Ejercicios de cardio para personas mayores: te enseñamos cómo hacerlos

Si lo dice la Fundación Española del Corazón (@cuidarcorazon) es por algo. "Mantenerse activo y hacer ejercicio regularmente puede ayudar a prolongar la vida y evitar o retrasar algunas enfermedades o discapacidades. El ejercicio es seguro para la mayoría de las personas mayores de 65 años", defienden. Y nosotros no podemos estar más de acuerdo con ello. 

Dicho esto, no hay contraindicación alguna para que las personas mayores puedan hacer algo por su salud en forma de actividad física. Y los ejercicios de cardio son una buena oportunidad para contrarrestar la pérdida de capacidad aeróbica, resistencia y fuerza muscular que se va produciendo con los años. 

¿Una persona mayor puede hacer ejercicios de cardio?

La respuesta es afirmativa, siempre y cuando se tengan en cuenta las limitaciones físicas o de salud de cada uno. Por ello, este tipo de rutinas que presentamos se pueden adaptar a todas las personas mayores según su capacidad ósea o muscular. Lo mejor, por tanto, es comenzar poco a poco para ir incrementando la intensidad a medida que el cuerpo "se vaya soltando".  

Comenzamos nuestra serie de ejercicios con uno muy sencillo. Con la espalda recta y los pies separados a la altura de los hombros, vamos a elevar las rodillas. Empieza levantando la derecha hasta la cadera y tócala con la mano izquierda. Repite de forma alternativa con la otra pierna y la otra mano. Importante no inclinarse hacia los lados ni agacharnos al intentar tocar nuestra rodilla. Comienza de forma suave para ir aumentando el ritmo.

Con la misma postura inicial del ejercicio anterior y sin movernos del sitio vamos a empezar a trotar. Eleva las rodillas lo que puedas sin que te hagas daño ni sea demasiado forzado. Repite dos sesiones de 30 segundos. Y no descuides tu respiración en todo el ejercicio. 

Ejercicio en pareja

Para estas dos nuevas rutinas necesitas la ayuda de un compañero. Primero vamos a chocar las manos y para ello la otra persona se queda inmóvil enfrente tuyo con los brazos estirados a la altura del pecho y las palmas hacia ti. Toca con tu mano derecha su mano derecha y haz lo mismo con la izquierda. Para mejorar la realización del ejercicio contrae tus abdominales y ten la espalda recta. Si te ves cómodo, puedes subir la velocidad del ejercicio. 

Sigue de frente a tu pareja y en este caso os cogéis de las manos. Da un paso hacia atrás con la pierna derecha, mientras la izquierda dibuja un ángulo de 90º sin sobrepasar la punta de tu pie. Desciende lo que te permita tu capacidad. Si puedes tocar el suelo con la rodilla derecha sin que te duela, maravilloso. Tras un par de segundos en esa posición, impúlsate con la pierna que está hacia atrás y sube a la posición inicial de forma suave. Repite con la otra pierna. 

Y no olvides en todo momento mantener la espalda recta y vertical para no sufrir ningún tipo de lesión en la zona.