las que las personas acuden al médico o faltan al trabajo, y una de las causas principales de discapacidad en el mundo.
El de espalda, además, es un dolor que puede variar desde solo muscular, hasta una sensación de ardor o dolor muy agudo o punzante. Además, el dolor puede propagarse por la pierna o empeorar cuando te inclinas hacia adelante, giras, levantas un objeto, te paras o caminas.
Por suerte, puedes tomar medidas para prevenir o aliviar la mayoría de los episodios de dolor de espalda. Si la prevención falla, un simple tratamiento de un fisioterapeuta en casa y una rutina de ejercicios adecuada a menudo ayudan a aliviar nuestra espalda en unas pocas semanas.
Deportes como la natación, el remo, caminar, andar en bici o incluso prácticas más completas como el Pilates o el Thia Chi, son a menudo recomendados por los especialistas para mantener la musculatura de la espalda tonificada.
Relajar tensiones o mantener un cuerpo flexible siempre suma puntos a favor de nuestra salud lumbar y articular, y nos ayuda a la prevención de molestias, dolores y lesiones futuras. Sin embargo, debemos tener cuidado con no conseguir el efecto contrario, ya que hay ciertos deportes que lejos de ayudarnos con nuestros problemas de espalda lo pueden poner peor.
Los deportes que se deben evitar con dolor de espalda
Saltar la comba: esta actividad es ideal para perder peso pero no es buena para la espalda debido a la repetición prolongada de los saltos.
Tenis o el pádel: fuerzan la espalda para hacerla más fuerte de un lado que del otro y eso producirá problemas en el futuro.
Esquí: no es conveniente, ya que la espalda está encorvada durante los descensos.
Golf: se repite el mismo gesto –flexión, extensión, rotación e inclinación de la espalda– de forma brusca y constante.
Baloncesto: los continuos saltos comprimen los discos intervertebrales, efecto que aumenta con sobrepeso. La práctica intensiva acelera su desgaste.
Ciclismo: no recomendado (o con precaución) por las sobrecargas musculares que origina en la espalda.
Rugby y fútbol: no son aconsejables por los múltiples golpes que se producen. Estos deportes requieren frecuentes cambios de dirección y nos exponemos a dolores de espalda.
Deportes de lucha: es como la gimnasia, con el peligro añadido de que el contrario puede golpearte bruscamente sin que la musculatura esté preparada.