Economía

Antonio de Lacy: "Si hubieran jubilado a Hitchcock a los 65 años no existiría 'Los pájaros'"

Beatriz Torija

Martes 14 de febrero de 2023

13 minutos

El cirujano dice: "Estoy muy volcado en mi trabajo, esto no lo deben cortar por una fecha en el DNI"

Antonio de Lacy: "Si hubieran jubilado a Hitchcock a los 65 años no existiría 'Los pájaros'"
Beatriz Torija

Martes 14 de febrero de 2023

13 minutos

Es uno de esos médicos que salen invariablemente en los listados de los mejores cirujanos del mundo. Forma parte de la élite mundial de la medicina. Antonio de Lacy es uno de los cirujanos abanderados de la cirugía robótica y mínimamente invasiva.

Después de toda una vida en el Hospital Clinic de Barcelona, donde ha sido jefe de cirugía gastrointestinal, Lacy ha dejado la sanidad pública por las condiciones laborales que reducen horas y responsabilidades antes de ejecutar la jubilación forzosa. Ahora sigue operando en el sector privado, dirige el Instituto Quirúrgico Lacy (IQL) ubicado en del Hospital Quirónsalud. 

Hemos hablado con el doctor Lacy de talento sénior, de la jubilación forzosa, de los restos de la sanidad y de relevo generacional. Acaba de cumplir 66 años y no quiere ni oír hablar de jubilación. Antonio de Lacy se siente en su mejor momento profesional, con más ganas y energía que nunca.

PREGUNTA.- Se define como un yonki del quirófano y del trabajo, ¿lo sigue siendo?

RESPUESTA.- [Risas] La verdad es que nunca había empleado la palabra yonki, sí que he usado en muchas ocasiones la palabra workaholic o adicto al trabajo. Pero la verdad es que sí, sí lo soy, soy un yonki del trabajo.

P.- Y con los años… ¿cómo evoluciona esta adicción?

R.- Pues cada vez más enganchado, claro, como todas las adicciones. Cada vez necesitan más cantidad de droga. Empiezas con un gramo de cocaína y terminas con cuatro. Y yo igual, solo que mi droga son las horas de quirófano, la investigación y los pacientes.

P.-¿Está en su mejor momento? ¿Se siente ahora con tanta energía y capacidad, o más… que hace 20 o 25 años, por ejemplo?

R.- La verdad es que últimamente lo he dicho en varias ocasiones, que estoy en mi mejor momento profesional, con más energía que a los 20 años y con más capacidad. Pero suena un poco pedante. Así que, aunque me siento con la energía como si tuviera 20 años, y sí creo que estoy en lo mejor, vamos a dejarlo en que me encuentro en lo que llaman algunos la serena madurez.

P.- ¿Y en qué consiste esa ‘serena madurez’?

R.- Cuando eres una persona joven, yo creo que todos los jóvenes en alguna ocasión, y me incluyo, hemos sido un poco trepas, lo que los americanos llaman ‘climbing’. Lo que ocurre es que hay trepas que lo que hacen es subir, pero dando cuchilladas al que tiene al lado y si puede los dejan caer. Yo esto no lo he hecho. Pero sí que en un momento determinado quieres subir y demostrar lo que vales. Y sí, creo que en algún momento de la vida he sido trepa, no con el sentido negativo del término, pero sí con el de la ambición.

Pero ahora la situación es diferente. Ya no tengo un interés loco en subir una montaña más, porque ya me siento bien donde estoy. Todo es más sereno. A mí la cosa profesionalmente, no personalmente, me han ido muy bien y lo que tengo que hacer es dar las gracias.

En la maratón de la carrera profesional, cuando eres maduro, ya no quieres ser el primero, ya no tienes que destacar, ni demostrar, ni pelearte con nadie. Ahora en ese maratón, me ceden el paso, me llaman de usted y hasta me ofrecen agua. Y entonces yo creo que esto te da una serenidad que es mejor. Sin lugar a dudas, es mejor.

P.- Con 67 años, ¿ya no tiene nada que demostrar?

R.- No me gusta mucho esta palabra de la experiencia, pero el tiempo te hace que veas las cosas de una forma un poco más objetiva. Ahora mismo estoy en una etapa de mi vida en la que lo único que quiero es cuidar al paciente. Creo que el foco de nuestro trabajo es el paciente y no tiene que ser ni los éxitos, ni la parte económica ni el reconocimiento. Es fundamental centrarnos en el paciente.

Antonio de Lacy: “Si hubieran jubilado a Hitchcock a los 65 nunca habríamos visto 'Los pájaros'” EuropaPress

P.- ¿Seguiría operando en un hospital público de no existir la jubilación forzosa, esa legislación que convierte en obligatoria la jubilación, aunque quiera seguir trabajando?

