El campo ha estallado y los agricultores han dicho basta. Sus protestas se extienden como la pólvora por toda España, con tractores cortando carreteras y dejando escenas de tensión entre manifestantes y Guardia Civil. Reivindican, fundamentalmente, precios justos para sus producciones, adecuados a sus costes; un mayor control de las importaciones de fuera de la Unión Europea, para evitar la competencia desleal; reducción de la burocracia; así como freno –o moratorias- a las nuevas normas medioambientales que llegan desde Bruselas. Estos son, quizá, los problemas que asfixian al campo ahora mismo. Pero su crisis es más profunda, con problemas estructurales.
Y el más acuciante de todos ellos es la falta de relevo generacional. El campo envejece y no encuentra quien quiera tomar las riendas.
En los próximos años, será necesario que entren unos 200.000 jóvenes en el sector para suplir la jubilación de los agricultores, que tienen una edad media de 61 años. Más del 40% de los jefes de explotación actuales tienen más de 65 años. Ya en los últimos diez años se han perdido más de 100.000 puestos de trabajo en el sector.
Pero, con la actual situación que atraviesa el campo español, parece imposible que a ningún joven le resulte atractivo apostar por el campo. Y en este contexto, el problema de la falta de relevo generacional se agudiza.
Los agricultores van en serio. “Esto no es una cabalgata de tractores o una butifarrada en la ciudad”, decía uno de quien se ha movilizado esta semana, en Cataluña. El campo está dispuesto a mantener la batalla. “Nuestra intención es, si es necesario, bloquear el país”, ha dicho Xaime da Pena Gutiérrez, de la Plataforma 6F, primer convocante de las protestas, surgido de las redes sociales y whatsapp, a las que ahora se han sumado las grandes organizaciones agrarias, Asaja, Coag y UPA.
El campo envejece
"En esta década, dos de cada tres agricultores y ganaderos van a jubilarse” ha reconocido el mismo ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas (@LuisPlanas). Y es que la edad media de los agricultores y ganaderos en España, ahora mismo, está en 61,4 años.
“El escaso relevo generacional es uno de los mayores hándicaps a los que se enfrenta el sector”, asegura Pedro Álvarez Ondina, economista en el departamento de Economía Española de Caixa Bank Research, en su último análisis sobre el sector agroalimentario. Esta falta de jóvenes que tomen en el relevo de agricultores mayores en el campo es mucho más acusada en España que en el resto de Europa, solo con Italia en una situación similar.
En España siguen predominando las explotaciones pequeñas, lideradas por hombres de edad avanzada. “La gran asignatura pendiente del sector sigue siendo el relevo generacional, ya que cada vez hay más jefes de explotación mayores de 65 años (un 41% en 2020 frente al 30% de la década anterior) y menos jefes menores de 45 años (14% del total de explotaciones en 2020 frente al 21% en 2009)”. Esta situación es especialmente acusada en algunas comunidades autónomas, “como Andalucía, Castilla y León o Extremadura, mientras que se observa mejora en las regiones de la cornisa cantábrica”, explica Álvarez Ondina.
Qué hay detrás de la falta de relevo generacional
Que los agricultores en edad para jubilarse no encuentren quien les suceda, es un problema con causas estructurales de diversa naturaleza. Las hay culturales, como la mala imagen del sector. “Se sigue pensando que el trabajo en el campo es igual que hace 50 años, y no es así”, nos cuenta el presidente de UPA joven, Ricardo Bayo. También hay causas sociales, como la falta de servicios en el medio rural español, que frena a las familias jóvenes a dejar la ciudad para trasladarse al campo. También hay importantes causas económicas detrás de la falta de relevo generacional, principlamente la escasa rentabilidad, la maraña burocrática para comenzar con una explotación agraria y las dificultades para acceder a la financiación.
