Paula Buedo
Economía
Las ciudades más caras del mundo... y las más baratas
Este es el coste de la vida en distintas ciudades, según The Economist
La subida de los precios es un fantasma que acecha a todo el mundo. Las grandes ciudades no son la excepción y también han visto disparado el coste de vivir en ellas durante este 2022. La guerra iniciada en Ucrania en febrero o las restricciones a causa de la pandemia en China son algunas de las causas de este fenómeno.
Según la última Encuesta Mundial sobre el Coste de la Vida, elaborada por EIU, una empresa asociada a The Economist, los precios en las ciudades de todo el mundo se han elevado un 8,1% en moneda local. La energía es uno de los bienes cuyo coste se ha disparado, pues ha alcanzado una subida del 29% de media en Europa occidental y del 11% en todo el mundo, entre otras causas, por el citado conflicto ucraniano.
Otros productos que se han subido a la ola de precios a la alza son los alimentos. Puesto que tanto Rusia como Ucrania son importantes actores del comercio de cereales y semillas oleaginosas. Las cifras muestran el mayor ritmo de aumento de precios de los alimentos de este siglo.
La encuesta de EIU compara los precios de más de 200 bienes y 70 servicios en más de 170 ciudades. La edición de este año ha concluido que el coste de la vida está aumentando a su ritmo más rápido desde hace al menos 20 años.
Singapur ocupó el primer puesto cada año entre 2014 y 2019. Este año, vuelve a ser la ciudad más cara del mundo, aunque empata y comparte este ambiguo honor con Nueva York, la ciudad de referencia de la encuesta. Les siguen Tel Aviv, en Israel, Los Ángeles y Hong Kong.
En la parte más baja de la tabla, Damasco, en Siria, se mantiene como la ciudad más barata, con el puesto 172. A bastante distancia, se encuentra la capital de Libia, Trípoli. La lista de las ciudades más baratas la completan Teherán, Túnez y Taskent, capital de Uzbekistán.
Una tendencia a la alza general
En general, la tendencia a la alza de los precios se ha manifestado en toda América, pues seis de las diez ciudades que más han subido en la clasificación se encuentran allí, incluidas Atlanta y Boston.
Sin embargo, los dos mayores ascensos en el ranking se han producido en Rusia. San Petersburgo ha subido 70 puestos desde 2021, hasta el 73º, y Moscú se ha disparado 88 puestos, hasta el 37º. Esto se debe a que las sanciones occidentales impuestas después de que Rusia invadiera Ucrania han disparado los precios locales. De esta manera, según la encuesta, la inflación en Moscú es ahora del 17,1% (interanual) en términos de moneda local, mientras que en San Petersburgo ha alcanzado el 19,4%.
En Ucrania, la guerra ha impedido que se recojan datos sobre las ciudades de este país. Esto ya ocurrió con la encuesta sobre el Índice de Habitabilidad de EIU. Los corresponsales no han podido acceder a Kiev para recoger los datos sobre los precios por la inseguridad y, como consecuencia, la capital ucraniana no figura en el índice. Otra ciudad excluida ha sido la capital de Venezuela, Caracas, aunque su subida de precios interanual del 132% en términos de moneda local supone una mejora respecto a la hiperinflación de más del 25.000% de 2019.
EIU también lanza algunas predicciones esperanzadoras. Sugiere que los problemas de la cadena de suministro deberían empezar a desaparecer cuando la demanda comience a reducirse y bajen los costes de los fletes. Advierten que, salvo que se intensifique la guerra en Ucrania, los precios de bienes básicos podrían caer el próximo año.
La previsión de EIU para 2023 es que la inflación mundial de los precios al consumo baje de una media del 9,4% este año al 6,5%. Aunque sigue siendo una cifra considerablemente elevada, la reducción supondrá un alivio para los hogares con dificultades en el nuevo año que está por venir.