R.- El Hospital Clinic ha sido el buque insignia de Cataluña y de toda España. Es un hospital de excelencia absoluta y espero que lo siga siendo. Existe una regulación que permitía trabajar hasta los 70 años, pero el 28 de diciembre del 2021 sale una nueva regulación que reduce esa edad.

No sé, cuando sale este tema, yo siempre pongo de ejemplo el mundo del cine, porque a mi me gusta mucho Alfred Hitchcock. Si lo hubiéramos jubilado a los 65 no hubiéramos visto ‘Los pájaros’, que es una obra maestra, cinematográficamente hablando. Mis amigos de todo el mundo, que son de mi quinta, están en esto momentos en su punto más creativo de más poder.

P.- Los sesenta de hoy, no son ni mucho menos como los de antes, ¿verdad?

R.- Así es. Es muy importante, es que no podemos juzgar a la gente como en 1960. En estos momentos la gente que tiene más de 60 años yo me atrevería a decir que no es la misma. La expectativa de vida no es la misma, la calidad de vida no es la misma. Y si físicamente tú te encuentras bien, con ganas de hacer, ¿por qué hay que parar?.

Yo ahora soy mucho mejor. Y puedo aportar mucho más, valgo mucho más. Mira, mi agenda telefónica ahora mismo es mil veces más interesante que cuando tenía treinta o cuarenta años. Mi agenda telefónica valdría mucho dinero.

Tengo una plataforma de educación, que se reconoce como la más potente de cirugía del mundo, en la que hay un millón y medio de cirujanos. Y sabemos prácticamente todo sobre su actividad, una información proporcionada por ellos, y eso es muy interesante para el mundo médico y para la industria. Pues es lo mismo, yo en estos momentos, hace poco hice un acto de agradecimiento en Madrid, a la gente por lo bien que se ha portado conmigo en Madrid. Y claro, la gente que había allí en este acto no la hubiese podido reunir nunca cuando tenía 30, 40 o incluso 50 años.

P.- El derecho a la jubilación se convierte en obligación en muchos convenios, una legislación que hay en otros países. Y esto puede ser un drama para un profesional que quiere seguir trabajando

R.- Mi vida personal en los últimos diez años ha sido horrible. He perdido a mi único hermano en accidente de tráfico, he perdido a mi madre, he perdido a mi mujer, que es lo más maravilloso que me ha pasado en la vida, he perdido a mi padre hace muy poco. Quizá todo esto ha hecho que me vuelque mucho más en mi trabajo y que emprenda proyectos nuevos. Y esto no te lo tienen que cortar por una fecha en el carnet de identidad.

Lo que también es verdad es que lo que tú no puedes hacer es agarrarte a la silla. No quiero mencionar ninguno, pero hay muchos profesionales que se agarran a la silla como sea. Esto tampoco debe darse.

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P.- Usted dejó el Clinic, antes de alcanzar esa edad de jubilación forzosa

R.- Así es. Yo teóricamente no me tengo que jubilar ya obligatoriamente, casi, pero aún no. Pero sí es verdad que a partir de los 65 años te van reduciendo cosas y yo creo que esto es malo.. Por ejemplo, en el Clinic cada cuatro años tenemos que renovar, y puedes perder el cargo. Hay gente, y no estoy hablando solo de mí, pero hay gente maravillosa a la que no renuevan en sus cargos por su edad. Lo que pasa es que en este país tenemos una tendencia a matar al padre, y esto es malo. El hospital donde teóricamente yo he aportado y contribuido, o he tenido influencia para conseguir muchos millones de euros para el hospital...

Nosotros teníamos uno de los tres mejores urólogos del mundo, que era el profesor José María Gil-Vernet Sedo. Este hombre recibió una carta que le decía no vuelva usted mañana. En España, tenemos un cirujano con reconocimiento: Enrique Moreno Gonzáles. A él, Esperanza Aguirre cuando era presidenta de la Comunidad de Madrid le dijo que se jubilaría cuando a él le diera la gana. Y esto es una postura muy valiente.

Yo me he ido porque quiero hacer un proyecto ambicioso y ahora mismo, la ciudad que está tirando de este país es, sin duda, Madrid. Es la ciudad con mayor inversión extranjera.

P.- ¿Cómo es un día cualquiera en la vida del doctor Lacy?

