La 'jubilación' de los deportistas de élite, como la de Rafa Nadal, no siempre es un proceso fácil: si uno no se prepara para la transición, que normalmente se produce sobre los 35/40 años por motivos físicos, esta puede ser muy problemática, por la sensación de vacío y pérdida que genera.
El reputado psiquiatra y autor del libro La Jubilación, una nueva oportunidad, Bartolomé Freire, explica a 65YMÁS que la retirada de las personas que compiten al máximo nivel no está exenta de complicaciones. Según señala, cuando el profesional, por su condición física, no puede seguir y toma la decisión de poner fin a su carrera, se suele producir el "Síndrome del '¿Y ahora qué?'", puesto que experimentan un drástico cambio en su estilo de vida, así como una "pérdida de la identidad", que puede generar un impacto psicológico significativo.
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Y es que estas personas "han dedicado una gran parte de su vida, de sus energías, de sus ilusiones y de su identidad como persona" a competir y, en ciertas ocasiones, como ocurre en el caso de Rafa Nadal, han tenido una gran repercusión, han logrado cumplir sus sueños y han gozado de un gran reconocimiento.
Por todo ello, argumenta Freire, el cambio, "inevitablemente, implica un cierto duelo" y reconocer que "hay una página de tu vida que se ha cerrado de una manera irreversible".
Además, puntualiza, si no se han preparado para esta transición, "pueden vivir una crisis personal". "No saben quiénes son, se sienten desorientados y desconocen lo que van a hacer o lo que quieren. Puede haber incluso una sintomatología de ansiedad, depresión, insomnio...", sostiene.
Menos traumático que una prejubilación
Ahora bien, matiza, por lo que se sabe sobre Rafa Nadal, parece que sí que ha ido dando pasos a lo largo de su carrera que podrían quizá ayudar a minimizar estos efectos negativos.
"No conozco muy a fondo su vida, pero sí que he leído que ha invertido el dinero que ha ganado en diferentes negocios, en fundaciones... Es una tarea a la que seguramente no ha podido dedicar todo el tiempo necesario. Ahora, tiene la oportunidad de expandirse en esas áreas o de desarrollar habilidades personales en las que no se ha podido enfocar hasta ese momento", comenta.
"Los deportistas tienen todos esos propósitos pendientes y planes que les pueden ayudar a hacer la transición", apostilla.
Asimismo, argumenta, cuentan con la ventaja de que era un "cambio esperado", lo que lo hace menos complicado que, por ejemplo, una prejubilación, donde no se trata de un proceso "voluntario" que estaba en los planes de la persona afectada.
Consejos
Finalmente, el psicólogo ofrece recomendaciones para afrontar el retiro de forma saludable y subraya la importancia de cultivar una vida equilibrada más allá del deporte y dedicar tiempo a la introspección para descubrir nuevas pasiones y propósitos.
"Es importante que la vida no se centre exclusivamente en el rol laboral, es decir, que tenga otras actividades e intereses, y que haya una cierta mayor armonía entre la vida familiar, laboral y el ocio", propone.
"También hay un proceso personal, psicológico. Sería importante que uno se pare un poco a pensar, en la medida en que esa jubilación se acerca, en qué es lo que quiere hacer con su vida, porque bueno, pueden quedar muchos años después", opina.
"Con la jubilación pierdes cosas inevitablemente, pero también ganas muchas oportunidades de hacer otras actividades que no has hecho antes y de atender de determinados anhelos", concluye.
Los planes de futuro de Nadal
Cabe recordar que el pasado 10 de octubre Rafa Nadal anunció su retirada del tenis profesional, una "jubilación" que se ha materializado recientemente en la Copa Davis 2024 en Málaga, donde este martes quedó eliminada España en cuartos de final. En su despedida, el jugador aseguraba que se sentía "un súper privilegiado".
Además de dedicar su vida a la competición de alto nivel, Nadal también se ha volcado en otros proyectos que, probablemente, le acompañen tras su retirada como su academia de Manacor (Mallorca). También es embajador de la Federación Saudí de Tenis y está metido en nuestros proyectos como la apertura del Nadal Sport Center en Albania.
