Préstamos al consumo que salen caros: La banca hace su agosto con intereses de hasta el 10%

Diferencias entre préstamo personal, al consumo y rápidos

Préstamos al consumo: información poco clara antes de contratar

Los meses de verano son un periodo en el que tradicionalmente aumenta la demanda de préstamos personales y de crédito al consumo, ya que muchas familias recurren a endeudarse para financiar sus vacaciones y viajes. Precisamente por ello, es también una época en la que las entidades financieras encarecen sus ofertas. De hecho, este verano, a pesar de la menor actividad por las restricciones debidas al coronavirus y pese a que en Europa el precio de la financiación está bajando, los bancos españoles han incrementado el coste de sus créditos al consumo hasta casi el 10%.

Los préstamos personales son los que se conceden a título personal, es decir, la única garantía de reembolso del préstamo es la solvencia del deudor. En la gran mayoría de los casos, se trata de préstamos al consumo, ya que su finalidad es comprar bienes o servicios, si bien existen préstamos personales que no son al consumo, por ejemplo, los que se solicitan para refinanciar deudas.

En los productos a corto plazo (hasta cinco años para devolver el dinero), los tipos de interés han subido desde una tasa del 8,79% al 9,46%, mientras que los de largo plazo (más de cinco años de periodo de devolución) han escalado desde el 9,01% al 9,53%. Es decir, se han encarecido más de medio punto en ambos casos en apenas seis meses, según constata el III Barómetro de préstamos al consumo elaborado por la asociación de usuarios financieros Asufin (@asufin_)

Comparando estas cifras con las de junio de 2020, el encarecimiento es aún más fuerte: los préstamos a corto plazo han pasado de costar el 7,45% al 9,46%; en tanto los de largo han subido desde el 7,89% al 9,53%, según la comparativa de mercado realizada por Asufin, que toma como referencia las condiciones ofrecidas por 18 entidades financieras a fecha 30 de junio de 2021.

PRECIOS DE LOS PRÉSTAMOS AL CONSUMO EN ESPAÑA Y LA UE

"De nuevo comprobamos que la respuesta mayoritaria de las entidades en situación de crisis e incertidumbre es la subida de costes, tal y como sucedió en la crisis financiera de 2007-2008", critica Patricia Suárez, presidenta de Asufin, quien señala que buena parte del incremento de demanda de préstamos se explica por "la recuperación de los motivos clásicos para pedir préstamos personales, como son la contratación de vacaciones y viajes o la adquisición de vehículos".

Lo más llamativo del encarecimiento en España es que se produce en un contexto de bajadas en el ámbito de la Unión Europea. Según los últimos datos del Banco Central Europeo, los intereses de los préstamos han descendido ligeramente: del 4,76% al 4,59%, en el corto plazo, y del 5,67% al 5,61%, en el largo plazo, con respecto al mes de enero. "Estos datos también ponen de relevancia que los españoles pagamos mucho más que nuestros vecinos europeos; en préstamos a corto plazo llegamos a duplicar la media de la UE en precio", denuncia Suárez.

1.311 reclamaciones por préstamos personales

Los préstamos personales suscitaron un total de 1.311 reclamaciones ante el Banco de España el año pasado, según las últimas estadísticas oficiales disponibles (ver tabla inferior), siendo el cuarto producto con mayor volumen de reclamaciones en 2020 (un 2,8% más que en 2019), por detrás de las hipotecas (5.725 reclamaciones, el 28,1% más), las tarjetas (5.622 reclamaciones, el 114,7% más) y las cuentas y depósitos (4.192 reclamaciones, el 46,9% más). Así lo refleja la Memoria del Banco de España publicada recientemente, que constata cómo, en total, los préstamos personales y créditos para consumo generaron 1.485 reclamaciones (el 7% del total), lo que representa un aumento del 4,5% sobre los datos de 2019.

En esta estadística, el Banco de España considera préstamos personales los solicitados por los consumidores a título personal, sin contabilizar los de este tipo concedidos a pymes y autónomos. Son aquellos préstamos en los que no existe una garantía real, es decir, una que recaiga sobre un bien inmueble (hipoteca) o sobre un bien mueble (prenda, hipoteca mobiliaria o prenda sin desplazamiento), incluidas cantidades dinerarias (pignoración de depósitos), de modo que la única garantía de reembolso del préstamo concedido es la solvencia del deudor prestatario y, en su caso, de los fiadores o avalistas de la operación.

Consumidores más vulnerables

Controlar la evolución del mercado de crédito en nuestro país es crucial para proteger a los consumidores más vulnerables, advierte la asociación de usuarios de bancos, cajas y seguros Adicae (@ADICAE), que considera fundamental que el Banco de España ejerza su función de vigilancia y que "controle de manera pormenorizada cómo evoluciona el mercado del crédito en España, cómo se comercializa tanto a consumo como hipotecario, y cómo han evolucionado las moratorias por la pandemia". La asociación ya detectó a lo largo del año pasado que la emergencia sanitaria "había incrementado la vulnerabilidad de los consumidores".

Para Adicae, los datos de la última Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) "desvelan una amenaza de sobreendeudamiento creciente de los consumidores, pues el peso de los préstamos no hipotecarios (personales, al consumo, tarjetas….) se incrementa: uno de cada diez consumidores ya emplea hasta un tercio de su renta mensual al pago de los mismos".