
El BCE baja de nuevo los tipos interés, pero siembra dudas sobre futuros recortes
Jueves 6 de marzo de 2025
ACTUALIZADO : Jueves 6 de marzo de 2025 a las 16:36 H
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Cumple con las expectativas del mercado y baja los tipos en 25 puntos básicos

El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha decidido este jueves cumplir con el guion y bajar en 25 puntos básicos los tipos de interés, de forma que la tasa de depósito (DFR) quedará en el 2,50%, la de referencia para sus operaciones principales de refinanciación (MRO) en el 2,65%, y la de la facilidad de préstamo (MLF) en el 2,90%.
Tal y como daban por descontado los analistas consultados por Europa Press, el BCE ha continuado con su ciclo de flexibilización tras la bajada de enero, cuando se decantó por recortar en idéntica proporción.
"En particular, la decisión de reducir el tipo de interés aplicable a la facilidad de depósito se basa en su evaluación actualizada de las perspectivas de inflación, de la dinámica de la inflación subyacente y de la intensidad de la transmisión de la política monetaria", ha argumentado el instituto emisor.
Según el BCE, el proceso de desinflación sigue avanzando, generalmente, conforme a sus proyecciones. Además, la mayoría de los indicadores de la variable subyacente sugieren que esta se estabilizará de forma "sostenida" en torno a la meta deseada del 2% a medio plazo.

Aún así, ha asegurado que la inflación interna sigue siendo "elevada" porque los salarios y precios en algunos sectores aún están ajustándose a la anterior escalada inflacionista con un "retraso considerable".
No obstante, el crecimiento de las nóminas se está moderando y los beneficios empresariales están amortiguando "parcialmente" el impacto sobre la inflación.
El organismo dirigido por Christine Lagarde ha indicado que la política monetaria está adoptando una orientación "considerablemente menos restrictiva", dado que las bajadas de los tipos de interés están reduciendo el coste del crédito nuevo para empresas y hogares y el crecimiento de los préstamos está repuntando.
Al mismo tiempo, las anteriores subidas de los tipos de interés, que continúan transmitiéndose al saldo vivo del crédito, son un factor "adverso" para la relajación de las condiciones de financiación y la concesión de préstamos sigue siendo "contenida".
El BCE ha insistido en que cuenta con la "determinación" de estabilizar la inflación en el objetivo del 2% a medio plazo, para lo que se aplicará un enfoque dependiente de los datos a la hora de fijar los tipos "reunión a reunión", máxime con el escenario actual de "incertidumbre".
Las decisiones sobre el precio del dinero se basarán en la valoración de las perspectivas de inflación teniendo en cuenta los nuevos datos económicos y financieros, la dinámica de la inflación subyacente y la intensidad de la transmisión de la política monetaria, sin comprometerse de antemano con ninguna senda concreta de tipos.
Lagarde ve riesgos "por todas partes"
Lagarde ha evitado ofrecer ninguna pista sobre los próximos pasos del Consejo de Gobierno con respecto de los tipos de interés debido a la creciente incertidumbre y a múltiples riesgos "por todas partes" que amenazan con cambiar drásticamente la situación y las proyecciones de la institución.
En su habitual comparecencia ante la prensa, Lagarde ha tratado de explicar el enfoque "evolutivo" de la entidad para tener en cuenta el efecto del ajuste de 150 puntos básicos acumulado en el ciclo de rebajas de tipos por lo que la política monetaria, como resultado, "se está volviendo significativamente menos restrictiva".
"No se trata de un cambio pequeño e inocuo. Es un cambio que tiene un cierto significado", ha afirmado la francesa en referencia a la diferencia más llamativa en la redacción del habitual comunicado del BCE recogiendo las decisiones de política monetaria adoptadas en la reunión del Consejo de Gobierno y que, hasta no hace mucho, solía incluir el compromiso de mantener una política monetaria restrictiva tanto tiempo como fuera necesario.
En este sentido, entre los factores para determinar el grado de restricción, la banquera central de la zona euro ha apuntado que, por un lado están los costes de financiación bajando, tanto para las empresas como para los hogares "todavía no de manera espectacular", mientras que, al mismo tiempo, el volumen de préstamos también está aumentando.
"No estamos emitiendo un juicio. Lo que reconocemos es que se está volviendo significativamente menos restrictiva", ha indicado.
Dada esta situación "evolutiva" y con vistas a la próxima reunión sobre tipos del Consejo de Gobierno del BCE, que se celebrará el próximo 17 de abril, Lagarde ha subrayado el "enorme nivel de incertidumbre" que se suma a un proceso de desinflación "por buen camino" y una política monetaria que se está volviendo significativamente menos restrictiva.
"Tenemos riesgos por todas partes, incertidumbre por todas partes", ha advertido la francesa, añadiendo que, en tales circunstancias, la determinación del Consejo es "alcanzar el destino", pero sin comprometerse de antemano con ningún camino en particular y dependiendo más que nunca de los datos.
"Si los datos nos indican que para alcanzar el objetivo la política monetaria adecuada debería ser recortar, lo haremos, pero si, por el contrario, los datos indican que no es así, entonces no recortaremos y haremos una pausa", ha defendido, aún a pesar de que "algunos lo encontrarán frustrante".
"En las circunstancias que enfrentamos en este momento, cualquier otra cosa no sería muy responsable", ha afirmado la presidenta del BCE ante una situación que "no es tan sencilla, en blanco y negro" y que puede cambiar drásticamente y alterar las proyecciones, puesto que "los riesgos están por todas partes".
Datos de inflación
La tasa de inflación de la zona euro se situó en febrero en el 2,4% interanual, una décima menos que la subida del mes anterior, lo que puso fin a cuatro repuntes consecutivos del dato.
La evolución de los precios en el área de la moneda común fue reflejo del avance del 0,2% en el coste de la energía tras hacer lo propio en un 1,9% en enero, mientras que los alimentos frescos se encarecieron un 3,1%, un punto y siete décimas más.
Al descontar el impacto de la energía, la tasa de inflación se mantuvo estable en el 2,6%, aunque, de excluirse también el coste de los alimentos, alcohol y tabaco, la subyacente retrocedió una décima, al 2,6%, cifra más baja desde enero de 2022.
Entre los Estados de la UE, los mayores incrementos en febrero correspondieron a Estonia (5%), Croacia (4,7%) y Bélgica (4,4%). Por contra, las menores subidas se observaron en Francia (0,9%), Irlanda (1,3%) y Finlandia (1,5%). En el caso de España, la inflación armonizada fue del 2,9%, medio punto por encima del promedio de la zona euro.