Con todo, la mayor de las barreras es el acceso a la tierra. Según el Ministerio de Agricultura (@mapagob), el principal obstáculo para acceder al terreno es “la baja movilidad y disponibilidad de tierras, el alto precio de compra y alquiler, la desconfianza de los propietarios ante un comprador o arrendatario desconocido, el valor afectivo de las tierras, la fiscalidad, el efecto de un sistema de ayudas PAC vinculado a la tierra y patrimonializado, así como el desconocimiento de cuáles son las tierras disponibles”. Según su ‘Estudio sobre el acceso a la tierra’ “para que la política de acceso a la tierra sea verdaderamente eficiente se deben definir nuevos modelos de relevo generacional extra-familiar y también mejorar los familiares”.
Ahora mismo, la mayoría de los traspasos de tierras se producen en el ámbito familiar. El 'Informe 2023 Cocampo sobre la Estructura del Suelo Rústico en España' señala otro problema, como es la fragmentación a causa del elevado volumen de fincas rústicas que se heredan cada año, que aumenta a un ritmo anual del 31%. Esto afecta a la viabilidad económica de dichas fincas y contribuye al abandono de las tierras. “La Comunidad Valencia es donde más tierras se abandonan en toda España, a pesar de que es una zona mediterránea con mucha diversidad de cultivos”, se lamenta Carles Peris, secretario general de la Unió de Llauradors. Pero el problema es generalizado. Cerca de 2,3 millones de hectáreas agrícolas están en riesgo de abandono de aquí al 2030, según la Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos de Castilla La Mancha.
La situación actual del campo, espanta a los jóvenes
“El relevo generacional no existe, las tierras se van a quedar para los incendios, nosotros salimos a la calle porque ahora mismo no podemos vivir del campo, nuestros hijos no se van a quedar en el campo, pero es que no va a haber nadie que quiera el campo” decía estos días un agricultor de Losar de la Vera, en Cáceres que, con su tractor, y como otros cientos, se ha echado a las carreteras para protestar.
“Si no tenemos explotaciones rentables, difícilmente la gente joven se va a quedar en el campo, y mucho menos se incorporarán desde otros ámbitos”, coincide Carles Peris. “No hay gente joven que quiera dedicarse a la agricultura. No es rentable. Para comenzar se requiere una inversión importante que difícilmente se amortiza. Las ayudas son insuficientes”, dice Patricio Simó, empresario valenciano y articulista de Agronews Comunitat Valenciana.
“No podemos hablar de incorporación de jóvenes a la agricultura si no tienen opción a poder tener tierras y agua, necesarias para ejercer su actividad”, explica Miguel Padilla, secretario general de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG).
Soluciones más allá de las medidas a corto plazo
Los agricultores movilizados reivindican principalmente “precios justos” para sus producciones, un mayor control de las importaciones de fuera de la UE, reducción de la burocracia y freno a las normativas medioamentales. Por el momento, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha comprometido a reforzar los controles para garantizar el cumplimiento de la Ley de la Cadena Alimentaria, que impide las ventas a pérdidas, y a simplificar la burocracia relacionada con la Política Agraria Común (PAC). A su vez, el parlamento catalán, tras reunirse con los representantes de los agricultores, se ha comprometido a revisar las restricciones de uso de agua por la sequía, agilizar el pago de ayudas y racionalizar la burocracia.
Son compromisos para los acuciantes problemas más inmediatos. Pero abordar el relevo generacional requiere de otras soluciones, a más largo plazo. “Defender el campo significa que se fomenten políticas que ayuden al relevo generacional. Los jóvenes no quieren dedicarse al campo porque no es rentable. No le ven futuro. Prefieren trabajar en otros sectores antes que en la agricultura. Si nadie lo remedia en un par de años habrá un mayor número de hectáreas de cultivos abandonadas”, apunta Patricio Simó en su columna de opinión.
