María Liébana
Deporte para mayores
Diabetes y deporte: datos a tener en cuenta para hacer ejercicio sin riesgos
Tan peligroso es no realizar ningún tipo de actividad física como hacerla a un nivel muy intenso
La diabetes puede tener graves complicaciones en las personas mayores. Y lamentablemente, es un enfermedad prevalente en la tercera edad. Realizar ejercicio físico o deporte como parte del tratamiento es una recomendación de los especialistas, siempre y cuando sea bajo un programa orientado a controlar la glucemia, el mantenimiento del peso ideal, mejorar la calidad de vida y evitar la aparición de posibles complicaciones.
Y es que el nivel de actividad que realiza una persona influye en gran medida en el control de su nivel en glucosa en sangre, por eso, es igual de peligroso no realizar ningún tipo de actividad física como hacerla a un nivel muy intenso. Por eso, esta práctica siempre debe estar orientada al tipo diabetes que se padezca.
En el caso de pacientes con diabetes mellitus tipo I (insulinodependiente), estos deben desarrollar una actividad física diaria teniendo en cuenta factores como: el momento del día en que se realiza, su duración e intensidad, los niveles de glucemia antes del ejercicio y el tipo y la dosis de insulina utilizad, ya que el ejercicio puede aumentar su sensibilidad a la insulina.
En el caso de los pacientes con diabetes mellitus tipo II (no insulinodependiente), dado que se ha comprobado que el deporte es efectivo para prevenir este tipo de diabetes (especialmente en aquellas personas con un alto riesgo de padecerla), el ejercicio regular es fundamental para el control glucémico.
Si nos centramos en el caso de las personas mayores con diabetes, la recomendación general es que realicen ejercicio físico de forma moderada y regular, adaptado a sus capacidades y estado de salud.
Te contamos algunos consejos para poder realizar deporte con seguridad y que disfrutes del momento:
Haz algo que te guste
Realizar un ejercicio con el que disfrutemos: caminar, nadar, acudir a clases de baile o de acondicionamiento físico guiadas, son muy buenas opciones.
No abuses
Si la no estamos habituados al ejercicio físico, lo mejor será someternos a una prueba de esfuerzo previa para no llevarnos ningún susto. Además, no se recomienda la realización de ejercicios de intensidad elevada.
Con un ratito basta
El tiempo de cada sesión dependerá de la condición de cada persona. Se puede comenzar con caminatas diarias de 30 minutos, e ir aumentando el tiempo de cada sesión de forma progresiva. Si se opta por clases colectivas de una hora de duración, se pueden realizar 2-3 veces en semana, alternándolas con otras actividades más tranquilas.
Acompañado, más seguro
Se recomienda realizar el ejercicio acompañado para que resulte más divertido y ameno; además, siempre es conveniente tener a alguien al lado por si surge algún contratiempo.