R.- Me despierto muy pronto, no me atrevo a decir la hora porque me da vergüenza [a las 4:00am, nos confiesa después], me despierto y me levanto, no soy de esos que se despiertan y se quedan en la cama. Hasta hace relativamente poco tiempo, hasta julio pasado, llegaba al hospital a las seis de la mañana, es el momento que más me gustaba porque no hay nadie, con lo cual cunde una barbaridad este rato. A partir de las ocho ya comenzaba con pases y visitas a pacientes, algún día reuniones, algún día comités determinados, y luego, cuatro y a veces cinco días a la semana, quirófano. En el momento en que yo decido dejar el hospital mi vida ha cambiado, porque mi vida ahora está en tres ciudades en la misma semana: que es Madrid, Barcelona y Palma. Intento ordenar mi vida, aunque aún no está perfectamente ordenada. Lo que intento es estar dos o tres días en Barcelona, dos días en Madrid y dos días en Mallorca.

P.- Y le queda tiempo para iniciar proyectos nuevos…

R.- Así es. ¿Cuál es mi vida?, me preguntas, pues mi vida es atender a los pacientes, intentar dar lo máximo que yo puedo y, al mismo tiempo, intentar convencer al mundo para crear un proyecto centrado en el paciente. De hecho, el nombre en inglés es ‘Hospital we deserve’, es el hospital que nos merecemos, y ese “nos merecemos” se refiere a los pacientes. Hay una frase que lo define bien y es nada sobre mí sin mí. En el sentido de que los pacientes deben tener información perfecta de lo que se puede o no se puede hacer, de lo que les va a pasar y ellos tienen capacidad de poder decidir. Mi vida es ahora menos ordenada delo que era antes.

Antonio de Lacy: “Si hubieran jubilado a Hitchcock a los 65 nunca habríamos visto 'Los pájaros'”

P.- Aunque ha dicho que no le gusta mucho la palabra ‘experiencia’, lo cierto es que para un cirujano es clave. ¿La excelencia se gana con las horas de quirófano? …al menos de momento, porque la curva del aprendizaje quizá cambie con la tecnología

R.- Sí, hoy por hoy es así. Y por eso yo creo que no estamos en el momento de prescindir de gente muy muy válida. No estamos en el momento.

Es como el zapatero, que enseña a su discípulo un arte muy manual como es hacer zapatos. Primero le enseñas, luego le ayudas, y luego él enseñará a otros. Como mallorquín me encanta este ejemplo. Pero la cirugía es un poco igual, lo que ocurre es que estamos utilizando métodos de innovación científica y tecnológica para intentar reducir la curva del aprendizaje

En mi caso la curva del aprendizaje fíjate cómo ha sido: he pasado de cirugía abierta a cirugía mínimamente invasiva, ya sea laparoscopia o robótica. Yo he tenido que aprender la cirugía abierta, después aprender la cirugía mínimamente invasiva y esto ha costado muchos muchos años.

P.- ¿Cuál será la siguiente revolución? ¿la inteligencia artificial?

R.- Sin duda, en medicina va a ser la revolución más importante después del genoma. Ya estamos trabajando con varias empresas en el desarrollo de inteligencia artificial. Estamos intentando que el nuevo robot sea verdaderamente un robot, y no solo el manipulador que hay ahora. Y que tú puedas hablar con él. Es decir, Lo que vamos a hacer es que la máquina pueda hablar con el cirujano y que la máquina se dé cuenta si tú eres un experto o si eres un principiante. O que la máquina aprenda de ti si eres un gran experto.

Stephen Hawkins era pesimista, pensaba en la inteligencia artificial como el skynet de Terminator. Creía en la guerra mundial de las máquinas. Esto no va a ocurrir. Yo no soy pesimista como él.

P.- Pero la tecnología es muy costosa. ¿Qué necesita la sanidad española? ¿más recursos?

R.- Necesitamos más recursos, sin duda. Pero no tenemos que olvidar, con todos los respetos del mundo, que no somos un país muy rico. No somos Dinamarca, no somos Noruega. No nos engañemos, no somos un país nórdico. Tampoco somos un país como Australia, con mucho terreno y poca población. Así que lo primero que tenemos que hacer es gestionar mejor nuestros recursos económicos. Sí, hay que invertir más en educación y sanidad, por ese orden, que son la base de nuestra sociedad. Pero al mismo tiempo yo creo que gestionamos la sanidad como en el siglo XX y tenemos que hacerlo como en el siglo XXI, para demostrar una mayor eficiencia y al mismo tiempo tener un menor gasto.

La tecnología es cara… depende de cómo se mire. Si tú tienes el último grito en robótica y consigues disminuir el porcentaje de fallo de estructura en el empalme de una anastomosis determinada como puede ser el cáncer de esófago o el cáncer de recto estás ahorrando dinero, porque el fallo de una estructura, supone un gasto por paciente del orden de 300.000 o más euros con facilidad. Y eso, aparte del drama humanitario, porque puede terminar en la muerte del paciente.

