Los mayores de Palma de Mallorca están en pie de guerra contra la banca por el cierre de sucursales. Pensionistas se han concentrado este martes en Palma para exigir al Gobierno que "obligue" a las entidades bancarias a prestar servicios dignos a las personas mayores.
Convocados por los vecinos del barrio de Son Cladera y las secciones de pensionistas de CCOO y UGT una treintena de pensionistas se concentraban frente a la sede de la Delegación del Gobierno de Baleares para exponer sus reclamaciones.
Los manifestantes portaban pancartas en las que se podían leer mensajes como "Obliguen a los bancos a darnos una atención digna" o "¿Qué hacemos con las personas que no saben operar en un cajero?" y han proclamado consignas como "Queremos una oficina presencial”.
"Después de haber hecho gestiones con el banco y que no nos hayan dado ninguna solución, pedimos al Gobierno que tome medidas y que obligue a los bancos a que atiendan a las personas mayores", ha explicado Juan Sánchez, representante de los vecinos de Son Cladera.
Según ha expuesto, en el barrio palmesano no hay una oficina bancaria pese a tener cerca de 10.000 habitantes. Sí hay un cajero automático, pero éste se encuentra a 500 metros de la zona y para llegar hasta él las personas mayores deben cruzar un descampado, "con el peligro que eso conlleva”.
"La gente tiene miedo de ir y no van solos, piden a un hijo, a un nieto, a quien sea, que les acompañe. Y eso es muy triste, ¿dónde está la intimidad y la independencia de la persona cuando no puedes hacer las cosas aún pudiendo hacerlas por falta de planificación de los bancos?", ha subrayado Sánchez. “Muchos se sienten tratados como ‘personas desechables’ en un sistema que prioriza la eficiencia sobre la atención humana”, ha añadido.
Además de extender sus reclamos al Ejecutivo central, con el que todavía no han mantenido contactos, ha admitido, también se dirigirán al Govern al entender que es un problema que, aunque sucede en varios puntos de España, afecta especialmente al archipiélago.
Oficinas móviles
Entre las posibles soluciones, el representante vecinal propone que la administración obligue a la instalación de oficinas móviles que vaya días alternos a cubrir las necesidades de los pensionistas. "Que abran un par de días a la semana, por lo menos para que no tengamos que depender de nadie para hacer nuestras gestiones", ha clamado.
Por su parte, el secretario general de la Federación de Jubilados y Pensionistas de CCOO, Mateu Bosch, ha instado al Gobierno a legislar para que los bancos ofrezcan un "servicio decente", habida cuenta de que las personas mayores se ven obligadas a abrirse una cuenta bancaria.
"En los últimos años se han cerrado cerca de 19.000 oficinas bancarias en toda España, y en Baleares cerca del 50% de las que había. Con las fusiones que ha habido, quedan menos entidades bancarias y entonces se cierran las oficinas", ha lamentado. Los manifestantes, además, han estado arropados por el secretario general de CCOO en Baleares, José Luis Garcia.
Servicio público
Las federaciones de pensionistas de UGT y CCOO han reclamado a la Administración que vele porque, aunque los bancos sean empresas privadas, a su entender, "prestan un servicio público" de atender a sus clientes que "están obligados a tener cuentas bancarias" para gestiones como el cobro de las pensiones o el pago de recibos.
Así, el secretario de la Unión de Jubilados y Pensionistas de UGT, Pedro Berruezo, ha reivindicado que se redacte una ley de personas mayores para "impedir" que se preste un servicio que ha calificado de "indecente" por parte los bancos.
Sobre el autor:
Beatriz Torija
Beatriz Torija es periodista y documentalista, especializada en información económica. Lleva 20 años contando la actualidad de la economía y los mercados financieros a través de la radio, la televisión y la prensa escrita. Además, cocina y fotografía.