La rebelión de los mayores contra la exclusión financiera supera las 500.000 firmas

La campaña iniciada por Carlos San Juan en Change.org reclamando a los bancos un "trato más humano" para las personas mayores ha logrado ya superar las 500.000 firmas, convirtiéndose en una de las peticiones con más apoyo en la historia de la plataforma. La denuncia de este médico jubilado de 78 años ha abierto la espita de una oleada de indignación que está provocando que administraciones públicas y entidades bancarias se hayan puesto por fin manos a la obra para atajar la exclusión financiera que sufre este colectivo.

"No paran de cerrar oficinas, algunos cajeros son complicados de usar, otros se averían y nadie resuelve tus dudas, hay gestiones que solo se pueden hacer online... Y en los pocos sitios donde queda atención presencial, los horarios son muy limitados, hay que pedir cita previa por teléfono, pero llamas y nadie lo coge. Y te acaban redirigiendo a una aplicación que, de nuevo, no sabemos manejar. O mandándote a una sucursal lejana a la que quizás no tengas cómo llegar. Muchos mayores están solos y no tienen nadie que les ayude, y otros muchas, como yo, queremos poder seguir siendo lo más independientes posibles también a nuestra edad. He llegado a sentirme humillado al pedir ayuda en un banco y que me hablaran como si fuera idiota por no saber completar una operación. Las personas mayores existimos, somos muchas y queremos que nos traten con dignidad", resumía Carlos en su reclamación, lanzada el 13 de febrero.

El movimiento conocido como Soy mayor, no idiota, al que se han sumado asociaciones de consumidores y de mayores y el Defensor del Pueblo, ha provocado que el Gobierno, por medio de su vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, haya urgido al sector bancario a que adopte medidas para garantizar el acceso de las personas mayores de 65 años a los servicios financieros. Igualmente, el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, ha prometido a los mayores que estarán "vigilantes" para que los bancos les atiendan presencialmente.

Carlos San Juan ​​ha recibido durante estos días llamadas del Gobierno y del Banco de España. El general del Tesoro y Financiación Internacional, Carlos Cuerpo, le ha trasladado una invitación para mantener una reunión en el Ministerio, mientras que el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, le ha asegurado que están trabajando para ofrecer una propuesta que llegará dentro de tres semanas para mejorar la atención a los mayores en las sucursales bancarias.

Esta cruzada por la inlucisón financiera de los mayores también ha saltado a las calles, con las primeras manifestaciones, e incluso ha provocado la primera denuncia contra un banco. Amparo Molina, una jubilada de Burjassot (Valencia), asegura que los empleados de su sucursal del BBVA quisieron cobrarle dos euros por operar en ventanilla, al no haber logrado sacar dinero con su cartilla en el cajero. Una cuantía que, a su parecer, es difícil de pagar, por "desproporcionada" y por su situación económica.

Los principales interpelados en la rebelión iniciada por Carlos, los bancos, también se han pronunciado. Es el caso de Caixabank, que en boca de su presidente, José Ignacio Goirigolzarri, ha prometido nuevas medidas en los próximos meses para satisfacer las necesidades de este colectivo. Y hasta ha habido un Ayuntamiento, concretamente el de El Vendrell (Tarragona), que ha amenazado a los bancos​ con incrementar la tasa de ocupación de la vía pública a las entidades bancarias que no garanticen atención presencial a los mayores durante toda la jornada laboral.

Todas estas reacciones hablan del terremoto con múltiples réplicas que ha provocado el movimiento iniciado por Carlos, que ha recibido emocionado esta ola de apoyo. "Estoy dejándome la piel en esta campaña, porque mi defensa es para las personas que ni siquiera habrán oído hablar de ella ni habrán podido firmar, es a los que más llevo en el corazón. Digamos que moriremos en el intento. Lo intentaremos todo, de forma pacífica, sin ninguna línea política ni judicial, todo de una forma humana llegada desde la voz del pueblo", ha expresado.

Ahora, tras haber rebasado la barrera de las 500.000 firmas, tiene el "firme propósito" de viajar desde Valencia, donde reside, hasta Madrid para entregarlas en el Ministerio de Asuntos Económicos, en el Banco de España y a los presidentes de los grandes bancos.

La banca ha cerrado más de la mitad de las sucursales

La queja de los mayores está sustentada con datos. Y es que el deterioro de la operativa física de las entidades bancarias es patente: desde el año 2008 hasta 2021, se ha producido una disminución del 39,5% en la cifra de empleados de banca; ha descendido un 54,2% el número de oficinas y han desaparecido un 22,1% de los cajeros automáticos.

Estos datos, publicados por la Asociación de Usuarios Financieros ASUFIN, son elocuentes. "En 2008, cada oficina bancaria daba cobertura a algo más de mil personas, en 2021 tiene que atender a más de 2.200. La retirada de cajeros provoca que, si bien en 2008, cada unidad daba servicio a 741 personas, en 2021, esta cifra se eleve a 970. En cuanto a los empleados, los despidos masivos se reflejan en la caída año a año de las cifras", detalla el informe de la asociación.