María Liébana
Deporte para mayores
Estudios revelan que el ejercicio aeróbico previene el envejecimiento cerebral
El deporte mejora la coordinación de tareas, la planificación y la memoria de trabajo, entre otras
Poder cumplir años es sinónimo de suerte, significa que estamos aquí y que estamos vivos. Sin embargo, el envejecimiento también tiene su lado malo: la degeneración que sufre nuestro cerebro con el paso del tiempo. ¿El lado bueno? Que se puede prevenir o mejorar a través del deporte.
Así lo muestran varios estudios que han trabajado para probar que el ejercicio moderado regular aumenta la velocidad y agudeza del pensamiento y el volumen cerebral. Es decir, mejora la manera en que funciona el cerebro, e incluso su tamaño, a medida que uno envejece.
De hecho, algunos de estos estudios encontraron que seis meses de ejercicio aeróbico pueden revertir el declive relacionado con el envejecimiento, de manera que los cerebros de los adultos mayores conserven la capacidad de crecer y desarrollarse, o lo que se denomina ‘plasticidad’.
Así lo defiende el profesor Art Kramer, del Instituto Beckman de la Universidad de Illinois, quien ha cuantificado el beneficio de la práctica deportiva en la tercera edad y confirma que un estilo de vida activo, con cantidades moderadas de actividad aeróbica, mejora la función cognitiva y cerebral de las personas. Kramer afirma que hay evidencia sustancial que muestra los beneficios del ejercicio aeróbico y la actividad física sobre funciones como la coordinación de tareas, la planificación, la memoria de trabajo y la capacidad de cambiar de tarea.
6 meses, 4 días a la semana y 20 minutos contra el sedentarísmo
Por otro lado, una investigación llevada a cabo por científicos de la Universidad de Calgary (Canadá), publicada en la revista 'Neurology', presenta que realizar seis meses de ejercicio aeróbico puede mejorar la salud cerebral de personas mayores sedentarias. Estos expertos analizaron a 206 adultos, a quienes durante seis meses les incluyeron en un programa de ejercicio aeróbico cuatro días a la semana durante minutos, o dos días durante 20 minutos.
El estudio concluyó que el ejercicio aeróbico hace que la sangre se mueva y, por tanto, llegue al cerebro, favoreciendo así la fluidez verbal y las habilidades cognitivas. Tal es así que, tras seis meses de entrenamiento, los participantes mejoraron un 5,7 por ciento en las pruebas de función cognitiva y un 2,4 por ciento en la fluidez verbal, entre otras cosas.
Del mismo modo, hay estudios que concluyen que los adultos con mayores niveles de aptitud física presentan menos muestras de deterioro en la materia gris (que tiene que ver con el pensamiento) que aquellos menos físicamente aptos.
No aumenta su tamaño sino que frena su disminución
Otro ejemplo de cómo el deporte ayuda a mejorar la actividad cerebral es el trabajo conjunto de las universidades de Western Sidney (Australia) y Manchester (Reino Unido) publicado la revista NeuroImage. Este estudi se ha centrado en evaluar los efectos del ejercicio aeróbico concretamente en la región del hipocampo. Esta región es clave para la memoria y otras funciones cerebrales.
Se analizó mediante escáneres cerebrales a 737 personas antes y después de someterse a un programa de ejercicio aeróbico controlado, que incluyó bicicleta estática, marcha y carrera en cinta. Lo que ha revelado este estudio clínico es más que interesante: el hipocampo aumenta de tamaño. Sin embargo, lo peculiar del ensayo es que ha demostrado que en lugar de aumentar el tamaño del hipocampo per se, los principales beneficios cerebrales se deben a que el ejercicio aeróbico ralentiza la disminución de su tamaño.
Lo que es innegable es que todos estos estudios coinciden en una cosa: la actividad física proporciona un enorme beneficio para nuestro desarrollo cerebral y por tanto, es un fuente de calidad de vida que está al alcance de todos.