En 2020, la ganancia media anual por trabajador en España fue de 25.165,51 euros, con un aumento del 3,2% respecto al ejercicio anterior, pero con unas diferencias muy notables entre los salarios de los hombres y de las mujeres, ya que ellos ingresaron de media 27.642,52 euros, mientras las nóminas de ellas solo sumaron 22.467,48 euros en 2020. Así lo refleja la última Encuesta Anual de Estructura Salarial, publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que constata cómo el salario medio anual femenino representa el 81,3% del masculino, o lo que es lo mismo, que la mujer trabajadora sufre una brecha salarial del 18,7%.
La comparativa anual de los datos certifica asimismo que la brecha salarial que soportan las mujeres está casi enquistada, puesto que el año anterior, 2019, la diferencia entre los sueldos masculinos y femeninos era del 19,5% a favor de los hombres; esto es, apenas se ha reducido 0,8 puntos en 2020. En cambio, en 2019 respecto a 2018 los sueldos de mujeres y hombres sí se acercaron, acortando la distancia en dos puntos.
Junto al estancamiento de la discriminación salarial femenina, las estadísticas del INE ponen de relieve otra grave situación: la brecha empeora con la edad y penaliza en gran medida a las trabajadoras entre 50 y 59 años, un decenio durante el cual los ingresos y las cotizaciones a la Seguridad Social son cruciales para el importe de la pensión que percibirán cuando se jubilen. En efecto, si las mujeres en su conjunto cobran de media casi un 19% menos de salario que los hombres, las trabajadoras en la cincuentena cobran un 22% menos que sus colegas varones de idéntica edad.
Fuente: INE
Las negativas repercusiones de esta situación son evidentes, ya que la cincuentena debería ser un periodo de consolidación laboral y de ahorro de cara a la jubilación. Son años en los que es decisivo tener buenas bases reguladoras de cotización social para conseguir posteriormente una pensión de cuantía adecuada. Hay que recordar que el nivel salarial de los años de inicio en la carrera profesional no es demasiado determinante para la pensión futura, al menos actualmente, ya que la cuantía de la prestación por jubilación se calcula contabilizando los últimos 25 años cotizados, lo que indica que lo realmente crucial es lo que el trabajador cotice (y eso depende de su nivel salarial) a partir de los 40 años de edad.
La cincuentena es asimismo un periodo en el que las mujeres (también los hombres, aunque la mayoría goza de mejor remuneración) sufren mayor riesgo de ser presas de despidos o EREs, y si caen en el desempleo corren peligro extremo de abonar el paro de larga duración y ser expulsadas del mercado laboral.
¿Qué sucede a partir de los 60 años?
La pesada losa de la discriminación salarial en las empresas afecta a la mujer en todos los sectores y cargos, y la sufren a todas las edades en comparación con sus colegas masculinos, a tenor de la Encuesta Anual de Estructura Salarial del INE.
Tras dispararse en el periodo crucial entre los 50-59 años, la diferencia de sueldos entre sexos se modera en las mujeres a los 60 años (ellas cobran solo un 16% menos), y vuelve a incrementarse desde los 65, cuando ellas ganan un 68,3% del sueldo de ellos. No obstante, el impacto de este grupo de edad en la comparativa general es menor, debido a que a partir de los 65 años existe un porcentaje muy inferior de mujeres (también de hombres) trabajando.
Por el contrario, la menor brecha salarial entre hombres y mujeres se produce entre los 25-29 años (solo un 11,6% de diferencia), y no es precisamente porque la mujer y el hombre ganen mucho, sino al revés, puesto que en esas edades ambos géneros obtienen bajas ganancias anuales: 19.469 euros ellos, frente a 17.200 de ellas. Es decir, tanto unos como otras tienen unos niveles salariales muy bajos al tratarse de sus primeros empleos.
Puestos y sectores con mayores y menores sueldos
En todas las ocupaciones donde la representación muestral femenina es significativa, las mujeres tienen un salario inferior al de los hombres, según las estadísticas del INE correspondientes a 2020 (último año del que se dispone de datos).
La actividad económica con mayor remuneración anual para ambos sexor es la de suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado, con 53.775,71 euros. Sin embargo, incluso en estos altos niveles salariales la brecha de género es enorme: frente a los 56.481 euros anuales medios que ganan los hombres en este segmento de actividad, las mujeres cobran 45.975 euros de media.
Fuente: INE
En cuanto al sector con menores sueldos para hombres y mujeres, se trata de la hostelería, que en promedio abona salarios de 14.136 euros, asimismo, con una marcada diferencia de género, pues mientras ellos cobran en torno a 15.767 euros al año, las mujeres ingresan 12.874 euros de media al año.
Sobre el autor:
Pepa Montero
Pepa Montero es redactora especializada en temas de economía. Ha trabajado en medios como El Economista y La Gaceta de los Negocios. Es autora del libro de relatos La casa de las palmeras (Azul como la Naranja, 2013).