El Banco de España reclama flexibilidad para contratar a los sénior y mejorar la jubilación activa

El 70% de los sénior no se sienten valorados por empresas e instituciones

Resultados de la Encuesta de Talento Sénior de 65YMÁS

El Banco de España sugiere al Gobierno que los servicios públicos de empleo diseñen perfilados profesionales y de emparejamiento de los desempleados con los empleos disponibles y valorar "posibles colaboraciones y sinergias" con el sector privado. Asimismo, aboga por establecer fórmulas "más flexibles" para la contratación de trabajadores de mayor edad; recolocaciones, reconversiones y formación profesional incentivadas; eliminación de salidas forzadas del empleo o una jubilación activa con mayores incentivos para que se pueda compatibilizar el cobro de la pensión y continuar trabajando y recibiendo un salario. Así lo refleja en el avence de su Informe anual de 2023, en el capítulo 3, dedicado al mercado de trabajo español, que ha sido publicado este martes.

Para el supervisor financiero, a cuyo frente se halla el gobernador Pablo Hernández de Cos, "el alargamiento de la vida laboral debería fomentarse mediante la eliminación de distintos elementos que, en la práctica, están contribuyendo a expulsar a los trabajadores de mayor edad del mercado laboral". Pide asimismo que se realicen ajustes en la negociación colectiva para permitir una adaptación más flexible de las condiciones laborales a las distintas circunstancias de las empresas.

Precisamente, el Gobierno está negociando en estos momentos con los agentes sociales una reforma de la jubilación parcial y activa, con el objetivo de ampliar las fórmulas de compatibilidad entre pensión y empleo, y por esa vía lograr un retraso voluntario de la edad de jubilación, además de prolongar la vida laboral de los empleados de mayor edad.

Más incentivos para pasar del paro al empleo

Otra de las sugerencias del Banco de España en su informe anual de 2023 consiste en incrementar los incentivos para que los parados retornen al empleo, así como clarificar las causas del despido objetivo, para evitar que la posible introducción de indemnizaciones por despido improcedente acordes a las circunstancias del trabajador y más disuasorias, como planea llevar a cabo el Ministerio de Trabajo, judicialice el despido y perjudique el empleo.

La autoridad financiera considera que lo importante es seguir avanzando en la definición de las causas del despido objetivo, ante la inminente resolución del Comité Europeo de Derechos Sociales sobre el coste del despido injustificado, en respuesta a la denuncia de UGT de que en España no es suficientemente disuasorio y de que la indemnización ha de tener en cuenta las circunstancias personales del trabajador.

Ángel Gavilán, director general de Economía y Estadística del Banco de España, subraya que introducir este elemento en la regulación del despido, como prevé la vicepresidenta Yolanda Díaz, elevaría la incertidumbre. De ahí la importancia de clarificar el despido objetivo.

El Banco de España apunta que las indemnizaciones por despido procedentes (20 días por año trabajado) "son relativamente elevadas en el contexto internacional", mientras que el coste del despido improcedente (33 días por año de servicio) no está, sin embargo, entre los más altos.

El supervisor pide cuantía decreciente en los subsidios

La institución reclama una revisión de las políticas de empleo, para "incrementar los incentivos para el retorno al empleo de los parados", asegurando que las prestaciones por desempleo deben ofrecer una adecuada protección a los parados, "sin que ello perjudique los incentivos a la búsqueda de empleo y a la movilidad laboral". 

Más en concreto, ve "deseable" una reforma de las políticas pasivas de empleo que introduzca cambios en la duración de las prestaciones y subsidios por desempleo, condicionándolos "posiblemente" al ciclo económico, y/o "sendas decrecientes" en sus cuantías, sin reducir los niveles de protección 'ex ante'. La institución considera que existe margen en España para "ajustar" los requisitos de elegibilidad, las tasas de sustitución de las prestaciones, su variación en función de la duración del desempleo y la propia duración máxima de las prestaciones, de forma que se pueda alcanzar un mejor equilibrio en "la disyuntiva entre sustitución de rentas e incentivos a la búsqueda de empleo".

Al mismo tiempo, aboga por permitir que determinados subsidios y prestaciones sean compatibles con el empleo, de manera temporal o permanente. Particularmente, considera que la conversión de parte de las prestaciones en complementos salariales cuando se encuentre un nuevo empleo contribuiría a facilitar la movilidad laboral y la salida del paro.

El Banco de España pide además unificar todos los programas de rentas de subsistencia y de lucha contra la pobreza (subsidios, Ingreso Mínimo Vital y ayudas locales y regionales) para incrementar su cobertura y eficiencia, así como reforzar la coordinación de las políticas activas y pasivas de empleo.