Acabamos de vivir algunos de los meses más calurosos de la historia. Aún no ha terminado oficialmente el verano y España ya ha sufrido una DANA con lluvias torrenciales, inundaciones y efectos devastadores. Casi nadie pone en duda ya que se trata de los efectos del cambio climático. Según un informe de la consultora Red3Red y Fundación Cepsa, ‘La percepción social sobre la transición ecológica en España’, el 85% de la población es totalmente consciente de la existencia del cambio climático.
El cambio climático es una realidad cuyos efectos ya notamos. Pero sus efectos van mucho más allá de estos fenómenos atmosféricos. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) alerta de que puede producir perturbaciones sociales y económicas.
También puede tener un impacto potencialmente muy grave sobre el sistema financiero. Sobre el flujo de crédito hacia los hogares y las empresas y sobre la remuneración del ahorro de los ciudadanos. “No acelerar la transición ecológica lastra la rentabilidad de las empresas y el poder adquisitivo de los hogares, al tiempo que incrementa el riesgo de crédito de las entidades de crédito” según los resultados de la segunda prueba de resistencia climática de la economía, elaborada por el Banco Central Europeo.
Por otro lado, en caso de que se produjera una transición climática desordenada, los fondos de inversión sufrirían una caída media del valor de sus activos del 5,7% en tan solo tres años. La pérdida sería aún mayor para los fondos de pensiones. El valor de sus activos caería un 8,2%. Esta caída en el valor de los ahorros de los ciudadanos, se traduciría en un deterioro generalizado de la situación económica y en una menor capacidad de pago, por lo que aumentaría los ratios de morosidad de la banca y, por tanto, encarecería en crédito nuevo. Son algunas de las conclusiones de un informe sobre los riesgos del cambio climático elaborado por el Banco de España, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP).
No acelerar la transición ecológica lastrará el poder adquisitivo de los hogares y la rentabilidad de las empresas. Pero demorar aún más dicha transición, implica incumplir los objetivos del Acuerdo de París. “Necesitamos políticas más contundentes para asegurar una transición más rápida a una economía de cero emisiones netas en línea con los objetivos del Acuerdo de París. Continuar al ritmo actual incrementará los riesgos y los costes para la economía y el sistema financiero. Hay una necesidad evidente de actuar con celeridad en el camino a París” ha señalado el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos.
De no actuar a tiempo, según el informe del Banco de España, el precio de los derechos de emisión de CO2 se dispararía un 282% hasta los 325 euros. Esto provocaría fuertes pérdidas a los sectores económicos más ligados a los combustibles fósiles, caída del PIB, y desplome, en definitiva de la riqueza. No actuar contra el cambio climático, no es una alternativa.
Tanto en Banco Central Europeo como el Banco de España ponen el foco en la transición hacia la sostenibilidad. Sin embargo, y pese a que ya existe una alta conciencia entre los ciudadanos sobre el cambio climático, no tanto sobre esta transición ecológica. Según el informe de Fundación Cepsa y Red3Red, “la mitad de la población no sabría identificar este concepto ni definirlo”.
