María Liébana
Deporte para mayores
¿Qué debe tener la cinta de correr perfecta para los mayores?
Es fundamental que sea robusta, estable y para que nos aporte seguridad y confianza
Tanto correr como caminar son excelentes actividades deportivas que nos permiten y te permiten estar activos y quemar calorías, con los muchos beneficios que eso reporta a nuestra salud física y mental. Pero lo cierto es que no siempre que queremos podemos realizar estos deportes al aire libre, ya sea por el lugar en el que vivimos, por el clima o por falta de tiempo.
Ante estos inconvenientes, contar con una cinta eléctrica nos ayuda a hacer ejercicio de manera más natural, cómoda y segura, pero en casa. Y de este modo poder disfrutar del bienestar que aporta caminar y correr y mantener nuestra condición física sin tener que depender factores como los comentados anteriormente que se escapan a nuestro poder.
Hoy en día hay una inmensa variedad de cintas de caminar y correr para casa, y no todas son convenientes para los mayores. Las mejores cintas que podemos encontrar en el mercado son aquellas que son fáciles de usar, que tienen manillar, velocidad regulable… pero también hay otros aspectos que hacen que una cinta sea sencilla, económica y efectiva para todas las edades, como los siguientes:
- Estructura compacta y ligera para que sea fácil de mover.
- Estructura plegable para retirarla y aprovechar más el espacio.
- Materiales de calidad
- Firmeza y estabilidad
- Freno de seguridad
- Silenciosa
- Panel frontal con el que poder monitorizar los datos de cada sesión de ejercicio.
¿Cómo es la cinta perfecta para los mayores?
Ahora bien, no todas las cintas de caminar o correr para casa son aptas para personas mayores. Hay una serie de características que la máquina debe incluir para hacer que la experiencia del ejercicio sea más segura y agradable. Desde gimcasa nos cuentan cuáles son las más importantes:
- Manillar. Este soporte para los brazos ayuda a quienes la usen a que obtenga un mayor equilibrio durante la sesión y pueda entrenar con más confianza.
- Peso soportado. Es decir, la carga máxima que puede soportar la cinta en cuestión.
- Freno de emergencia. Cualquier medida que refuerce la protección del usuario contribuye a que una cinta de ejercicio sea más conveniente para personas de edad avanzada, y aportará, sobre todo, seguridad.
- Superficie de carrera amplia. Para caminar deprisa en una cinta de andar para personas mayores, una superficie de 34 x 100 cm resulta cómoda, pero para correr es mejor que tenga un poco más de amplitud y de largo porque la zancada puede ser mayor.