Agnes Keleti es una gimnasta húngara que se ha convertido en la campeona olímpica y la persona con medalla olímpica más longeva, tras cumplir este viernes 8 de septiembre 102 años y 242 días, superando así al húngaro, Sándor Tarics, también campeón olímpico, que falleció en 2016 con 102 años y 241 días.
En concreto, Agnes, que nació el 9 de enero de 1921 en Budapest (Hungría) ha sido 5 veces ganadora de una medalla de oro Olímpica en gimnasia, según recoge la página web de los Juegos Olímpicos. Su primera victoria fue a los 16 años en los campeonatos nacionales de gimnasia, a la que se sumaron muchas más hasta que se retiró en 1956.
Durante la Segunda Guerra Mundial, tuvo que ocultar su verdadera identidad como judía para poder sobrevivir y escapar del país "con papeles falsos", después de negarse a llevar la estrella amarilla.
Con todo, no fue hasta 1952 cuando participó por primera vez en los Juegos Olímpicos de Helsinki, a los 31 años. A pesar de la edad, consiguió ganar cuatro medallas y un oro en la competición de suelo. En total ha conseguido 10 medallas olímpicas, tras su participación también en los Juegos Olímpicos de Melbourne.
Tras su retirada, emigró a Israel, donde años más tarde se casó y formó una familia. Allí trabajó como profesora de educación física en la Universidad de Tel Aviv y en el Instituto para los Deportes Wingate, en Netanya, y también colaboró con el equipo nacional de gimnasia de Israel.
Su secreto de longevidad
A los 94 años, Agnes regresó a Budapest, donde ha vivido hasta ahora y celebró su cumpleaños número 100, que aseguraba "me han sentado como 60". Tal y como contaba en una entrevista a Olympics.com, su secreto para una vida longeva es "amar la vida y siempre ver el lado bueno", y "evitar mirarse en el espejo".
A sus 102 años, Agnes sigue practicando la gimnasia todos los días, un deporte por el que sigue muy interesada, según recogían medios locales. Y en cuanto a la dieta, come mucha fruta y chocolate.