¿Qué tipo de corredor eres? ¿Pronador o supinador?

Cuando vamos a correr, es importante estirar antes y después de cada carrera, así como ajustar el esfuerzo físico a las posibilidades de cada persona. De esta manera, lograremos disfrutar de la práctica deportiva, así como evitar que acabemos lesionados. Pero para no sufrir lesiones, la elección del calzado adecuado para practicar running resulta también esencial. Y es que cuando conocemos nuestra forma de apoyar el pie en el suelo con cada zancada -el tipo de pisada-, conocemos si somos un corredor pronador o supinador. Según pertenezcas a un grupo u a otro, te aconsejarán que compres un modelo diferente de zapatilla.  

En ese estudio de la pisada se determina en qué lado del pie deposita el peso cada persona. Así, si el resultado es que caminas girándolo hacia dentro, no hay duda; eres pronador. Este tipo de corredores se caracterizan por unir más las rodillas y, en algunos casos, incluso tener pies planos. Para ellos, la mejor zapatilla es la que tiene un refuerzo interior para que el desgaste sea menor y evitarnos lesiones típicas como torceduras en los pies o molestias en la espinilla y rodilla.

Por su parte, si eres supinador apoyarás todo el peso de tu cuerpo sobre exterior del pie. Así, tu calzado debe contar con una mayor amortiguación y estabilidad en la parte frontal del mismo. La zona exterior del talón y el interior de la parte delantera de tus pies es lo que más se desgasta en este caso. Si se diera un caso exagerado, podrías llegar a tener problemas en la rodilla o el tobillo. 

A medio camino entre ambos tenemos los neutros, cuya pisada es totalmente equilibrada y central. Con todo, a la hora de comprar una zapatilla, hay que asegurarse de que tenga una buena amortiguación, como explican desde el Colegio Profesional de Podología de la Comunidad de Madrid.

¿Qué zapatillas elegir si eres un corredor pronador o supinador?

Si se da el caso de que tu pie tenga forma cava, lo más normal es que seas supinador. A este tipo de corredores lo que mejor le va son las zapatillas que cuentan con una amortiguación neutra con una suela de grosor medio. Además, recuerda que este calzado no debe ningún otro añadido accesorio de estabilidad para reducir o controlar la pronación.

Por su parte, como recuerdan los profesionales, los pies planos son de una persona pronadora. "Esta necesita zapatillas que tengan estabilidad gracias a suelas de doble densidad o con control de movimiento –más adecuadas para corredores altos y que pesen más de 75 kilogramos–".