María Liébana
Deporte para mayores
Trucos para aumentar tu resistencia y mejorar tu calidad de vida
María Liébana
Miércoles 13 de abril de 2022
ACTUALIZADO : Miércoles 13 de abril de 2022 a las 10:58 H
4 minutos
La clave está en ponerse metas alcanzables e ir superándolas y la constancia una gran aliada.
Si ya venimos haciendo hincapié en la importancia del ejercicio físico diario para envejecer de forma saludable y mejorar la calidad de vida, ahora subimos la apuesta por el entrenamiento de nuestra resistencia.
La práctica de ejercicio físico de manera regular nos reporta beneficios psicológicos y físicos de forma prácticamente inmediata, y está considerado como el principal factor de protección frente a enfermedades asociadas con la edad.
Y aquí la resistencia juega un importante papel para las personas mayores. Entrenarla, siempre y cuando sea haga de manera acorde a las posibilidades y capacidades funcionales de cada uno, es clave a la hora de retrasar la dependencia.
¿En qué consisten los ejercicios de resistencia?
Pues en cosas mucho más comunes de lo que podríamos llegar a pensar. Actividades como caminar, trotar, nadar, bailar y jugar al tenis, son ejercicios en los que se entrena la resistencia. Pero otros como barrer, recoger las hojas con un rastrillo o limpiar los cristales de casa, también, ya que forman parte de los ejercicios físicos que aumentan nuestro ritmo cardiaco y el ritmo de la respiración por un período extendido de tiempo.
Lo que hace importantes a estas prácticas es que, practicándolos, aumentaremos nuestra resistencia y eso nos permitirá desde caminar más lejos, más rápido o cuesta arriba, hasta que cualquier actividad del día a día resulte más fácil, menos cansado y más seguro.
Cantidad y frecuencia
Para aumentar nuestra resistencia se puede empezar por ponerse metas e ir aumentándolas gradualmente. Para aquellos que vengan de una vida sedentaria, es importante que se propongan progresar poco a poco, aunque les lleve más tiempo.
Empezar por 5 ó 10 minutos, e ir aumentando hasta llegar a los 30 minutos puede ser un buen comienzo. Hacer 30 minutos de actividad de resistencia de intensidad moderada a menudo es lo ideal para ganar y mantener nuestra capacidad de resistencia.
Cómo medir el esfuerzo
La cantidad de esfuerzo que podemos soportar dependerá de cada uno, y uno mismo es quién mejor puede conocer sus límites.
Es importante tener claro que las actividades de resistencia no deben hacerlos respirar de manera fuerte (que no nos permita hablar) o entrecortada. Por supuesto no deben causar mareos, dolor o presión en el pecho. Ante estos síntomas debemos parar inmediatamente, y reducir el ritmo para futuras prácticas. Se trata de disfrutar a la vez que nos mantenemos en forma.
Caminar, una práctica ideal para entrenamos nuestra resistencia
A la hora de salir a caminar, un truco que nos puede ayudar a ir aumentando nuestras capacidades es contar los pasos que damos, establecer metas y medir nuestro progreso. ¡Hoy en día hay un montón de aplicaciones y dispositivos para medirlos!
Un ejemplo de cómo establecer metas y retos:
- Si caminas menos de 5.000 pasos al día, trata de añadir poco a poco de 3.000 a 4.000 pasos más.
- Si rondas los 8.000 pasos al día, ya estarás cumpliendo con un nivel de actividad optimo.
- 10.000 o más pasos al día, sería fantástico. Si llegas aquí, el nivel de actividad y resistencia es más que recomendable.
- Y si pasamos de los 10.000 pasos al día cómodamente, e intentamos conseguir 15.000 habremos entrado en un grupo de personas de alta actividad diaria.
Otro consejo para ir aumentando dificultad de nuestras prácticas es que, cuando nos sintamos listos para hacer más, primero aumentemos la cantidad de tiempo para, después aumentar la dificultad.
Por ejemplo, una vez que lleguemos a los 8.000 pasos al día y los hagamos cómodamente, podemos intentar hacer la misma marca pero caminando más rápido o en cuestas más empinadas.