Victoria Herrero
Deporte para mayores
¿Qué es la rabdomiólisis? Cuidado con el esfuerzo excesivo a la hora de hacer deporte
Una de las señales inequívocas de esta rotura de fibras musculares es un color oscuro en la orina
Que el deporte es salud es algo que no se discute. Sin embargo, como todo en esta vida, la virtud no se encuentra en los extremos. Es decir, ni es saludable no hacer nada de ejercicio físico como hacerlo a un ritmo que supere las capacidades de cada uno. Este exceso de esfuerzo puede provocar lo que se conoce como rabdomiólisis, una patología que conlleva roturas musculares graves.
Además de su relación con la práctica de una actividad física sin responsabilidad, esta afección puede aparecer también por otros motivos:
- Con el consumo en exceso de ciertos fármacos, las llamadas estatinas para el control del colesterol, como explican desde la Clínica Mayo (@ClinicaMayo).
- Abuso de sustancias nocivas como el alcohol o ciertas drogas.
- Traumatismos musculares debido a descargas eléctricas.
- Enfermedades infecciosas.
- Trastornos hereditarios como las enfermedades musculares crónicas.
El color de la orina, clave para detectar esta patología
Lo raro es no sentir agujetas después de hacer deporte. Una molestia muscular que se apacigua con el descanso y una alimentación adecuada. Sin embargo, en ocasiones no solo sentimos ese dolor muscular, sino que tras hacer un esfuerzo físico importante nos notamos mareados, con náuseas, tenemos fiebre y, señal inequívoca de la rabdomiólisis de esfuerzo, el color de nuestra orina es de un tono marrón muy oscuro.
¿A qué se deben estos síntomas? Cada vez que hacemos deporte se producen pequeñas roturas en las fibras de nuestros músculos que apenas tienen importancia. Lo grave es cuando esas roturas son mayores y se liberan a la sangre algunos de sus compuestos, entre ellos la mioglobina, que puede provocar graves daños a nivel renal.
Para evitarlo, la prevención es clave:
- Haz ejercicio de forma regular y siempre con calentamientos previos y estiramientos cuando acabes esa sesión deportiva. Empieza por una rutina más suave, que podrás ir aumentando en intensidad a medida que tu cuerpo se vaya acostumbrando.
- Si en un momento te encuentras más fatigado de lo normal, deja de practicar esa actividad física.
- Mantente hidratado en todo momento, para contrarrestar esa eliminación de líquidos al sudar, y evita hacer ejercicio en las horas centrales del día cuando hace mucho calor.