Paula Buedo
Economía
Cómo ahorrar aplicando la fórmula Greene
El método utiliza la edad y el salario como variables
Ahorrar se ha convertido en un reto para muchas personas. En ocasiones, cuesta decidir cuánta cantidad debe apartarse y cuánta conviene gastar. Ahora, con la incertidumbre de cara al futuro, el ahorro es una preocupación muy importante y son muchos los métodos que buscan facilitar el proceso.
Llevar una agenda de gastos e ingresos, establecer metas concretas, jugar con diferentes porcentajes… Las fórmulas son variadas. Entre ellas, el método Greene se ha hecho un hueco y ganado popularidad en los últimos años gracias a sus indicaciones precisas y a largo plazo.
Cuando llega el momento de la jubilación, deseamos estar tranquilos y no tener sobresaltos económicos. Para que esto suceda así, el colchón de ahorros debe ser amplio. Con este claro objetivo en mente, Kimmie Greene, de la compañía Intuit, popularizó una forma personalizada de calcular cuánto se debe ir ahorrando desde que se entra en el mundo laboral.
Cuatro fases con objetivos claros
Esta fórmula relaciona dos variables: la edad y el salario anual bruto. Solo con estos dos datos, el método te permite hacerte una idea de cuánto deberías ahorrar para llegar a la jubilación con una seguridad y comodidad garantizada.
El método comienza a aplicarse desde el momento en el que firmas tu primer contrato. No obstante, tiene en cuenta las diferencias entre cada etapa vital. Por eso, pueden distinguirse cuatro fases, cada una con un objetivo diferente:
1.- Llega a los 30 con unos ahorros que equivalgan a un sueldo anual. Para ello, es importante que el hábito de ahorrar se consolide desde el primer trabajo. Lo ideal es que se gaste aproximadamente un 75% del sueldo percibido y se reserve el cuarto restante. Lo principal en esta fase es acostumbrarse a guardar una parte.
2.- Una vez creado el hábito, hay que mantenerlo de forma constante. Este puede variar ligeramente: habrá años mejores y peores. En general, las buenas rachas compensarán las malas, aunque siempre es mejor practicar un ahorro precautorio que garantice la estabilidad ante futuros inciertos.
3.- Establece una escala de incrementos cuantificables. Según este método, cada cinco años debes ahorrar, al menos, un salario anual bruto. Esto significa que:
- A los 35, deberías tener ahorrado el doble de tu sueldo anual.
- A los 40, la cifra debe ascender a tres veces el salario
- A los 50, la cantidad se habría multiplicado por cinco
4.- Si se sigue esta lógica y la progresión de ahorro, se alcanzará la fase final de jubilación con ocho veces el salario anual. Esta cantidad puede variar de unas personas a otras. Si tomamos como referencia el salario mínimo interprofesional (SMI), situado en 1.080 euros, este método daría como resultado, si se aplica estrictamente, un ahorro de unos 103.000 euros al cumplir los 65.