El Banco de España alerta: la inflación irá a peor y pasará del 3% en 2021 al 3,7% en 2022
Foto: EUROPA PRESS
Viernes 17 de diciembre de 2021
ACTUALIZADO : Viernes 17 de diciembre de 2021 a las 13:17 H
6 minutos
La autoridad monetaria recorta drásticamente el crecimiento español de 2021 y 2022
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Viernes 17 de diciembre de 2021
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El crecimiento de los precios de consumo y su mordida sobre los bolsillos de trabajadores, parados y pensionistas va a empeorar en los próximos meses, según alerta el Banco de España (@BancoDeEspana) que prevé que las tasas medias anuales de inflación se acelerarán desde el 3% en 2021 hasta el 3,7% en 2022. Las previsiones de la autoridad monetaria se elevan así: para 2021 la evolución interanual de los precios pasaría del 2,1% que se estimaba en septiembre al 3% actual, mientras que para el año que está a punto de comenzar, los precios aumentarían del 1,7% pronosticado al 3,7%.
Así lo vaticina el organismo en su último Informe Trimestral de la Economía Española publicado este viernes. El aumento interanual de los precios de consumo, medidos a través del índice armonizado de precios de consumo (IAPC), ha pasado del -0,6% en diciembre de 2020 al 5,5% en noviembre de 2021, su cota más alta desde septiembre de 1992. Este fuerte repunte ha respondido, principalmente, al intenso crecimiento de los precios energéticos (y, en particular, de la electricidad) y, en menor medida, al incremento de los precios de los servicios.
El dinamismo de la actividad en España se ve moderado por el repunte inflacionista en las rentas de hogares y empresas, la alteración de las cadenas de suministros y, de modo incipiente, por el repunte de la #pandemia https://t.co/IdW6qbPQhg #bdePublicaciones
— Banco de España (@BancoDeEspana) December 17, 2021
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"Tal como ha detallado Óscar Arce, director general de Economía y Estadística del organismo, se ha "revisado significativamente al alza la inflación a corto plazo", recalcando que "nuestro país es mucho más sensible a la fluctuación del componente de los precios energéticos" y que "la energía está sorprendiendo al alza pero además también lo están haciendo elementos subyacentes". Es decir, que al repunte de la energía se añadene otros elementos, entre ellos, los precios de los servicios.
Inflación alta hasta primavera
Las presiones inflacionistas se mantendrán en cotas similares a las actuales hasta la primavera aproximadamente. "Por tanto, este factor continuará comprimiendo las rentas de los agentes y, con ello, su capacidad de gasto", advierte el organismo que encabeza Pablo Hernández de Cos. En todo caso, los factores que han influido en mayor grado en la evolución de la inflación a lo largo de 2021 tienen, en principio, un carácter "predominantemente transitorio", asegura.
Para 2023, la tasa anual se reduciría con intensidad (hasta el 1,2%), mientras que en 2024 se observaría un ligero repunte, hasta el 1,5%, como reflejo de la evolución de los componentes no energéticos, de acuerdo con las proyecciones del supervisor financiero.
El escenario central del Banco de España asume que el actual repunte de la inflación de los precios energéticos y de numerosos bienes intermedios tendrá un carácter "transitorio". Sin embargo, advierte de que cuanto mayor sea la duración de ese episodio de aumento de algunos precios y costes, más elevada será la probabilidad de que se filtre, de modo más generalizado, al conjunto de precios finales de la economía, así como a las demandas salariales, lo que generaría fenómenos inflacionistas más persistentes.
Pese a todo, el Banco de España advierte de que, en el caso hipotético de que se produzcan desviaciones materiales de las expectativas de inflación de medio plazo por encima del objetivo de la política monetaria, podrían terminar viéndose afectadas las condiciones financieras, con posibles efectos adversos sobre la vulnerabilidad de los agentes más endeudados y sobre la disponibilidad y el coste de los nuevos flujos de financiación.
El punte de precios no impacta por ahora en salarios
El organismo explica que la transmisión del repunte de la inflación a las demandas salariales constituye el punto de partida de lo que se denomina habitualmente 'efectos de segunda vuelta', de acuerdo con los cuales los aumentos de costes salariales y precios se realimentan mutuamente. El supuesto realizado en el escenario central de que esa transmisión será reducida se fundamenta en el carácter plurianual de la negociación colectiva y en la reducida prevalencia actual de las cláusulas de salvaguarda.
Apunta que el grado de holgura que aún presenta la economía supondrá, a corto plazo, una fuente de contención adicional de las demandas de incrementos salariales, al menos en los sectores más retrasados en la recuperación. Por el momento, la hipótesis "de escasa traslación del repunte inflacionista a los salarios" se está viendo confirmada en la práctica. Además, no se puede descartar que una hipotética mayor persistencia de los actuales aumentos de precios y de costes intermedios diera lugar a una mayor transmisión a los costes laborales.
España crecerá 1,9 puntos menos este año
La autoridad monetaria ha recortado su previsión de crecimiento de la economía española al 4,5% para este año, 1,9 puntos menos que en sus anteriores estimaciones de septiembre, y prevé que se sitúe en el 5,4% en 2022, cuatro décimas menos respecto a la previsión anterior, de acuerdo con su Informe Trimestral de la Economía Española.
Este recorte tan drástico se produce después de que el Instituto Nacional de Estadística (INE) revisara a la baja la cifra de crecimiento del PIB del segundo trimestre (desde el 2,8% hasta el 1,1%) y estimara de forma provisional un aumento del 2% para el tercero. Sin embargo, el INE no descarta tener que ajustar este último dato al alza el próximo 23 de diciembre, tras constatar una mejora de los indicadores.
El recorte del Banco de España también estaría justificado por el alza de los precios energéticos y por los cuellos de botella en la oferta, además de por el aumento en las cifras de contagios por Covid-19, que estarían ralentizando la evolución de algunos indicadores en el último trimestre del año, y por los retrasos en la implementación de los proyectos asociados al programa Next Generation EU, según el director general de Economía y Estadística del Banco de España, Óscar Arce.
Con esta rebaja de la perspectiva de crecimiento, el organismo se suma a los empeoramientos ya comunicados por otras entidades, como la Comisión Europea, la AIReF, el Panel de Funcas o el Consejo General de Economistas.
El Gobierno, sin embargo, mantiene su cuadro macroeconómico, con el que elaboró los Presupuestos Generales del Estado para 2022, en el que prevé un crecimiento para este año del 6,5% y del 7% para 2022.