Banca

¿Qué es mejor, una cuenta ahorro o un depósito bancario?

Pepa Montero

Jueves 8 de agosto de 2019

ACTUALIZADO : Lunes 13 de enero de 2020 a las 18:53 H

5 minutos

Intereses, liquidez y plazo, tres claves fundamentales para escoger

euros, monedas
Pepa Montero

Jueves 8 de agosto de 2019

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Las cuentas de ahorro son un producto bancario muy popular entre los clientes financieros y de los más utilizados por las personas mayores. Se trata de una manera de rentabilizar los ahorros, que en teoría crecen solo por el hecho de tenerlos depositados en el banco, sin necesidad de realizar inversiones. Su operativa es sencilla y a la hora de retirar el dinero, la disponibilidad es inmediata: puede sacarse en cualquier sucursal del banco o en el cajero, en cualquier momento.

En cuanto a los depósitos bancarios, son un contrato según el cual una de las partes, el cliente, pone a disposición de una entidad financiera (banco, caja o cooperativa de crédito) una cantidad de dinero para que ésta lo custodie, durante un periodo de tiempo determinado, y se lo devuelva con intereses. El cliente decide cuánto dinero quiere invertir y el plazo durante el cual no podrá utilizar esa cantidad. El capital que se obtenga con este tipo de inversión se suele recibir al finalizar el plazo acordado, aunque existen otras posibilidades como abonos semestrales.

Sobre el papel, ambos productos son herramientas para hacer crecer los ahorros sin riesgo, y a partir de la jubilación son especialmente utilizados, ya que en ese momento "los hogares españoles rescatan los planes de pensiones para depositar las inversiones en depósitos a plazo fijo o en cuentas bancarias, o en otros vehículos financieros sin riesgo", según resalta el Banco de España (@BancoDeEspana) en su Informe Anual 2018 al analizar las consecuencias económicas de los cambios demográficos y la evolución de las carteras de los hogares a lo largo de su ciclo vital. 

Sin embargo, aunque cuentas y depósitos son productos similares, no son idénticos. Para escoger el más conveniente, según el bolsillo y el perfil de cada ahorrador, hay que conocer sus particularidades.

Cinco diferencias clave entre cuentas y depósitos

Rentabilidad

Las cuentas de ahorro ofrecen un interés medio del 0,03%, mientras que la rentabilidad de los depósitos es del 0,04%, según datos del Banco de España. Aunque a priori la diferencia parezca nimia, no hay que desdeñarla. Según explican desde el comparador HelpMyCash.com (@InfoHelpMyCash), "la Tasa Anual Equivalente (TAE) media de las diez mejores cuentas de ahorro es del 0,46%; sin embargo, en los depósitos a plazo a un año la TAE media asciende al 0,77%. En ambos casos, teniendo en cuenta productos de bancos extranjeros comercializados en España".

Liquidez

La mayor liquidez de las cuentas de ahorro sobre los depósitos puede ser una de las motivaciones para contratarlas. Los depósitos bancarios (pese a que cada vez existen más opciones con cancelación anticipada), acostumbran a penalizar la retirada anticipada del capital. Por el contrario, acceder al dinero de una cuenta de ahorro es tan fácil como ordenar una transferencia a la cuenta corriente asociada.

Plazo

Al contratar un depósito a plazo fijo se pacta un tiempo determinado durante el cual el banco custodia los ahorros. En cambio, las cuentas carecen de plazo o permanencia obligatoria, lo que da al ahorrador más libertad sobre su dinero.

Remuneración

Las cuentas de ahorro remuneran, en la mayoría de los casos, desde el primer euro y, sin embargo, los depósitos suelen requerir un ingreso mínimo que puede ir desde 1.000 euros hasta más de 20.000 euros. Otra de las disimilitudes entre ambos productos es la posibilidad de aumentar (o no) el saldo que se encuentra en el depósito o en la cuenta. Tal como explican los expertos de HelpMyCash, "las cuentas de ahorro permiten una mayor libertad al cliente. En los depósitos únicamente se remunera la aportación inicial que realizamos cuando contratamos el producto, mientras que las cuentas permiten efectuar las aportaciones que creamos precisas".

Intereses

Antes de escoger entre cuenta o depósito, hay que considerar la posibilidad de que el interés varíe, lo que tener consecuencias positivas o negativas. Al firmar un contrato de depósito, el cliente siempre conoce el interés exacto al que le van a remunerar el dinero durante el período fijado. Sin embargo, el Tipo de Interés Nominal (TIN) en las cuentas de ahorro está sujeto a posibles cambios por parte de la entidad (el banco debe avisar con dos meses de antelación si decide variar el interés).

En el capítulo de intereses, también es importante valorar cuándo se realizan los abonos de los intereses generados por el producto de ahorro. Por lo general, en la mayoría de los depósitos a plazo fijo, el pago de intereses se realiza en el término del plazo, mientras que en las cuentas de ahorro suele haber más diversidad en el pago, siendo en algunos casos mensual, trimestral, semestral e incluso anual.

Sobre el autor:

Pepa Montero

Pepa Montero

Pepa Montero es redactora especializada en temas de economía. Ha trabajado en medios como El Economista y La Gaceta de los Negocios. Es autora del libro de relatos La casa de las palmeras (Azul como la Naranja, 2013).

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