Según los últimos datos publicados por el INE, en España hay 9,4 millones de personas mayores de 65 años. Todas ellas han visto evolucionar la gestión bancaria. Lo que más valoran es el compromiso y la cercanía de las entidades. De ahí que las nuevas medidas implantadas por el sector les ayuden a una correcta transición.
La población de la Unión Europea está envejeciendo y esto se puede ver a través de diferentes indicadores estadísticos como la evolución de la proporción de la población mayor, la tasa de dependencia de la tercera edad y la edad media, por poner algunos ejemplos.
Si nos centramos en la evolución de la proporción de personas mayores en la población, en 2020, el 21 % de la población europea tenía 65 años o más, frente al 16 % en 2001, lo que supone un aumento de 5 puntos porcentuales. Si nos fijamos más concretamente en el grupo de 80 años o más, su cuota era de casi el 6 % en 2020, mientras que en 2001 era del 3,4 %, lo que significa que se ha prácticamente duplicado durante este periodo.
El aumento de la esperanza de vida ha hecho que se abran brechas tan marcadas como la tecnológica, factor clave en diferentes operativas diarias como la bancaria. Este hecho ha provocado que la sociedad demande repensar los modelos de relación, a los que el sector financiero se ha adaptado rápidamente acercando la operativa diaria a las personas mayores.
Entre las principales medidas impulsadas por el sector bancario destacan la creación de equipos de gestores sénior especializados en el colectivo, con formación en gerontología para ofrecer un acompañamiento personalizado.
Al mismo tiempo, las entidades han adaptado el parque de cajeros del módulo para operar con libreta y han realizado un amplio despliegue de funcionalidades para el uso fácil de los terminales, así como el acompañamiento personal en el uso de cajeros a las personas que lo necesiten. También se han eliminado las restricciones horarias del servicio de caja, o la atención telefónica personal.
Todo ello acompañado de un refuerzo de los canales remotos de atención al cliente sénior, de forma que se garantiza la identificación y la comunicación directa con una persona en todo momento, en lugar de un robot, incluso cuando la llamada no se dirija al gestor habitualmente asignado.
Las entidades también se han volcado en organizar sesiones formativas presenciales sobre digitalización para personas mayores sobre operativa y aspectos financieros.
A todo ello, se une el compromiso de algunas entidades con la inclusión financiera, ya que empresas como CaixaBank cuenta con la red de oficinas y cajeros más extensa de España. En su caso, la entidad financiera está presente en más de 2.200 municipios y en 483 es la única entidad bancaria, además de cubrir otras 783 poblaciones rurales con ofimóviles.
Liderazgo del sector
CaixaBank, con más 4 millones de clientes mayores de 65 años y una cuota del 34,3% en pensiones domiciliadas, es la entidad de referencia en el segmento sénior en España. Actualmente, 4 de cada 10 clientes de este segmento en España confían en CaixaBank. Y es que según el último índice FRS 2023 publicado, CaixaBank cuenta con posicionamiento de líder del sector con una percepción de entidad especializada en este colectivo entre el 52’6% de los encuestados, el más elevado del sector financiero.
El compromiso de la entidad financiera con sus clientes se centra en tres ejes: acompañar a las personas, adaptarse a su forma de relación con el banco y trabajar para evitar la exclusión financiera.
El conjunto de medidas impulsadas por esta entidad ha provocado que CaixaBank haya renovado, por segundo año consecutivo, la certificación AENOR como entidad financiera comprometida con las personas mayores.
Sobre el autor:
Stefano Traverso
Stefano Traverso es licenciado en Ciencias de la Comunicación en la USMP de Perú; con un máster en Marketing Digital & E-commerce en EAE Business School de Barcelona. Ha trabajado en diferentes medios de comunicación en Perú, especializándose en deporte, cultura y turismo.