Asimismo, el jugador ha invertido en el sector hotelero, invirtiendo tanto en España como en el extranjero.
"Me voy a retirar del tenis profesional, pero sigo estando aquí para cualquier cosa. Espero ser un buen embajador para el tenis", afirmó en declaración a los medios.
Además, el tenista dedicará más tiempo probablemente a su familia, a quien dedicó las siguientes palabras: "Han estado conmigo en los momentos malos y me han mantenido con los pies en el suelo cuando todo iba bien. Eso hace que lo que viene en el futuro sea más fácil de llevar. Los cambios llevan un proceso de adaptación, pero he recibido una educación que me permite ser consciente de que he hecho todo lo que dependía de mí".
En sus 23 años de carrera, Nadal ha sido el tenista que más dinero ha ganado, con casi 135 millones de euros, solo por detrás de Novak Djokovic, según la página oficial de la ATP (Asociación de Tenistas Profesionales). Su salario anual de 23 millones de euros aproximadamente, además de las inversiones que ha hecho en diferentes empresas y proyectos, le ha llevado a superar los 300 millones de euros en patrimonio, según Forbes.
Tras el anuncio de su retirada, ha surgido la duda entre muchas personas sobre si los deportistas profesionales, una vez ponen punto y final a su carrera profesional, tienen derecho a una pensión de jubilación.
Los deportistas tienen carreras muy lucrativas, pero muy cortas, ya que la mayoría se retira entre los 30 y los 40 años, una etapa en la que la mayoría de los trabajadores sigue activa en su vida laboral. Por tanto, tienen que recurrir a vías diferentes para acceder a planes de pensiones y ayudas.
Rafael Nadal, como miembro del circuito de la ATP durante tantos años, tiene derecho a beneficiarse de un plan de pensiones exclusivo para los jugadores profesionales, el Plan de Jubilación de Jugadores de la ATP, que tiene el objetivo de proporcionar a los jugadores apoyo financiero durante su la jubilación. Este plan, que se estableció y puso en marcha formalmente en 1990, ofrece a los partícipes en el mismo prestaciones durante 20 años a partir de los 50 años.
Este plan ofrece una compensación a aquellos tenistas que hayan estado en la élite del tenis profesional, es decir, entre los 125 mejore en individuales o entre los 40 en dobles, durante cinco años. En 2018 se creó otro plan diferente para los tenistas que sólo hayan pertenecido a esta élite durante tres años.
El dinero de las prestaciones proviene de los torneos, los derechos de televisión y la licencia de los torneos. Cada año se elige a los tenistas (en 2023 fueron 300) que participarán en las ayudas, basándose en su participación en torneos de la ATP. El año pasado hubo 165 jugadores profesionales que cumplieron los requisitos de elegibilidad y recibieron la pensión, que fue de la misma cantidad para todos: 105.000 euros.
Además del plan de la ATP, Nadal también tiene derecho a obtener la pensión de jubilación pública de España. Sin embargo, está lejos de alcanzar la edad mínima para poder solicitarla: 65 años si se han cotizado 38 o 66 años y medio si se tienen menos de 38 años cotizados.
Por salario e ingresos, muchos tenistas cobran lo suficiente para tener la pensión máxima de jubilación, pero no la consiguen porque para alcanzar esa paga máxima, es necesario haber cotizado un mínimo de 37 años y 6 meses, una cifra que aumentará progresivamente hasta los 38 años y 6 meses para el año 2027.
Sobre el autor:
Pablo Recio
Pablo Recio es periodista especializado en salud y dependencia, es graduado en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid y comenzó su carrera profesional en el diario El Mundo cubriendo información cultural y económica.
Además, fue cofundador de la radio online Irradiando y cuenta con un máster en Gobernanza y Derechos Humanos por la Universidad Autónoma de Madrid y otro en Periodismo por el CEU San Pablo/Unidad Editorial.