"Una de las principales soluciones que se deben adoptar para poder revertir la situación de la España vaciada, lógicamente, tiene que ser el relevo generacional, para el sector del trabajo autónomo que directamente desarrolla su actividad en el ámbito rural", explica a 65YMÁS Eduardo Abad, presidente de UPTA, la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos. Su solución pasa por "incientivos fiscales para todos aquellos pequeños neogicos que se quieran instalar en poblaciones de menos de 20.000 habitantes, incentivos también en forma de tarifas especials de cotización a la Seguridad Social, como puede ser la tarifa plana o las conocidas como tarifa cero, que tienen que tener una vigencia más larga que en las áreas urbanas, porque la necesidad es de asentar los negocios en el ámbito rural". Desde COAG apuntan a la importancia de que “los fondos públicos, fundamentalmente los destinados al desarrollo rural, atiendan prioritariamente a la primera instalación, para que ni un solo joven que quiera ser agricultor o ganadero se quede sin el apoyo necesario, pues no habrá un medio rural vivo si no está poblado de jóvenes”.
"El relevo generacional es fundamental para que el 80% del territorio nacional no quede totalmente despoblado" asegura Eduardo Abad, de UPTA. "Muchos de los autónomos del campo, con más de 60 años, aguantan su actividad simplemente para no tener lagunas de cotización y contar con su jubilacilón íntegra".
“Se necesitan pasos adicionales para incrementar el papel de la mujer en el sector agrario español" asegura el informe de CaixaBank Research, del economista Pedro Álvarez Ondina. Coincide Eduardo Abad: "Si no somos capaces de fomentar el emprendimiento femenino, no seremos capaces de arraigar en el terreno rural la población necesaria para poder hablar de desarrollo económico y desarrollo social y mejorar así los ratios de población que tenemos en el medio rural, que son absolutamente lamentables".
La PAC aborda el relevo generacional
La nueva PAC aborda el problema del relevo en el campo. Incentivar la incorporación de jóvenes a la agricultura es uno de los ejes de la política agraria común (PAC). El nuevo Plan Estratégico Nacional de la PAC (PEPAC), se marca el objetivo de que unos 16.000 jóvenes de menos de 41 años den el salto a la actividad agroganadera en el hasta 2027 en toda España. El compromiso con el relevo generacional de la PAC contempla un importante incremento de las ayudas para la incorporación de los más jóvenes. En concreto, se van a destinar más de 220 millones de euros en ayudas específicas para los jóvenes, la mayor cantidad destinada a este objetivo en los 60 años de historia de la PAC, y un 50% más frente al periodo anterior. Además, se va a destinar un 15% adicional en el caso de que las titulares de explotaciones sean jóvenes agricultoras y ganaderas.
Sin embargo, este plan se encuentra con un gran obstáculo, que es la cantidad de agricultores que se jubilan, pero que completan unas pensiones exiguas con el ingreso que les deja la PAC, lo que complica el traspaso de la tierra y el relevo generacional. Continúan con alguna actividad, para mantener las ayudas.
La Seguridad Social aboga por traer trabajadores extranjeros
En el campo falta mano de obra. Así lo ha reconocido la Seguridad Social. De hecho, la ministra del ramo, Elma Saiz, ha convocado para este martes día 13 de febrero a las principales organizaciones agrarias con el fin de abordar este problema. Sin adelantar la propuesta que planteará a los agricultores, Saiz sí ha dejado claro que su solución pasa por la política migratoria. Es decir, en estos momentos la Seguridad Social estudia fórmulas para traer trabajadores extranjeros que trabajen en el campo, de forma ordenada. “Hay un problema de mano de obra y, desde el punto de vista de la política migratoria, esa migración circular como son las freseras en Huelva, pueden ser un ejemplo, podemos encontrar puntos de encuentro” ha recalcado Elma Saiz.
Sobre el autor:
Beatriz Torija
Beatriz Torija es periodista y documentalista, especializada en información económica. Lleva 20 años contando la actualidad de la economía y los mercados financieros a través de la radio, la televisión y la prensa escrita. Además, cocina y fotografía.