El plan previsto de cierre de oficinas y reducción de personal por Unicaja tras su fusión con Liberbank ha sabido a poco a la entidad. Tras el acuerdo de fusión, la nueva entidad anunció un plan de ahorro de costes que pasaba el cierre del 35% de sus oficinas desde ese momento (2021) y hasta 2024. Al cierre del primer trimestre de 2023, no solo ha dado por cumplido ese plan, sino que se ha pasado de frenada. En total, ha cerrado 497 oficinas, más de las previstas. Ahora mismo, la entidad cuenta con una red de 967 oficinas. Y atención, porque suenan tambores con más cierres y recortes.
La entidad fruto de la fusión entre Unicaja y Liberbarnk contaba hace dos años, al cierre del primer trimestre de 2021, con 1.464 oficinas. Un plan de reducción de costes y un ERE después, la entidad ha cerrado el primer trimestre de 2023 con 967 oficinas. Casi 500 sucursales menos, 497 sucursales menos, para ser precisos. A su vez, la entidad financiera andaluza ha prescindido de casi 2.000 trabajadores (1984 empleados).
El grueso de estos recortes se ha acometido en 2022. La propia entidad ha reconocido que “se han acelerado para anticipar los ahorros” dado que el plan inicial tenía previsto realizar este ajuste de plantilla y sucursales hasta 2024, incluido.
La inflación se encuentra tras este movimiento acelerado. El banco andaluz ha querido compensar la presión en los costes por la subida de los precios con el ahorro que le proporciona el ajuste. Sin embargo fuentes sindicales aseguran que este acelerón en los cierres conlleva algunos efectos indeseados: cierres precipitados y desordenados, que dejan poblaciones sin entidad financiera, ni otras alternativas, como cajeros. Y clientes a los que ni siquiera han avisado de los cierres; a más de 30 o 40 kilómetros del cajero más cercercano.
De nada han servido algunos movimientos sociales para evitar los cierres de sucursales. Los hemos visto en varias poblaciones de la Sierra del Segura, en Albacete; o en varias localidades del interior de Málaga.
Para suplir la carestía de oficinas físicas, el quinto banco español por volumen de activos está implantando, desde el pasado mes de enero, un nuevo modelo de gestión comercial. Tal y como recoge el Informe Financiero 2022, la entidad prevé la creación de una red de 500 gestores remotos, así como un entorno de oficinas con diferentes formatos y roles comerciales, especializadas en diferentes servicios.
Las oficinas, ahora, se dividirán en las siguientes tipologías: Corporativa, Empresas, Wealth, Personal Banking, Flagship, Universal Urbana, Universal Rural, Gestión Remota, Centro Hipotecario, Centro Hipotecario Digital, y Agencia Financiera.
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) denuncia que la entidad no ha aclarado como se implantará esta nueva clasificación de oficinas, ni qué horarios tendrán, ni qué trabajadores estarán destinadas.
El sindicato calcula que más de 250 empleados abandonarán las oficinas tradicionales, ya de por sí diezmadas (en algunos casos, asegura el sindicato, llevan incluso más de un año funcionando sin dirección) para ocupar ese puesto de ‘gestor remoto’. También afean a la entidad que este nuevo modelo puesto, bajo la denominación de ‘gestor remoto’ no está definido en el convenio colectivo y, por tanto, no está regulado bajo ninguna norma.
La entidad aún no ha terminado de cerrar los flecos del importante ajuste de plantilla lanzado hace poco más de un año, tras la fusión con Liberbank, que ha afectado a 1.500 personas, (aunque casi 2.000 han dejado la entidad) y la entidad ya está planeando un nuevo expediente de regulación de empleo. "El consejo está empezando a estudiar una potencial reducción de costes con una nueva reducción de personal" han dicho desde la entidad tras presentar sus cuentas relativas al primer trimestre del año 2023.
Los sindicatos se encuentran en pie de guerra con la entidad. Acusan al banco de maltratar a los trabajadores, con un aumento de las cargas de trabajo y la presión extraordinarios. También hablan de oficinas con falta de personal, por lo que cabe pensar que un nuevo ajuste de plantilla llevará aparejado nuevos cierres de oficinas.
La red de sucursales de los grandes bancos está, cada vez, más adelgazada. Los seis grandes bancos cerraron el año pasado 1.420 oficinas bancarias, un recorte del 11,2%. Según cálculos de Europa Press, la gran banca española terminó el 2022 con 10.274 oficinas, frente a las 11.578 con las que contaba a finales de 2021.