Cuando dices que un robot cuesta dos millones de euros mucha gente se echa las manos a la cabeza, pero no son capaces de ver más allá. Es un una inversión.

P.- Hablando de inversión… Es usted un reconocido defensor de la colaboración público privada

R.- Yo fui la primera persona que operó a un paciente privado en un hospital público, en el Clinic. Así se creó la empresa Barnaclinic+ [entidad del Hospital Clínic responsable de la actividad privada], que se la han querido cargar muchas veces. Todos los beneficios que se obtienen dentro de esa unidad van directamente al hospital público. La colaboración público-privada es buena.

La gran ventaja de la sanidad española es la universalidad. La sanidad es universal y debe tratarse igual a Amancio Ortega, el hombre más rico de España, que a un señor que llegue en patera a las costas españolas. esta es la grandeza de la sanidad españolas, y lo demostramos en muchos ámbitos, como la donación de órganos.

Mi mujer falleció de un cáncer de pulmón. Y hay muchos pacientes como ella, con este tipo de cáncer que no tiene que ver con el tabaco o factores ambientales sino con una mutación. . ¿En qué ámbito se está produciendo la investigación más importante en el ámbito de la oncología? En la industria, y la industria es privada. No nos engañemos, el sector público no va poder soportar todas las innovaciones y todos los nuevos tratamientos. Los nuevos tratamientos que hay, oncológicos, farmacológicos, no los vamos a poder pagar. Sin duda alguna la colaboración es necesaria.

P.- Hablaba de Amancio Ortega, a quien se criticó con dureza tras sus donaciones a la sanidad…

R.- Cuando tratamos mal a personas como Amancio Ortega porque regala aparatos de radioterapia, que son muy caros y van a hacer que mejore la sanidad, pues yo creo que debería ser contestado por el presidente del Gobierno. Es intolerable.

Ahora se vuelve a impulsar la ley del mecenazgo. A ver si se hace bien, porque es indudable que es una forma de conseguir dinero. Si una donación se puede desgravar íntegramente de tu IRPF pues conseguiremos más dinero y en este país hay mucha gente que es altruista.

Cuando yo solicité dinero en un vídeo con una oncóloga, Cristina Nadal, en los medios. Pues en 12 horas, de 8 de la noche de un viernes a 8 de la mañana de un sábado se consiguieron 650.000 euros. En 12 horas, de noche. No nos engaños, si tú a esto encima le facilitas una desgravación… sería brutal. Creo que debemos ponernos un poco las pilas y tenemos que discutir un poco menos de cosas que no son importantes.

P.- ¿Hay relevo generacional? ¿hay una buena generación de médicos en España?

R.- Sin duda. La generación que viene será mejor que nuestra, sin lugar a dudas. No podemos cometer el error de siempre, de reivindicar nuestra época porque el mundo está mucho mejor. Ahora estamos en un momento complicado con la guerra de Ucrania. Pero hay que preguntarse: ¿quién vive mejor, el niño de los años 60 o el niño actual? Vive infinitamente mejor el actual. El país está mejor, se vive mejor, comemos mejor, somos más altos, estamos mejor, tenemos deportistas maravillosos. Y antes éramos un país muy gris.

Las nuevas generaciones van a ser maravillosas, van a ser mejor que nosotros, porque además tecnológicamente van a estar mejor, van a aprender mejor. Yo lo veo. Tengo un hijo cirujano que es infinitamente mejor con sus 34 años de lo que era yo con la misma edad. Habla idiomas mejor que yo. Se mueve mejor por el mundo que yo, opera mejor que yo, todo mejor que yo. Da manera que lo lógico es que llegue más lejos que yo. Y cuando digo yo, hablo de todos los que son como yo, y todos los que son como mi hijo.

Hace mucho tiempo que yo dije que había que cuidar la asistencia primaria y fíjese lo que se está viviendo ahora con la asistencia primaria. En los últimos 30 años no se ha cuidado. La medicina de familia tiene una parte vocacional muy fuerte, y muchos de los médicos a los que no se les ha cuidado no sé si volverían a estudiar la carrera de medicina. Yo, sin embargo, me lo he pasado maravillosamente.

Sobre el autor:

Beatriz Torija

Beatriz Torija es periodista y documentalista, especializada en información económica. Lleva 20 años contando la actualidad de la economía y los mercados financieros a través de la radio, la televisión y la prensa escrita. Además, cocina y fotografía.

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