"Ha sido una experiencia brutal, de repetir todos los años", cuenta emocionado Enrique Rafael García (65 años), aficionado al ciclismo desde la niñez y que acaba de regresar de ver tres etapas del Tour de Francia con gastos pagados. Este gallego recién jubilado no se esperaba que entre los "obsequios" que le prepararon sus compañeros de trabajo de la Autoescuela Zalaeta antes de su marcha definitiva, estuviese una invitación para pasar unos días en Lourdes y disfrutar de las etapas de montaña en los Pirineos del Tour de Francia (@LeTour) de este año. "Para los amantes del ciclismo no hay nada como el Tourmalet, ni otra carrera como el Tour, tan bien organizada y con una caravana publicitaria como la que tienen", reconoce Enrique.
Por eso un día hace dos años comentó en un grupo de Whastapp que él no quería morirse sin haber ido al Tour. Dicho y hecho, su compañera Isabel "se quedó con la copla" y convenció a su empresa y a sus compañeros de que tenían que hacerle cumplir con este sueño. "Yo ya había ido al Tourmalet en Semana Santa, pero todo estaba nevado y no era lo mismo. Les estoy muy agradecido por este regalo", aclara Enrique. Y hasta allí marchó este coruñés con su camiseta del Dépor (@RCDeportivo) "que lleva allá donde va". Subió en coche los puertos de montaña de la carrera ciclista, "hacerlo en bicicleta es para gente de otro mundo", opina. Allí compartió con el resto de los aficionados la subida a Bigorre, la contrarreloj de Pau y la etapa estrella del Tourmalet el sábado 20 de julio, a la que acudió también el propio presidente francés Emmanuel Macron. "Había muchísima gente, todo Francia estaba allí aunque hacía mucho calor", relata este jubilado.
Enrique hace unos días en el Tourmalet
Globero y forofo de Indurain
No se atrevió a subir en bicicleta el puerto francés pero Enrique practica este deporte "a nivel globlero", es decir, como un aficionado de manera puntual. Pero su afición era conocida por todos y un delegado de Flex amigo, le consiguió un maillot profesional de la marca de colchones. "Lo que no perdono es ver el Tour, el Giro y la Vuelta por televisión. Cuando trabajaba y no podía verlo en directo, lo grababa y les decía a mi familia y amigos que no me desvelasen cómo había sido el final de la etapa". Ahora que tendrá más tiempo tras la jubilación, planea ir a algunas de las jornadas de La Vuelta Ciclista (@lavuelta) a España en Asturias.
Su época favorita fue la del navarro Miguel Indurain, pentacampeón del Tour. "No hay nadie como él, ni como deportista ni como persona", comenta Enrique. "Tengo fotos con él, del 96 cuando se retiró. Fui con mi familia a su pueblo, Villaba, y esperamos frente a su casa hasta que salió a pasear al perro, nos atendió y firmó un autógrafo... Porque se lo llevaron que sino seguiría dando la chapa y haciendo contrarreloj...". Su pasión le llevaba incluso a poner símiles ciclistas durante las clases prácticas de conducir que impartía. En sus cerca de 45 años de carrera llegó a comparar las marchas de coche con los piñones de una bicicleta, sobre todo cuando había que subir una cuesta.
Enrique junto a Indurain.
¿Quién ganará el Tour de este domingo?
Enrique vaticina que esta vez no habrá ningún español en el podio ganador ya que "Mikel Landa (@MikelLandaMeana) está a bastante tiempo" (7º lugar en la general), aunque sus seguidores no pierden la esperanza. Quizás quien sí escale posiciones sea, en opinión de Enrique, el francés Thibaut Pinot (4º en la general), que está avanzando hacia su compatriota que va líder, Julian Alaphilippe (@alafpolak1). "Está haciendo una gran Tour, pero no estoy seguro de que vaya a aguantar en cabeza hasta los Campos Elíseos el domingo. Alaphilippe es un gran corredor pero tiene debilidad en los puertos y aún quedan jornadas de montaña duras", opina el gallego.
Aunque considera que el ciclismo ha cambiado mucho en los últimos años, Enrique se atreve a destacar que los ciclistas veteranos tendrían aún cosas que enseñar a los jóvenes que compiten ahora. "Más allá de que la tecnología y las bicis antes estaban muy poco desarrolladas, "los ciclistas de antes" podrían aportar su experiencia del comportamiento en carrera, de la época en la que no había pinganillos y las decisiones dependían de cada corredor y no tanto del equipo. También sabía muy bien cómo trazar las curvas y manejarse en carreteras en mucho peor estado", destaca Enrique. Con todo, ha vivido unas jornadas inolvidables, arropado por el público francés que ha acudido en masa a este Tour ante la expectativa de que un francés se corone ganador por primera vez desde hace más de 30 años, cuando Bernard Hinault vistió su quinto Maillón Amarillo, solo superado por Indurain.