BBVA Research pide meter las pensiones en el pacto de rentas y dejar de subirlas con el IPC general

El pacto de rentas que planea el Gobierno: ¿una nueva amenaza para las pensiones?

El Banco de España pide un pacto de rentas entre empresas y trabajadores para repartir pérdidas

La inflación ha empobrecido a los pensionistas un 6% en lo que va de año

Crecen las voces que reclaman la firma de un pacto de rentas para paliar la espiral de precios que sufre España y evitar el enquistamiento de la inflación. A las peticiones anteriores del Banco de España, del propio Gobierno, de los sindicatos y de buena parte de los expertos, se acaba de unir BBVA Research, que no solo pide un pacto de rentas, sino que él se incluyan las pensiones y que éstas dejen de revalorizarse en función del IPC general. 

En efecto, tanto el director de BBVA Research y economista jefe de Grupo BBVA, Jorge Sicilia, como el responsable de Análisis Económico de BBVA Research, Rafael Doménech, plantean que las pensiones también formen parte de un hipotético pacto, pues el esfuerzo para contener la inflación debe afectar, en su opinión, "a la mayor parte de la sociedad". Como excepción, proponen que se excluya a colectivos vulnerables como los beneficiarios de pagas mínimas o de viudedad. 

Los economistas, que han participado en la presentación del Informe de Situación España, junto al economista jefe de BBVA Research para España, Miguel Cardoso, coinciden en que no se utilice el IPC general para revalorizar las pensiones, sino que se use la tasa de inflación subyacente, aunque entienden que lo óptimo sería que si sindicatos y empresarios consiguen acordar una cifra concreta de subida salarial en el pacto de convenios que están negociando, sea esa cifra la que se tome de referencia para actualizar las pensiones o los alquileres.

En todo caso, Doménech aclara que el pacto de rentas no implicaría necesariamente que los salarios tengan que crecer por debajo de la inflación subyacente o de la referencia que se adopte, pues si la mejora de la productividad lo permite, podrían subir por encima e ir recuperando poder adquisitivo dentro de un horizonte temporal determinado. En su opinión, los dos factores más importantes serían el mantenimiento del empleo y el crecimiento de la productividad.

Los analistas resaltan que, de facto, ya se ha avanzado en el llamado “pacto de rentas”, ya que el Gobierno, en su plan anticrisis, ha incluido un tope a las subidas de los alquileres de vivienda. "El límite a la revalorización puede permanecer un largo período de tiempo si la inflación se mantiene por encima del 2% y, por lo tanto, tener efectos perniciosos sobre la oferta de vivienda", alertan.

La inflación puede causar crispación social

La inflación se ha convertido en la principal amenaza para consolidar la recuperación de la economía española. Las previsiones de BBVA Research apuntan a que podría terminar en un 7% en 2022 y en un 2,5% en 2023. Aunque la mayor parte del incremento del coste de la cesta de la compra se debe al encarecimiento de la energía, comienza a producirse una generalización de la inflación hacia otros bienes y servicios.

En su informe, los analistas alertan de que un mal reparto de los costes de la inflación puede espolear la crispación social. "Si algunos colectivos se ven particularmente perjudicados, la conflictividad podría repuntar. Por eso es importante que el pacto de rentas provenga de un consenso, que involucre a sindicatos y empresas, consumidores y productores, pensionistas y contribuyentes a la Seguridad Social, etc." 

Y citan como ejemplos de disparidad social frente a la inflación los siguientes: las familias de rentas bajas gastan relativamente más en electricidad y menos en carburante, mientras que los jóvenes, que gastan más en transporte, viven de alquiler y les afecta más la indexación de los contratos de arrendamiento al IPC, y además no tienen garantizado el poder adquisitivo de su renta, a diferencia de los pensionistas. Además, aunque buena parte del incremento energético supone una transferencia hacia países productores de combustibles, hay empresas domésticas que están teniendo ganancias anormalmente elevadas.

Con respecto a las medidas tomadas por el Gobierno en su plan de choque, BBVA Research valora el incremento temporal de un 15% en el Ingreso Mínimo Vital o el aumento del número de familias que podrían recibir el bono social de electricidad. En cambio, el abaratamiento del combustible le parece regresivo, y el control de precios en el alquiler corre el riesgo de generar efectos indeseados.

España crecerá menos: el 4,1% en 2022

En su informe de situación, BBVA Research recorta 1,4 puntos su previsión de crecimiento del PIB español en 2022, hasta el 4,1%, al tiempo que rebaja 1,6 puntos, hasta el 3,3%, el crecimiento estimado para 2023, debido, principalmente, al impacto de la guerra en Ucrania.

Las razones de esta revisión a la baja incluyen las sanciones impuestas a la economía rusa y el incremento en los precios, sobre todo los combustibles y la electricidad, durante los últimos meses. Pese a la rebaja de las previsiones, los datos del PIB español del primer trimestre mostrarán un crecimiento "importante", del orden del 1,4%, aunque en los próximos trimestres se notará más la "desaceleración" derivada de la guerra, principal factor de la revisión a la baja de las proyecciones, según explican Sicilia y Doménech.

En todo caso, advierten de que los riesgos para la actividad económica no sólo están asociados a la guerra y a las sanciones a Rusia, también a la posible respuesta que podrían dar los agentes económicos a los precios de la electricidad, a la inflación y a la subida de los salarios.

Con todo, el informe de BBVA Research señala que también existen "muchos elementos" que apoyarán el crecimiento económico, como el consumo; el mercado de la vivienda; una "buena temporada turística", con posible trasvase de turistas a España, y el despliegue de los fondos europeos, "que este año actuarán de manera más importante" que en el anterior.