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Deporte para mayores
¿Por la mañana o por la tarde? Esta es la mejor hora para hacer deporte
Un horario adecuado de ejercicio puede disminuir el riesgo de enfermedad metabólica
Un estudio publicado en la revista científica 'Diabetologia', editada por la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD, por sus siglas en inglés), ha concluido que la actividad física vespertina o nocturna se asocia a una menor resistencia a la insulina (y, por tanto, a un mejor control de la glucemia) en comparación con una distribución uniforme de la actividad física a lo largo del día.
En contraste, la actividad física matutina no ofrece ninguna ventaja, según ha evidenciado este trabajo, liderado por el doctor Jeroen van der Velde y sus colegas del Departamento de Epidemiología Clínica del Centro Médico de la Universidad de Leiden (Países Bajos).
La pandemia mundial de obesidad es en parte el resultado de la falta de actividad física combinada con un comportamiento sedentario (estar sentado durante mucho tiempo) durante el día. Este comportamiento está vinculado a un mayor riesgo de desarrollar enfermedades metabólicas, incluida la diabetes de tipo 2 (DT2), mientras que investigaciones anteriores han descubierto que las pausas breves en el comportamiento sedentario están asociadas a una mejora del perfil cardiometabólico.
Además de la importancia de la duración de los periodos de sedentarismo, se ha argumentado que el horario de la actividad física a lo largo del día puede ser un factor de salud metabólica. Los estudios 'in vitro' y las investigaciones en animales han revelado cambios en la capacidad de ejercicio dependientes del momento del día, así como marcadores de riesgo metabólico asociados, pero se han realizado pocas investigaciones de este tipo en humanos y sus resultados son inconsistentes.
Las mediciones de la aceleración y la frecuencia cardíaca se utilizaron para estimar el gasto energético de la actividad física (PAEE, medido en kJ/kg/día), lo que a su vez permitió al equipo determinar el tiempo dedicado a diferentes intensidades de actividad. Estas se expresaron como equivalentes metabólicos de la tarea (MET), una relación entre el PAEE durante una actividad y el que se realiza en reposo (y un método estándar para medir la actividad física).
Los periodos sedentarios (excluyendo el sueño) se definieron como 1,5 MET, mientras que una interrupción del tiempo sedentario se indicó mediante un periodo de actividad con aceleraciones >0,75 m/s2 (ya que estas aceleraciones han sido establecidas por investigaciones anteriores como un indicador preciso de la interrupción del tiempo sedentario). Una intensidad de más de 1,5 MET hasta 3 MET se definió como actividad física ligera (AFL), y las intensidades aún mayores se clasificaron como actividad física más intensa
Tras ajustar variables como la edad, el sexo, el origen étnico y la grasa corporal total, los investigadores observaron que una mayor actividad física total se asociaban a una reducción del contenido de grasa hepática y de la resistencia a la insulina. También se halló una asociación entre la resistencia a la insulina y el momento en que se realizaba la actividad física durante el día: realizarla por la tarde o por la noche estaba relacionado con una menor resistencia a la insulina, en un 18 y un 25 por ciento, respectivamente, en comparación con una distribución uniforme de la actividad a lo largo del día, incluso después de ajustar la cantidad total de activida física.
No hubo diferencias significativas en la resistencia a la insulina entre la actividad matutina y la actividad distribuida uniformemente a lo largo del día. Ni la cantidad de tiempo de sedentarismo ni el número de pausas en la conducta sedentaria resultaron tener una asociación favorable con el contenido de grasa hepática o la resistencia a la insulina. "Podría ser que en nuestro estudio la intensidad de la actividad durante las pausas fuera demasiado ligera para provocar respuestas metabólicas. La mayoría de las actividades diarias son de intensidad ligera y, dado que no observamos una asociación entre la actividad física ligera y la resistencia a la insulina, esto también podría explicar la falta de asociación entre los descansos y la resistencia a la insulina", sugieren los autores del estudio.