En vacaciones… ¡muévete!

En verano vivimos cambios de rutinas y de hábitos que en ocasiones acaban afectando a nuestra salud y, especialmente, a nuestro peso. Sin embargo, si quieres, puedes frenar esos excesos manteniéndote activo. A continuación, te indicamos algunos consejos.

Nuevas experiencias

Puedes aprovechar las vacaciones para probar nuevos ejercicios o hacer actividades en familia. Localiza alternativas en la zona en la que te encuentres, busca un aliado y… ¡en marcha!

Un destino…una actividad

Es importante que analices el destino para ver las posibilidades que tienes.

Si vas a la playa, puedes nadar, correr, practicar yoga o pilates, andar… Son muchas las opciones y alternativas que tenemos en este tipo de espacios.

Igualmente, si tu destino es de montaña, los amantes del senderismo o escalada, entre muchos otros, están de suerte.

Tareas domésticas

Si te vas a quedar en casa, también puedes seguir una tabla de actividades o bien… ¡una limpieza a fondo! Sí, has leído bien. Si durante tus vacaciones has pensado hacer una limpieza a fondo, organizar armarios o cajones, pintar… en definitiva, llevar a cabo diferentes actividades domésticas, debes saber que son perfectas para ponernos en forma, ya que limpiar los cristales, el baño o pasar la aspiradora, entre otras, implican una gran cantidad de movimientos que harán que nuestro cuerpo se ejercite también en vacaciones.

Hay datos que apuntan que barrer la casa de arriba a abajo durante una hora equivale a aproximadamente 300 calorías quemadas.

Gimnasio portátil

En esta sección hemos visto numerosos aparatos de gimnasia que podemos transportar fácilmente. Pues bien, ha llegado el momento de echarlos en la maleta y que viajen con nosotros para montar nuestro particular gimnasio allá donde vayamos.

Pesas, aros de pilates o combas son opciones perfectas para mantenernos activos allá donde vayamos.

Relajación

La actividad física en verano no debe ir acompañada de estrés ni de horarios. Es decir, busca tu momento.

Además, es evidente que no realizaremos los ejercicios ni el deporte con la misma intensidad que durante el resto del año. Basta con movernos un poco para seguir activos, pero dejando a nuestro cuerpo también recuperarse de todo el año.

En este sentido, además de preocuparnos de nuestro cuerpo, debemos hacerlo con nuestra mente.

Actividades como el yoga, el pilates o la meditación son fantásticas para estos días de desconexión.

Precauciones

Recuerda que el objetivo es nuestra salud en todos los sentidos. Es decir, no salgas a correr a las horas centrales del día donde el sol aprieta con fuerza ya que podremos sufrir graves consecuencias. En este sentido opta por la primera o última hora del día. 

Hidrátate con frecuencia, tanto con agua como con alimentos ricos en agua como frutas y verduras.