La fuerte brecha salarial que sufren las mujeres a lo largo de toda su carrera laboral se traslada a las pensiones, al final de su vida profesional, pero antes las penaliza aún más, a la hora de comprar una vivienda, y así, las trabajadoras tardan 3 años y 9 meses más de media que los hombres en adquirirla, cifra que se agrava según el sector de actividad y la comunidad autónoma en la que se resida.
Esta es la impactante conclusión de un informe elaborado por UGT (@UGT_Comunica), donde pone de relieve que las mujeres españolas lo tienen más difícil que los hombres para adquirir una vivienda digna (un derecho reconocido en el artículo 47 de la Constitución), debido a la confluencia de varios factores, entre ellos, "influyen los salarios, el tipo de contrato que se tenga, dónde se resida y en qué sector se trabaje. Y las mujeres, con salarios más bajos y peores contratos, en general, tienen las de perder", resalta el estudio del sindicato, cuyo secretario general es Pepe Álvarez.
Para poder comprar una vivienda en solitario, la mujer necesita destinar el 30% de su salario bruto de media. Este cálculo se ha realizado teniendo en cuenta los últimos salarios medios brutos desagregados por sexo correspondientes a 2021 (facilitados por el Instituto Nacional de Estadística, a través de la Encuesta Anual de Estructura Salarial) y los precios medios para vivienda nueva y de segunda mano que recoge el INE para este mismo año.
BRECHA DE GÉNERO EN VIVIENDA POR CCAA (INFORME UGT)
Fuente: UGT
Murcia, la CCAA con mayor brecha, y administrativo, el peor sector
El análisis por comunidades autónomas refleja que Murcia es donde se produce mayor brecha de género en materia de vivienda (4,25 años de diferencia en promedio), seguida muy de cerca por el Principado de Asturias (4,22 años de distancia entre mujeres y hombres) y en tercer lugar se sitúa Andalucía (ellas tardan 4,05 años más que ellos en hacerse con una casa en solitario), de acuerdo al informe elaborado por UGT.
En el otro extremo de la balanza, Islas Canarias es la comunidad que registra menor diferencia (la mujer emplea 2,05 años más que el hombre en comprar vivienda), en segunda posición figura Extremadura (2,37 años de brecha de género en vivienda) y la medalla de bronce corresponde a Euskadi (2,45 años más ellas, que ellos).
Por descontado, otros factores, como el sector de actividad en que se desempeñe el trabajo, y la diferencia salarial que se experimente, influyen en este desajuste de circunstancias por sexo a la hora de adquirir la propiedad de un piso en solitario.
"La horquilla oscila entre los 9 años más en actividades administrativas y servicios auxiliares, y los cerca de 5 años en actividades profesionales, científicas y técnicas", apuntan fuentes del sindicato UGT.
BRECHA DE GÉNERO EN VIVIENDA POR ACTIVIDAD (INFORME UGT)
Fuente: UGT
Por todo ello, el sindicato considera que "hay que seguir incidiendo en la estabilidad laboral, avanzar en la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y garantizar contratos a tiempo parcial voluntarios, con condiciones salariales adecuadas, que puede ser la mitad más un 10% del SMI a jornada completa".
Y, por descontado, sería necesario "cumplir con los preceptos constitucionales de un trabajo y una vivienda digna", recuerdan, que no siempre se cumplen, por activa o por pasiva.
Trabajar a tiempo parcial penaliza el poder de compra
El informe de UGT recoge asimismo otras relevantes conclusiones acerca de la brecha de género en vivienda, como el hecho de que "trabajar a tiempo parcial dificulta el acceso a una vivienda en solitario". Y lo refrendan con datos, recordando que "en España, dos millones de mujeres y algo más de medio millón de hombres trabajan con este tipo de jornada laboral. Para hacer frente al precio de la vivienda, se encuentran ante una doble tesitura: o viven en condiciones ínfimas o están abocadas a depender de otra persona", denuncia el informe, publicado este lunes.
Asimismo, fuentes de UGT añaden que, debido a esta situación descrita, muchos jóvenes se ven obligados a prolongar durante años el alojamiento en pisos compartidos de alquiler, "a precios incluso más altos de lo que puede costar una cuota mensual de una hipoteca".
Sobre el autor:
Pepa Montero
Pepa Montero es redactora especializada en temas de economía. Ha trabajado en medios como El Economista y La Gaceta de los Negocios. Es autora del libro de relatos La casa de las palmeras (Azul como la Naranja, 2013).