La campaña ‘Soy mayor, no idiota’ emprendida por Carlos San Juan, que acaba de cumplir ahora dos años, consiguió doblegar al sector financiero frente al clamor de los mayores por un trato más humano y personalizado. La banca firmó un código de buenas prácticas con medidas concretas para mejorar la atención presencial y personalizada a los mayores.
Sin embargo, por cada batalla ganada (horario ampliado, compromiso por mantener las libretas o legislación para acabar con las comisiones en ventanilla), el anhelo de los mayores por una atención y servicios presenciales, sin embargo, se enfrenta a diario a nuevos muros.
El último, denunciado por 65YMÁS, es el de los productos de ahorro con remuneración, depósitos y cuentas, que la banca reserva, mayoritariamente, para los clientes de banca online, dejando fuera muchos mayores sin competencias digitales. “La banca va dando vueltas de rosca, buscando atajos para imponer la digitalización”, se lamentado Carlos San Juan, en conversación con 65YMÁS.
Los productos remunerados, son digitales
El sector financiero está centrando sus ofertas de productos de ahorro con rentabilidad, cuentas remuneradas y depósitos, en la banca online. De la escasa oferta que de por sí están ofreciendo los grandes bancos españoles, pese a que los tipos de interés están en máximos, la mayor parte de la oferta está condicionada a la operativa online.
“Se está canalizando todo hacia lo digital. La banca con estas ofertas nos hace un chantaje directo para que nos pasemos hacia lo digital”, explica San Juan. “Y si no puedes, porque no tienes competencias digitales, pues seguro que tienes un hijo, nieto, algún familiar o amigo que te ayude. Es lo que nos decían antes la banca. Yo he escuchado decir a un empleado ‘si tuviera un poco de tiempo libre yo mismo le instalaría la aplicación’. Su consigna es dirigirte a la banca digital, porque les ahorra mucho personal”.
“Ocurrió con las tarjetas y las libretas de ahorro. En la banca te invitaban a pasarte al plástico y te contaban las ventajas de no tener que estar pendiente de acudir al banco a actualizar la libreta en papel, pero sin contarte que la tarjeta tiene una comisión más alta, exige hacer un número de operaciones al año… en fin. Te llevan hacia lo digital, sin contarte la letra pequeña” explica el impulsor de Soy Mayor, no Idiota.
En su opinión, ahora pasa lo mismo. “Todas esas ofertas son el caramelito para que quien no lo sea ya, se pase a la banca digital”, explica el médico jubilado. “Es muy difícil que esto pueda cambiar, como he asistido a todas las reuniones conozco bien la opinión de la banca, y enseguida se refugian en la libre competencia. Y este es un tema que se aleja de lo que se pueda exigir como obligatoriedad en virtud del servicio público que prestan” explica.
“Soy pesimista en este tema. Fíjate lo que nos ha costado eliminar las comisiones por sacar tu propio dinero de tu cuenta en ventanilla”, concluye.
Los mayores buscan alternativas
La última encuesta financiera de las familias del Banco de España, así como otros estudios de la Comisión Nacional del Mercado de Valores o el informe 'Hábitos de ahorro e inversión en España' de XTB coinciden en que los sénior son el grupo de edad que más invierte su dinero, en productos conservadores y seguros como depósitos, deuda pública o cuentas remuneradas, pero también en fondos y acciones cotizadas.
“Los mayores claro que queremos algo de rentabilidad por nuestro dinero”, coincide Carlos San Juan. “Y hay mucha gente que está dejando los bancos, que no ofrecen nada, y ponen estas restricciones, hacia el sector asegurador, que ofrecen inversiones sin riesgo y dan un poco de interés, y con liquidez, que el dinero se puede recuperar, no son plazos fijos largos… que a los mayores nos dan un poco de miedo, porque la necesidad del dinero puede surgir de golpe y porrazo”, explica San Juan.
En efecto, las aseguradoras están pescando clientes en el caladero de la banca, reticente a remunerar el ahorro, con productos como los seguros de vida-ahorro con rentabilidades superiores al 3% y con un plus en forma de cobertura aseguradora. “Los seguros se están llevando muchos clientes, porque en la banca tradicional esto no te lo ofrecen, y los seguros te atienden personalmente… al menos en este ámbito, en el de la inversión. En otro tiempo, el director de la sucursal bancaria te llamaría personalmente a casa si coges tu dinero y te lo llevas a otro sitio, pero ahora ya no”, se lamenta San Juan.
“A los mayores la vida nos hace conservadores, porque a una persona mayor la vida le puede cambiar su situación de un día para otro”, nos cuenta Carlos San Juan. “Pero que no queramos riesgos, no significa que dejemos el dinero ahí parado, perdiendo valor. Claro que buscamos algo, como todo el mundo, algo de rentabilidad, por poca que sea".
Un segmento de clientes que no interesa
Este activista jubilado, e incansable a la hora de luchar por los derechos de los mayores, cree que el problema de fondo está en que el colectivo de personas mayores, como clientes, no interesa a la banca. “Si, públicamente, en todos los foros y declaraciones públicas la banca dice que nos tienen muy en cuenta y que les importamos… pero los hechos demuestran que no es así”, denuncia. “Todos estos productos que solo se ofrecen de forma online es un buen ejemplo. Saben que muchos mayores no van a poder acceder a ellos porque no están digitalizados. Pero no les importa”.
“La banca hace sus estudios y cálculos de qué clientes les resultan más interesantes y rentables. Y muchos mayores no entramos en ese esquema, de ahí que nos marginen. Sí, ahora han mejorado algunas cosas, como el horario de atención, pero como ves, sigue habiendo otras vías para marginar a quien no entre en la digitalización, al mayor que quiere hacer gestiones en las sucursales”.
Cuestión de márgenes
Sin embargo, los sénior en España no solo son cada día más numerosos, sino que tienen influencia, capacidad de decisión y poder económico. Tienen ahorros y poder de compra. De manera que, al hilo de la conversación que mantenemos con Carlos San Juan se desprende que quizá es una parte del colectivo, la que menos interesa comercialmente al sector financiero. Precisamente los más vulnerables, con menores ingresos y menos digitalizados. “Muchos mayores lo único que hacemos es estar pendientes del cobro de nuestra pensión, pero no ni de comprar fondos, ni bonos del Tesoro, ni de invertir en criptomonedas. Y los bancos apenas ofrecen productos con riesgo cero y un poco de interés, por mínimo que sea, para ellos”.
“Ahora bien, si es para contratar un fondo de inversión sí te reciben presencialmente cuando quieras. Porque eso sí les interesa, les deja más márgen y comisiones. O si les dices que vas a vender una vivienda, una segunda residencia, por ejemplo, ahí también les interesas, para que deposites en la entidad ese dinero”, concluye.
Sobre el autor:
Beatriz Torija
Beatriz Torija es periodista y documentalista, especializada en información económica. Lleva 20 años contando la actualidad de la economía y los mercados financieros a través de la radio, la televisión y la prensa escrita. Además, cocina y fotografía.