Carlos San Juan reclama una "burbuja analógica" para los mayores en los bancos de toda Europa

La realidad de la brecha digital: sólo 2 de cada 10 mayores de 76 años usaba la banca online en 2020

Carlos San Juan, promotor de la campaña ‘Soy Mayor, no Idiota’, ha puesto de nuevo a los mayores en el centro de sus reivindicaciones al solicitar en la Cumbre Europea de Consumo, celebrada este miércoles en Bruselas, un mayor esfuerzo tanto a España como a Europa para que trabaje en una normativa que asegure la inclusión financiera de todos los mayores. "Es imprescindible que el protocolo de las entidades bancarias para garantizar la inclusión financiera y la atención personalizada de los mayores pase de ser voluntario y autoevaluable a convertirse en ley. Y no solo en España, sino en todos los países de la Unión Europea", ha solicitado durante su intervención en una de las ponencias centradas en la digitalización de las personas vulnerables, junto a Patricia Suárez, presidenta de la Asociación de Usuarios Financieros (@asufin_). 

“Siendo un servicio tan importante, tan imprescindible, el poder acceder a nuestras pensiones, es necesario establecer una burbuja analógica a nivel estatal y europeo que nos permita cobrar nuestras pensiones y administrar nuestro dinero, independientemente de nuestra edad, habilidades digitales o estado cognitivo", ha solicitado. "Queremos que el protocolo de buenas prácticas sea obligatorio y esté controlado por organismos independientes”, ha añadido Carlos San Juan. 

Especialmente importante en "el incierto" entorno financiero actual

Todo ello, ha señalado, "en un entorno de elevada incertidumbre financiera" por la quiebra de entidades bancarias que puede hacer repercutir en los mayores. Según San Juan, los mayores son "clientes secuestrados, clientes cautivos de la banca, con pocas posibilidades de cambiar de banco”.  Y ha insistido en la importancia de que Europa también se implique en ese cometido, dando incluso opciones ante la posibilidad de que no logre acordar una normativa sobre el tema.

“Si por cualquier motivo no pudiera ver la luz una ley que hiciera obligatorio el protocolo de la banca, la UE y todos los países que la integran están capacitados para elaborar un plan que evite que las personas mayores suframos las consecuencias derivadas de las turbulencias financieras”, ha sugerido como plan B para que las autoridades europeas y el sector bancario no eludan su compromiso. 

Al mismo tiempo, durante su intervención a través de videoconferencia ha calificado el proceso de digitalización de la banca de “brusca y rígida, a través de unas aplicaciones muy complicadas agravadas por la desaparición constante de oficinas y la supresión de cajeros”. Y ha recordado ante los socios europeas que “a esta digitalización no pueden acceder miles y miles de mayores por falta de recursos económicos, porque no tienen internet, por la ubicación y por trastornos cognitivos propios de la edad”.

ASUFIN defiende que “la banca debe hacer esfuerzos adicionales”

Por su parte, la presidenta de la asociación ASUFIN, Patricia Suárez, ha incidido en que el alto nivel de bancarización en España, ha dejado atrás a ciertos colectivos vulnerables. "No solo hablamos de mayores, sino también de colectivos vulnerables que viven en zonas rurales, con difícil acceso a la digitalización están teniendo problemas de exclusión financiera.  

De ahí que haya insistido en que la banca puede hacer esfuerzos adicionales para revertir esta situación. "Es caro, pero pueden hacerlo", sugiere, y recuerda que el sector bancario aseguró en un principio que un protocolo como el de la inclusión financiera de los mayores "no era posible en España" y actualmente esta forzando a las entidades a tener horarios de atención preferente, personal centrado en las personas mayores y que sean agentes humanos y no robots los que atiendan telefónicamente. "Esto no es único de nuestro país, Europa es un continente envejecido", ha recordado.

Los principales problemas para el pago accesible

Las dificultades a la hora de hacer gestiones bancarias comunes, los problemas a la hora de entender la información bancaria, las dificultades para recordar contraseñas o las complicaciones derivadas del uso de apps destacan según Nicole Jonker, portavoz del Dutch National Bank entre los principales problemas para el pago accesible. Estos resultados son fruto de una encuesta elaborada por la entidad holandesa entre diferentes colectivos vulnerables del país.

Para combatirlo, proponen, igual que Carlos San Juan, que se mantenga un "mundo no digital "de servicios de pago, se realicen campañas de información y formación financiera digital y se adapten los entornos a los diferentes colectivos que puedan presentar problemas de accesibilidad. "No podemos dejar a los vulnerables atrás" asegura, en referencia no solo a los mayores sino también a personas con bajos ingresos, escasa formación digital, personas con discapacidad o inmigrantes.