El Foro Económico Mundial, también conocido como Foro de Davos, definió a comienzos de este año cuáles son, según dicha organización, los seis principios de la economía de la longevidad.
Y es que la transición demográfica actual, es decir, el aumento de la esperanza de vida, el progresivo envejecimiento de la población y la caída de la natalidad, conlleva una serie de retos que afrontar: se estima que para 2050, el número de personas mayores de 60 años aumentará más del doble y alcanzará los 2.100 millones.
Ahora bien, esta nueva realidad también puede traer consigo múltiples beneficios y oportunidades que pueden y deben ser aprovechadas.
En este sentido, el Foro Económico Mundial resumió en seis puntos las acciones a tomar para poder adaptarse a los tiempos que están por venir. Unas conclusiones, que fueron citadas por parte de expertos de renombre reunidos con motivo de la jornada Economía de la longevidad’, organizada por 65YMÁS el pasado miércoles 16 de octubre, en colaboración con el Gobierno de la Región de Murcia (@regiondemurcia) y el Ayuntamiento de Murcia (@AytoMurcia).
El acto, moderado por la Directora de 65YMÁS, Ana Bedia, contó con la intervención destacada del Presidente de la Región de Murcia (@regiondemurcia), Fernando López Miras (@LopezMirasF); del Presidente de 65YMÁS, Fernando Ónega; de la Consejera de Política Social, Familia e Igualdad del Gobierno de la Región de Murcia, Concepción Ruiz Caballero; y de la Concejala de Mujer, Políticas de Conciliación, Mayores y Discapacidad del Ayuntamiento de Murcia, Ascensión Carreño Fernández.
Además, también participaron expertos de la talla de la Directora del Instituto Universitario de Investigación en Envejecimiento, María Trinidad Herrero Ezquerro; la Directora de la cátedra de innovación social de la Universidad de Murcia, Catalina Guerrero Romera; el coordinador provincial de Mayores Telefónica Murcia, Nicolás Díaz López; el experto en Economía de la longevidad, gestión de Talento Sénior y director de Relaciones Institucionales en Comunicas, Rafael Fernández Cañas (@RFerCa); el gerente de Bienestar y Salud en CaixaBank (@caixabank), Juan José Muñoz Benito; y la Responsable Asistencial de la Unidad Transformación digital de Quironsalud Levante y Canarias (@quironsalud), Paula Rodríguez Lavado.
Estos son los principios de la economía de la longevidad, según el Foro Económico Mundial:
1) Fomentar la resiliencia financiera
Según explican en un comunicado de dicha organización, "casi cuatro de cada diez personas se enfrentan a la inestabilidad financiera a medida que envejecen, debido a interrupciones no planificadas de la carrera profesional, enfermedades o jubilaciones inesperadas".
Por ello, proponen que tanto el sector público como el privado colaboren y se diseñen "programas que protejan a las personas de caer en la pobreza" y se garanticen los cuidados.
"Los empleadores pueden brindar a los trabajadores acceso a instrumentos financieros de ahorro y seguros. Los proveedores de servicios financieros pueden diseñar productos de ahorro innovadores. Y los grupos de ciudadanos pueden ayudar a las personas a encontrar las herramientas adecuadas y dar voz a las necesidades de la comunidad", añaden.
Además, apuntan, "una vivienda asequible y estable también es fundamental para una longevidad saludable".
2) Alfabetización financiera
Por otra parte, proponen que se garantice la alfabetización financiera, puesto que "solo un tercio de la población mundial podría considerarse alfabetizada financieramente, lo que contribuye a las desigualdades en materia de riqueza y esperanza de vida".
Y en este sentido, entienden, de nuevo, la colaboración entre empresas, Estado y sociedad civil es fundamental.
Y ejemplifican: "Los empleadores pueden brindar a los trabajadores educación y orientación financiera pertinente. Las empresas financieras pueden desarrollar contenido imparcial y los grupos de ciudadanos pueden ayudar a las comunidades a acceder a este".
3) Prevención
Otro de los puntos en los que se debería incidir es en la prevención para poder disfrutar de una longevidad saludable.
"Ayudará a mejorar la calidad de nuestras vidas en la vejez", explican.
Por ello, "las medidas de la economía de la longevidad incluyen que los responsables de las políticas y los servicios de salud proporcionen un amplio acceso a servicios y educación sanitaria de calidad".
Asimismo, proponen, "se podrían aumentar los controles para los grupos de enfermedades clave".
"Los empleadores pueden ofrecer beneficios y programas de salud y bienestar, como seguros de salud, cobertura por enfermedades graves y beneficios de salud mental. Y los grupos de ciudadanos pueden brindar educación y servicios de salud accesibles y ayudar a garantizar que las comunidades sean escuchadas", indican.
4) Desarrollar habilidades a lo largo de la vida
"Una cuarta parte de las personas de 55 años o más desean trabajar en la vejez, pero enfrentan barreras para encontrar oportunidades. En la economía de la longevidad, los empleos y las habilidades deben llenar esta brecha, para que las personas puedan seguir haciéndolo", contextualizan.
Por esta razón, recomiendan "desarrollar políticas para ayudar a las empresas y a los trabajadores a evolucionar más allá de las edades de jubilación tradicionales", que las empresas "faciliten la reincorporación" y que las organizaciones de la sociedad civil puedan "trabajar con el sector público en iniciativas de desarrollo de capacidades y colaborar con el sector privado en las mejores prácticas de capacitación".
5) Conexión social
En penúltimo lugar, desde el Foro Económico Mundial proponen fomentar las relaciones sociales entre generaciones y el desarrollo de un propósito vital.
En concreto, piden a la administración, "colaborar con el sector privado en la creación de entornos propicios"; a las empresas, "encontrar formas de mantener a los trabajadores mayores conectados"; y a la sociedad civil, "abordar el aislamiento social y alentar a las personas de todas las edades a participar en actividades comunitarias".
6) Desigualdades
"Los beneficios de la longevidad no son percibidos por igual por todos. Existen desigualdades en materia de ingresos, riqueza y bienestar", indican.
Por ello, señalan, "es necesario diseñar la educación, los recursos y las herramientas para promover la inclusión". "Los responsables de las políticas y las empresas deben abordar los factores que contribuyen a las desigualdades en materia de resiliencia financiera y longevidad, como el género, la raza, la etnia, la geografía, la discapacidad y el contexto socioeconómico", apuntan.
"Los grupos de ciudadanos pueden seguir abogando por quienes se sienten marginados y exigiendo cuentas a los sectores público y privado", concluyen.
Sobre el autor:
Pablo Recio
Pablo Recio es periodista especializado en salud y dependencia, es graduado en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid y comenzó su carrera profesional en el diario El Mundo cubriendo información cultural y económica.
Además, fue cofundador de la radio online Irradiando y cuenta con un máster en Gobernanza y Derechos Humanos por la Universidad Autónoma de Madrid y otro en Periodismo por el CEU San Pablo/Unidad Editorial.