Ignacio Casanueva
Ignacio Casanueva es redactor especializado en temas de tecnología y salud.
… saber más sobre el autorYa ha terminado la campaña de la Declaración de la Renta 2020. Con toda probabilidad hemos tenido que enfrentarnos a distintas dudas sobre cómo tributan algunos servicios que tenemos contratados o algunos gastos que hemos realizado durante todo el año.
Entre estos pueden estar nuestro seguro de vida, y es que la variedad que nos aportan estos servicios influye en los impuestos que tenemos que pagar por ellos.
Para comprobarlo, debemos fijarnos en la figura del contribuyente en el contrato que se ha hecho. En este documento podemos aparecer como “el tomador del seguro” que es el que abona la prima, “el asegurado” que será sobre el que recae el riesgo y “el beneficiario” que recibirá la prestación en caso de que se tenga que hacer un pago.
Es importante hacer esta distinción porque variará el impuesto que Hacienda imponga, pudiendo ser el Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF) o el Impuesto de Sucesiones y Donaciones.
En función del tipo de seguro de vida contratado la tributación será diferente. Así cambia según cada uno:
Seguros de vida riesgo: Son los más conocidos, en los que el beneficiario recibe las pólizas cuando el tomador del seguro fallece. Si ocurre esto, en el aspecto fiscal hay importantes ventajas fiscales. Cuando se da el fallecimiento, si los beneficiarios sean el cónyuge, un ascendiente o un descendiente del asegurado, se puede aplicar una reducción de 9.195,49€ en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones.
Y es que es en “Sucesiones y Donaciones” donde tributan los seguros en los que quien paga no es quien se beneficia. De esta forma, según el asegurado, la tributación estará en Sucesiones si ha habido un deceso, o en Donaciones si los usuarios están vivos.
Seguro de vida colectivo: Son los que contrata la empresa. Las primas que hace este seguro se deducen íntegramente en el Impuesto de Sociedades de la empresa. Por su parte, la prima imputada a los empleados se considera como rendimiento del trabajo.