Ignacio Casanueva
Ignacio Casanueva es redactor especializado en temas de tecnología y salud.
… saber más sobre el autorTener el dinero guardado siempre será una buena opción para hacer frente a futuros imprevistos. Sin embargo, durante años hemos podido ver que con, por ejemplo 10€, ya no podemos adquirir el mismo número de productos que podíamos tener hace 20 años.
Esto se debe a que la capacidad adquisitiva varía con el tiempo, por lo que hay que saber tener nuestros ahorros destinados, o invertidos, para mantener nuestro músculo económico. Pero hay veces que este rendimiento es poco, ya que aquí entra en juego la inflación.
Cómo varía la inflación se puede ver en el IPC, el Índice de Precios de Consumo (IPC). Este dato se calcula a partir de los precios que hay en una cesta de productos y servicios en diferentes ciudades y establecimientos. Esta cesta es secreta, pero refleja las opciones de consumo del país y evoluciona o se revisa cada 5 años. De esta forma hay artículos que pueden salir, como por ejemplo las cámaras de vídeo o los DVD, y otros que entran como las suscripciones a servicios online como Netflix, HBO o Spotify.
Cuando se tiene esta cesta, se observan los precios y se pueden hacer comparaciones con el mes o año anterior, y mirar la evolución en un periodo más largo. Cuando los precios suben de forma continuada, podemos hablar de inflación. En otras palabras, cuando la vida se encarece es que hay inflación. Si los precios bajaran, hablaríamos de deflación.
Que se de este fenómeno no es malo siempre y cuando la economía de los ciudadanos vaya acorde, de este modo podemos hablar de una inflación sostenible. En concreto, el Banco Central Europeo intenta acercarla al 2% pero nunca sobrepasar este porcentaje.
Hay que apuntar que de forma mensual no percibimos casi esta variación, pero después de unos años sí que veremos sus efectos. Por ejemplo, entre 2020 y 2021 la inflación ha sido del 0,65%. Si tomamos este dato y pensamos que mantendrá esta subida contante durante los próximos quince años, alcanzaremos una variación de 9,75%.
En un caso práctico supongamos que tenemos 20.000€ bajo el colchón. De no invertirlos, tras esos 15 años la pérdida será de 1.950€.
Teniendo en cuenta esto podemos ser previsores y planificar mejor nuestro ahorro echando un vistazo a las previsiones macroeconómicas que ofrecen instituciones como el Banco de España o CaixaBank.
Además, los organismos internacionales también hacen sus previsiones para España: